El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio José Báez, criticó este domingo durante su homilía desde la Iglesia Santa Agatha en Miami, a aquellos que son indiferente y callan ante las injusticias.
“No sirve para ser discípulo de Jesús quien vive atemorizado y silenciado frente a la injusticia, intentando muchas veces inútilmente evitar padecer las represalias de los poderosos. No sirve para discípulo de Jesús, quien vive evitando los problemas y los conflictos, quien no se complica la vida, corriendo el riesgo de hacerse cómplice de los tiranos, delincuentes, y opresores”, manifestó el obispo.
También enfatizó que cargar con la cruz de Jesús conlleva a “bajarnos al mundo de los pobres y las víctimas para estar de su parte, sentir sus angustias, alzar su voz por ellos, y luchar por su dignidad y liberación”.
Monseñor Báez dijo, al iniciar la misa, que la celebraba en comunión con monseñor Rolando Álvarez quien cumple este domingo 4 de septiembre, “un mes de secuestrado por la Policía de la dictadura”.
Critica a políticos populistas
El jerarca también criticó a aquellos políticos que se aprovechan de las necesidades del pueblo para ganar popularidad e incluso se atreven a maquillar las encuestas.
El obispo enfatizó que a Jesús no le interesaba la popularidad, contrario a lo que hoy en día hacen los líderes populistas que se presentan, según dijo, “encarnando las aspiraciones del pueblo y pronunciando discursos exaltados con los cuales solo pretenden someter a las masas”.
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Añadió que también Jesús es distinto a los políticos que explotan el nacionalismo y se “autoproclaman la voz de los pobres y maquillan las encuestas para parecer populares. Qué distinto es Jesús a los políticos que se aprovechan de las necesidades de la gente ofreciéndoles dádivas superfluas, prometiéndoles resolver todos sus problemas”.
En Madrid piden fin de la represión
En Madrid, España, nicaragüenses en esa ciudad se concentraron en la parroquia del Santísimo Redentor, en el barrio de Chamartín, para participar de la Santa Eucaristía celebrada por el cardenal Carlos Ossoro. Los nicaragüenses también rezaron por el pueblo de Nicaragua y, en especial, por el cese de la persecución del régimen a la Iglesia Católica.
En la homilía el cardenal Osoro habló de los sufrimientos de Nicaragua y de cómo sus gobernantes no respetan los derechos humanos, la libertad religiosa, ni la libertad de prensa, de las persecuciones y de los presos políticos. De igual manera el religioso reclamó oraciones por Nicaragua.
Los nicaragüenses que acudieron a la celebración portaron banderas de Nicaragua y pancartas que pedían la solidaridad y el apoyo de la comunidad internacional para conseguir el cese de la persecución a la Iglesia católica en Nicaragua. También vistieron de trajes folclóricos.