No ha sido nada fácil para Cheslor Cuthbert cargar con la presión de ser una estrella por tan solo firmar para el beisbol organizado recibiendo 1.3 millones de dólares. Durante toda su carrera ha soportado el peso de su nombre. Y así ha sido también desde su llegada en el Pomares con el equipo Caribe Sur, con el que no está teniendo los resultados deseados, pero que tampoco se desespera. Se muestra calmo, paciente como un cazador para hacer el ajuste necesario y girar el trágico destino de la primera vuelta.
“Yo pensaba que lo iba a matar (el Pomares), pero me está matando a mí, es parte del juego. Ahorita me están ganando y tengo que hacer el ajuste. Yo conocía a bastantes pícheres y dije que iba a batear, pero cuando llegué y vi el picheo me fijé que rompen más rápido que lo normal y poco a poco haré los ajustes. En la segunda vuelta saldré a competir y ser más agresivo. Tuve chance de jugar en México, pero tomé la decisión de estar en mi casa. No he tirado la toalla, me voy a preparar para el Preclásico. Todavía hablo con el agente para que me consiga una buena liga”, explicó Cuthbert al canal de YouTube Tumbó La Cerca.
Te puede interesar: Erasmo Ramírez lanza una entrada perfecta ante los Orioles
En una reciente entrevista que LA PRENSA le realizó al mejor bateador de Nicaragua en el Premundial en México, José Hurtado, reveló la diferencia del beisbol nicaragüense con el que vio en ese torneo. “En Nicaragua la mayoría de lanzadores tienen un promedio de 86 y 87 millas y utilizan muchos lanzamientos rompientes, mientras que a nivel internacional nos enfrentamos a lanzadores de mayor velocidad, sobre las 90 millas y que usan pocas rompientes. A veces uno tarda en hacer el ajuste”, explicó.
En el caso de Cuthbert le ha tomado más tiempo del esperado. En su última serie contra Boaco conectó solamente un imparable en 12 turnos, bajando su promedio a .272 con seis jonrones y 22 carreras impulsadas. En la parte defensiva ha mejorado debido a que no ha cometido un solo error en los últimos 10 encuentros.