La represión y el autoritarismo que el régimen de Daniel Ortega ha impuesto en Nicaragua ha provocado que la mayoría de los nicaragüenses —a cuatro años del estallido de la crisis y aun estando fuera del país— continúen expresando “temor” al hablar de política, según revela un estudio del Barómetro de las Américas 2021, producida por Lapop (Proyecto de Opinión Pública de América Latina).
La encuesta, titulada Cultura política de la democracia en Nicaragua y las Américas 2021: Tomándole el pulso a la democracia, determina que un 64 por ciento de los ciudadanos siente temor a la hora de hablar de temas políticos.
El estudio muestra datos desde 2014 hasta 2019, en donde se ve cómo ha ido ascendiendo el temor entre los nicaragüenses. No obstante, de 2019 a 2021 ha disminuido, debido al “acomodamiento de la situación actual”, señala.
En 2014, un 55 por ciento de nicaragüenses había expresado su temor a la hora de hablar de política; en 2016 ese temor aumentó a 63 por ciento, y en el 2019 incrementó aún más, en un 78 por ciento, según datos que recoge el Barómetro de las Américas, Nicaragua 2004-2021.
“Un dato que hay que tomar en consideración, es que en Nicaragua o incluso fuera de Nicaragua, la mayoría de los nicaragüenses expresan temor cuando se trata de hablar de política”, sostuvo José Miguel Cruz, observador político.
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El experto señaló que “desde 2016 la población pensaba o se sentía temerosa de hablar de política, pero hacia el 2019 esto cambió fundamentalmente, debido a los sucesos de 2018, hay como una especie de disminución comparada con el 2019. En 2021 disminuye un poco, pero estamos hablando de casi un tercio de la población, hay una especie de acomodamiento a la nueva situación que reina en Nicaragua”.
Según la ficha técnica, para este estudio reciente se consultó vía telefónica a 2,997 personas al azar, cuyo trabajo de campo se llevó a cabo entre el 3 de junio y el 28 de agosto de 2021. La encuesta tiene un margen de error: ±1.79 %.
Nicaragüenses prefieren libertades a estabilidad económica
En otro indicador, el estudio refleja que la gran mayoría de los nicaragüenses (70%) prefiere un sistema que garantice las libertades fundamentales, a uno que garantice un ingreso y servicios básicos.
“En términos comparados pareciera que Nicaragua no es de los más altos, pero para lo que hemos visto en el pasado en Nicaragua solía haber mayor énfasis a la estabilidad económica. Ahora 7 de cada 10 nicaragüenses prefieren libertad de expresión a estabilidad económica”, dijo Cruz.
Corrupción
El estudio también señala que dos tercios de los nicaragüenses piensan que la mayoría de los políticos son corruptos.
“Nicaragua está en una región que lamentablemente en muchos países, los ciudadanos piensan que sus gobiernos o sus políticos son corruptos y Nicaragua se ubica en términos comparados, muy por encima de otros países como Uruguay, Guyana, pero por debajo de países como Perú, Brasil, Colombia, Paraguay”, explicó Cruz.
Indican que el 22 por ciento de los nicaragüenses han sido víctimas de soborno por parte de funcionarios públicos y a un 19 por ciento la Policía les ha solicitado “coimas o mordidas”.
“Eso en términos comparados pone a Nicaragua por encima de la mayor parte de países de la región, solo por debajo de México y Bolivia, que por años han tenido problemas serios de corrupción”, dijo el observador político.
Cruz añadió que al comparar este ejercicio con resultados anteriores de Nicaragua, desde 2004 hay un salto sustantivo en los niveles de victimización por corrupción, con respecto al 2019. “Ya había una tendencia en ambas cosas (sobornos, coimas) por parte de empleados públicos o policías, pero entre 2019 y 2021, el porcentaje de victimización se duplica por casi cinco veces”.
Libertades políticas y democracia
En cuanto al tema de libertades políticas y revalorización de la democracia, el estudio señala que cerca de dos de cada cinco nicaragüenses cree que sus derechos básicos están protegidos.
En comparación con los demás datos de la región, “más bien una minoría de los ciudadanos piensa que sus derechos básicos están protegidos; en el caso de Nicaragua es el 39 por ciento, pero esto significa que menos de la mitad de la gente en Nicaragua piensa que sus derechos están protegidos”, explicó Cruz.
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Sin embargo, “ha habido una disminución a partir de 2019, y entre el 2017 y 2019, obviamente está el evento básicamente transformador de la dinámica política de Nicaragua en los últimos años con las protestas de 2018, ahí hay una disminución importante”, indicó.
Antes del estallido social, “incluso en el 2016, que básicamente marca el final de la época del crecimiento económico en Nicaragua, la mayoría de nicaragüenses, más de la mitad, pensaba que el sistema protegía sus derechos, pero eso cambia a partir de 2018 y es un poco el sitio en el que estamos ahora”, reiteró.
Nicaragua vive una crisis sociopolítica, económica y de derechos humanos desde abril de 2018, que dejó según datos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), más de 300 nicaragüenses asesinados, más de 100 mil exiliados y casi 200 personas permanecen presas por razones políticas, en las diferentes cárceles del país.