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Cada día los opositores nicaragüenses se enteran de que algún sandinista se va a Estados Unidos, huyendo de su propio régimen, el Ortega Murillo. LA PRENSA/ ARCHIVO/ AFP

Denuncian desbandada de sandinistas hacia “el imperio yanqui”

Falsificando constancias para hacer creer que son “Azul y Blanco”, o diciendo que están arrepentidos y que colaborarán con información, las bases del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo se están yendo a Estados Unidos, haciendo quedar mal a Ortega con su discurso antiimperialista

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Jaime Salguera era director del instituto Benjamín Zeledón, en Jinotega. Los opositores le señalan haberse ganado ese cargo por su desempeño como paramilitar orteguista durante las protestas de abril de 2018. El alcalde Leónidas Centeno lo habría premiado con ese puesto.

Poco después, por conflictos internos en el FSLN, Salguera fue destituido del cargo y, denuncian los opositores, su nuevo destino fue los Estados Unidos de Norteamérica, el “imperio yanqui”, a como le llama su líder Daniel Ortega.

“El discurso antiimperialista no le está funcionando a Daniel Ortega. Su gente no se está yendo ni a Venezuela ni a Cuba, sino a los Estados Unidos”, denuncia un opositor que pide el anonimato porque se encuentra dentro de Nicaragua y teme represalias.

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La exiliada Haydée Castillo confirma a la Revista DOMINGO que “cada día tienen conocimiento de muchísima gente que apoyó a los paramilitares (durante la represión de 2018), de funcionarios del Estado y de familiares de gente con cargos de confianzas, como alcaldes, que están llegando a Estados Unidos” a buscar refugio.

Sandinistas que apoyaron la mortal represión del régimen Ortega Murillo, en 2018, o apoyaron la misma, hoy se están yendo a Estados Unidos, al imperio yanqui que denuncia Daniel Ortega. LA PRENSA/ TOMADA DE INTERNET

El defensor de derechos humanos, Pablo Cuevas, también en el exilio, menciona que muchos sandinistas le escriben para contarles sus casos, como el exdirector de una oficina de Enacal, quien se tuvo que ir a Estados Unidos, cansado del sandinismo, luego que durante el año 2018 con su propia escopeta anduvo desmontando tranques, porque si no lo hacía lo corrían o le podía pasar “algo peor”.

La principal razón por la que quienes han apoyado a Daniel Ortega y Rosario Murillo se están yendo de Nicaragua es por la economía, ya que muchos de ellos son trabajadores del Estado cuyos salarios no pasan de 7,000 u 8,000 córdobas y no les alcanza para vivir porque la canasta básica está muy cara, explica una opositora que también pide el anonimato por temor a represalias.

Denuncias de opositores

Un hombre, que se identifica como “Giovani Coyote” en redes sociales, colgó el video de un migrante cruzando el río Bravo. El migrante llevaba camiseta blanca y una especie de chaleco color oscuro. Portaba mascarilla, pero aún así los opositores lo reconocieron.

Se trataba de Erick Barrantes, un reportero del oficialista Canal 8, quien junto a su esposa cruzó el río Bravo rumbo a Estados Unidos, donde se entregó a las autoridades de Migración. Poco antes, Barrantes había estado en Cuba, en un viaje costeado por la dictadura Ortega Murillo.

Aunque nadie tiene cifras exactas, se asegura que la lista de sandinistas que se han ido huyendo de su propio régimen es extensa. Haydée Castillo menciona que hay un “canal de comunicación” con las autoridades norteamericanas, para denunciar a todos los sandinistas que buscan refugio en ese país.

Ronaldo Antonio Rodríguez Sevilla fue denunciado porque se hizo pasar como “Azul y Blanco”, cuando en realidad era miembro de la Juventud Sandinista en Teotecacinte, en Jalapa, Nueva Segovia. Ahora estaría viviendo en Nueva Orleans.

Muchos sandinistas falsifican constancias para alegar que participaron en las protestas de 2018 y que ahora son perseguidos por la Policía Orteguista, denuncian opositores. LA PRENSA/ ARCHIVO/ ÓSCAR NAVARRETE

También están denunciando a personas que cuenta con visa norteamericana, como el exalcalde de Jalapa, Francisco González Vílchez, a quien también señalan de paramilitar; otro exalcalde de Jalapa con visa sería Orlando Ismael Zeledón Sobalvarro, según las denuncias que han llegado a ese canal de comunicación.

Las denuncias se extienden a personas que ya viven en Estados Unidos, pero son reconocidos como fieles a Daniel Ortega, como sería el caso de René Fonseca, quien vive en La Pequeña Habana, en Miami.

Muchas veces esos sandinistas ni siquiera han llegado a Estados Unidos cuando ya los están denunciando. Ocurrió con Yuri Mariel Rivera Izaguirre, de Mozonte, Nueva Segovia.

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En ese canal también está denunciada la exfiscal y exjueza Heydi Duarte Tapia, de Boaco, quien tuvo que salir de Nicaragua primero a Costa Rica, y después a Estados Unidos, ya que pidió permiso al FSLN para salir del país y le fue denegado. Duarte Tapia ha asegurado que tiene ciudadanía estadounidense. Ella, como jueza, condenó a reos políticos, afirma la denuncia.

Entre los denunciados figuran muchos familiares de alcaldes, como Martín Guevara, a quien señalan como paramilitar y es hijo de la alcaldesa de El Viejo, María del Tránsito Guevara.

Además, aparecen familiares de secretarios políticos del FSLN, como Ihara Martínez Moraga, hija del secretario político del FSLN en El Rama, Pedro Martínez Castillo.

