Para poder llegar vía terrestre a Bilwi, en la Costa Caribe Norte de Nicaragua, desde Managua, deberá conducir o usar el transporte público al menos diez horas de Este a Oeste, internándose en esa región. De carreteras en curvas y lomas, pasará a caminos de tierra, hasta toparse de frente con el caudaloso río Wawa.
La comunidad Wawa Boom, a una hora de Bilwi, es la parada obligatoria que todo viajero debe hacer para llegar al otro lado del río, unos 150 metros entre una ribera y la otra, si el caudal es regular. Para cruzarlo deberá subirse a una barcaza, un lanchón metálico que parece un viejo lagarto de costados amarillos que flota en medio del Wawa.
El camino de tierra se corta abruptamente con el borde del río y los automóviles van formando una fila según su orden de llegada. Hay confusión siempre que se llega por primera vez, pues no hay rótulos ni alguien que indique qué instrucciones seguir para abordar el lanchón.
La barcaza va y viene de ribera a ribera según le ordenen, llevando a cuestas todo cuanto le pongan encima; desde viajeros a pie hasta camiones cargados que abastecen de arroz, ropa, cilindros de gas butano o medicinas a las comunidades del otro lado del río.
En cada turno, los vehículos van subiendo según su tamaño, por ejemplo, una rastra, camiones de carga, cisternas, autobuses, microbuses, camionetas y vehículos livianos, que al final se acomodan según el espacio que haya, un proceso que a veces puede tardar hasta media hora. Los pasajeros, si quieren, pueden bajarse de los vehículos y viajar de pie en la plataforma los diez minutos que dure el paso.
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Mientras unos hombres acomodan los vehículos y a los viajeros, un grupo de comerciantes pulula por el lugar ofreciendo bebidas gaseosas y comida para el breve trayecto que no tarda ni 10 minutos. Es más larga la espera para que se ordenen los vehículos que el tiempo que toma llegar al otro lado.
Una vez que todo está listo, el corto viaje inicia cuando la pesada barcaza se va moviendo con la fuerza de un motor bastante pequeño, en comparación con el tamaño del lanchón. Aunque dicho motor funciona perfectamente, la mayor parte del tiempo, cuando se llega a dañar, los hombres —entre pasajeros y comunitarios— jalan a fuerza manualmente las bandas para que la barcaza pueda llegar al otro lado.
Aunque el trayecto dura poco tiempo, deberá saber que la barcaza cruzará al otro lado solo una vez que esté llena. Es decir, el tiempo de espera puede prolongarse en dependencia de cómo esté el flujo de ciudadanos y transportistas. Este “va y viene” se da durante todo el día, hasta las 10:00 de la noche, cuando los hombres hacen el último traslado.
La capacidad de traslado en el lanchón varía según el tipo de vehículos. Por ejemplo; seis carros livianos o dos rastras y dos vehículos pequeños.
Cuando el Wawa arrasa, se lleva la barcaza
La barcaza que ahora recorre el río Wawa tiene una longitud de 36.5 metros por 9.1 metros de ancho y fue instalada a finales de diciembre de 2020 por la Empresa Portuaria Nacional (EPN), ante la necesidad de mejorar la comunicación terrestre con el municipio de Bilwi, por la falta de un puente. Han habido otros lanchones que por el material y tantos años de uso fueron dejando de funcionar o fueron arrastrados por las corrientes del río en invierno.
Las personas que necesitan trasladarse deberán pagar una tarifa de acuerdo con el tamaño del vehículo. Entre más pesado el costo será mayor.
Ramón Meza, administrador de la barcaza, explicó a LA PRENSA que por ejemplo, el cruce de motocicletas tiene un costo de 30 córdobas; las camionetas 100 córdobas, camiones pequeños entre 150 y 200, «dependiendo el nivel de carga con el que transborden», las rastras pagan 200 y si lleva carga 500. Estos precios incluyen cruce ida y vuelta.
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Al final del corto viaje los pasajeros pagan conforme van bajando de la barcaza y el encargado entrega un recibo que servirá cuando el vehículo retorne.
El Wawa manda si la barcaza avanza
El uso de la barcaza en el río Wawa Boom, como sistema de comunicación terrestre con Bilwi, data desde 1990. Antes de instalarse el nuevo lanchón, el anterior llevaba varios años de funcionamiento y había soportado eventos naturales, hasta que los potentes huracanes Eta y Iota lo sacaron de circulación.
Actualmente, las fuertes lluvias que persisten en el Caribe Norte de Nicaragua amenazan con dejar una vez más incomunicados vía terrestre a Puerto Cabezas y el municipio de Waspam por la crecida del río Wawa Boom.
Debido a la crecida del río las operaciones de la barcaza quedan suspendidas hasta que baje su caudal. Esta situación es recurrente cada año con el establecimiento del invierno y puede durar entre un par de días y hasta semanas.
«Los transportistas ya saben que este problema es de todos los años, en los seis meses de invierno están sabidos que por lo menos 60 días no van a pasar, entre cinco días, seis días, pero este año ya viene más pesado», indicó el encargado de la barcaza.
Como dato adicional, la fuente ejemplificó que antes, cuando el río crecía y se suspendían las operaciones de la barcaza, mantenían hasta 200 vehículos en cola esperando para poder cruzar. Con la experiencia adquirida, ahora los transportistas prefieren esperar a que el encargado los llame cuando se activen las operaciones.
A la espera del puente
Pese a que el Gobierno de Nicaragua no ha inaugurado o dado detalles de la fase final de la construcción del puente que se ve como la solución definitiva al problema de conexión terrestre entre Bilwi con el resto del país, ha compartido desde los medios oficialistas que el proyecto está “casi listo”.
Según el Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) el puente será de 240 metros de longitud y 12.40 metros de ancho, pavimentado en concreto hidráulico y sus bases en cimentación profunda sobre pilotes, porque el suelo donde se apoya no es lo suficientemente resistente para hacerlo en cimentación superficial.
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«La obra ya lleva casi un 80 por ciento de avance, si se ve a simple vista la gente podrá decir que cómo va a tener un 80 por ciento, pero lo más difícil ya está hecho, lo más que faltaría son unos metros de unión, me imagino que en diciembre ya estamos utilizando ese puente», aportó Ramón Meza.