Miriam del Socorro Pérez Cuadra, mamá de Ricardo Mayorga, falleció en la mañana de este sábado, 21 de mayo, en el Hospital Militar, de Managua tras una dura batalla contra el cáncer. Ella era la luz de los ojos del Matador, tan así que cuando se enteró de la enfermedad de su progenitora, recayó en su dura pelea con los vicios y tuvo que se internado nuevamente. “Recuerdo en una ocasión cuando le iban a entregar a Mayorga un reconocimiento de The Ring Magazine, Don King le envió un boleto, pero Mayorga le dijo que si no le enviaba otro para su mamá, no iría y, finalmente, no fue porque sin ella él estaba incompleto. Doña Miriam era un soporte en la vida de Ricardo”, cuenta su exentrenador y amigo, Luis León a quien el Matador quiso como un padre.
“Sin miedo a equivocarme su mamá fue el apoyo más grande en su carrera. Una vez me contó que cuando Ricardo tenía 12 años y ya practicaba boxeo miró una pelea entre Mano de Piedra Durán y Sugar “Ray” Leonard le dijo que quería ser campeón del mundo y que los sacaría de la pobreza. La mamá le beso la mano y le dijo ‘Dios bendiga esta mano’ que se convirtió en la fortaleza de Mayorga”, rememora León.
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Doña Miriam también se hizo popular en las peleas de Ricardo Mayorga de mayor exposición mediática porque apoyaba las extravagancias en el peinado de Mayorga y se lo pintaba como su hijo en rojo. “Doña Miriam gritaba en primera fila y se hacía notar hasta en el ring. Ella le confeccionaba el traje a Mayorga. Ella aconsejó mucho a Mayorga y lo regañaba mucho porque él era complicado. Como desde niño Ricardo siempre fue inquieto ella le ponía más ojos y sus hermanos creían que era el mimado de ella, el sobre protegido”, explica León, quien siempre recibió admiración y agradecimiento de la mamá de Mayorga: “Me decía que no entendía cómo Mayorga me respetaba tanto como si fuera su papá y yo le respondía que me lo había ganado por pasar tantos años junto a él en las buenas y en las malas”, concluyó.
En la recta final de la carrera de Mayorga y cuando cayó en problemas con la adicción y se quedó sin dinero, el peleador regresó a la casa de su mamá donde siempre tuvo las puertas abiertas. Ahora recibió la dura noticia de su fallecimiento, mientras trataba de rehabilitarse el día en que sería exaltado al Salón de la Fama del Deporte Nicaragüense. La vela será en Managua, a partir de las 5:00 p.m. y los funerales en Sábana Grande