Hacen de todo para irse

Los opositores en el exilio han logrado conocer que muchos de los sandinistas que huyen a Estados Unidos hace de todo para ser reconocidos como perseguidos por su propio régimen.

Haydée Castillo señala que algunos de ellos falsifican constancias en las que se afirma que ellos participaron en las protestas de abril de 2018 y que en la actualidad están siendo perseguidos por la Policía Orteguista. Pero es falso, son adeptos al régimen Ortega Murillo.

Muchos otros, añade Castillo, cuando se entregan a las autoridades de Migración estadounidense, aducen que están arrepentidos, que fueron obligados, que no podían decir, o simplemente están cansados de lo que hace el régimen y prometen colaborar con información sobre las cosas malas de la dictadura.

Para Castillo, eso demuestra que el régimen Ortega Murillo está en decadencia y no es una opción ni siquiera para sus propios partidarios, sino que únicamente en estos momentos estaría beneficiando al círculo más cercano de la familia en el poder.

Latinoamericanos en su intento de entrar a Estados Unidos. LA PRENSA/ TOMADA DE INTERNET

Un líder opositor del norte del país comentó a la Revista DOMINGO que en esa zona hay una desbandada de maestros de las escuelas de muchos municipios, porque los obligan a participar en actividades del FSLN, pero no les mejoran el sueldo, el cual no pasa de los 8,000 córdobas.

Igualmente, las personas que dirigen centros del Estados se están yendo, como Jenny Montenegro, directora del instituto de San Rafael del Norte, quien se fue con su marido Ernesto Zeledón, quien a su vez era encargado del Registro Civil en la alcaldía de ese municipio y habría estado involucrado en la represión.

Ni siquiera están a salvo los familiares de los alcaldes, señala una opositora, quien afirma que la alcaldesa de Mozonte, Consuelo Rivera, envió a sus hijos a Estados Unidos.

Las muertes de nicaragüenses que han ocurrido en este año 2022, así como una nueva regla de inmigración en Estados Unidos, que remodela el sistema de asilo, han frenado un poco en los últimos días las huidas de trabajadores del Estado hacia ese país norteamericano, aseguran fuentes opositoras.

A partir de este mes de junio, los agentes de Inmigración estadounidenses decidirán quién es elegible y expulsarán de inmediato a migrantes que pidan asilo sin tener un “temor creíble” de retornar, explican medios de Estados Unidos.

Un freno

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Además, más de dos decenas de nicaragüenses han muerto ahogados, en este año 2022, intentando cruzar el río Bravo.

Más de dos decenas de nicaragüenses han muerto tratando de cruzar el río Bravo en este año 2022. LA PRENSA/ TOMADA DE INTERNET

Una opositora indicó que ha conversado con muchos trabajadores del Estado y le han dicho que ellos también sufren asedio. Los vigilan, más si se dan cuenta que algún familiar de ellos salió del país.

“La situación interna del FSLN está difícil. Se les ha ido gente que los apoyaba en los tendidos electorales, gente que iba a las marchas del gobierno. Usted sabe, aquí somos pueblos pequeños, todos nos conocemos. Y nos damos cuenta quiénes se van y cómo. Yo podría decirle que de aquí (norte del país) la mitad de los que se van al exilio son opositores y la otra mitad son sandinistas”, explica la fuente, pidiendo anonimato.

“Los sandinistas también la están pasando mal económicamente, gracias a su régimen”, finalizó diciendo la fuente.

Tienen mejores pruebas que los opositores

Los sandinistas que se están yendo a Estados Unidos a pedir refugio, cuando se entregan ante las autoridades migratorias norteamericanas, se muestran dispuestos a brindar información sobre el régimen Ortega Murillo, y resulta que presentan mejores pruebas que las que dan los opositores cuando igualmente solicitan asilo.

Así lo explica el extrabajador del poder judicial, Yader Morazán, quien explica que el simple hecho de haber sido sandinistas, o haber votado por Daniel Ortega y Rosario Murillo, no les quita el derecho a estas personas de salir de Nicaragua a buscar asilo.

Lo que sí sería un impedimiento, agrega Morazán, es si estas personas han cometido delitos en Nicaragua, especialmente durante la represión de la dictadura Ortega Murillo contra el pueblo nicaragüense.

“El asilo político trata de proteger la integridad de las personas desde su libertad de opinión, de religión, de manifestación y de concentración. Esto quiere decir que indistintamente de la ideología política de una persona, no es razón de negar un asilo político por el hecho de haber sido sandinista. El haberlos llevado al poder (votando por Ortega y Murillo, o apoyándolos) es una cuestión ya de contexto, que, en Nicaragua, donde todos hemos sido víctimas en algún momento de las clases políticas y hemos sido traicionados por nuestros líderes”, explica Morazán, quien está en el exilio.

Morazán saca a colación el caso del exembajador de Nicaragua en la OEA, Arturo McFields, quien en una sesión de ese organismo interamericano denunció a la dictadura y ahora es crítico del régimen.

“El caso de Arturo McFields puede ser inmoral, haber defendido al régimen, pero la inmoralidad no es un delito. Una cosa es ser defensor del régimen y otra haber delinquido. En el caso de defender al régimen, tenés derecho a estar equivocado. Haber hecho algún acto de represión, eso sí es delito”, especificó Morazán.

Morazán también advirtió que es difícil la situación para los trabajadores del Estado, especialmente en el caso del poder judicial, pues “el que se aparta de las filas puede ser destruido”.

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