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Rodrigo Chaves, presidente de Costa Rica; Xiomara Castro de Honduras y Nayib Bukele de El Salvador. LA PRENSA

Centroamérica indiferente: el silencio de Costa Rica y la abstención de Honduras y El Salvador en la resolución de la OEA

Fueron 29 los Estados Miembros que aprobaron la resolución de la OEA que exige al régimen de Daniel Ortega les devuelva la oficina de su sede expropiada en Managua. La abstención y silencio de tres países centroamericanos ha generado controversia

Tres posturas de países centroamericanos llamaron la atención durante la votación del pasado viernes para la resolución del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) que demanda al régimen devolver la sede de sus oficinas expropiadas en Managua. Se trata del silencio de Costa Rica y la abstención de Honduras y El Salvador.

Los tres países centroamericanos, gobernados por Rodrigo Chaves, Xiomara Castro y Nayib Bukele, respectivamente, han sido fuertemente criticados por su postura frente a la situación del régimen de Nicaragua contra la OEA. En la otra parte fueron 29 Estados Miembros que aprobaron la resolución “La ocupación de las oficinas de la OEA en Nicaragua”, que también condena el accionar de Ortega. Solo Bolivia y Nicaragua fueron los países que estuvieron ausentes.

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Arturo McFields, exembajador de Nicaragua ante la OEA, calificó como “dramático” el cambio de El Salvador y alertó que dicha postura evidencia que “existe un oscuro y peligroso giro dictatorial en Centroamérica”. Agregó además que le sorprendió el “escandaloso silencio” de Costa Rica.

¿Qué está pasando en Centroamérica?

De toda Centroamérica, dos países —Honduras y El Salvador— se abstuvieron de votar, mientras que los otros cuatro —Panamá, Belice, Guatemala y Costa Rica— votaron a favor pero el silencio del último también ha sido objeto de críticas.

El analista para Centroamérica de Internacional Crisis Group, Tiziano Breda, sostiene que votaciones como la de esta resolución evidencian que el grupo de países que reconocen lo problemático de la situación en Nicaragua es cada vez más amplio, y “así exponen a los pocos países que se abstienen”, tal es el caso de Honduras y El Salvador.

Un experto en relaciones internacionales, que habló bajo la condición de anonimato, indicó “que dos países hermanos y de inmediata cercanía geográfica hayan decidido abstenerse despierta mucha suspicacia”.

Carlos Cascante Segura, profesor de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), dijo que el caso de Honduras obedece a “una continuidad de su política hacia Nicaragua” que no es propia de la Administración de Castro sino que se “remonta a la política de Juan Orlando Hernández (JOH) —expresidente de ese país— basado en la necesidad de llegar a un acuerdo con respecto al Golfo de Fonseca, evitar conflictos económicos con Nicaragua”.

Carlos Cascante Segura, experto costarricense. LA PRENSA / TOMADA DE INTERNET

En octubre de 2021, JOH firmó junto con Ortega el Tratado de Límites entre Nicaragua y Honduras en el mar Caribe y aguas afuera del Golfo de Fonseca, con el que Nicaragua delimitó su espacio marítimo en la salida del Golfo de Fonseca con Honduras y le otorgó al vecino país salida hacia el Océano Pacífico. En este no se incluyó El Salvador.

Con lo anterior coincidió Carlos Murillo Zamora, experto en derecho internacional, temas de integración y catedrático de la Universidad de Costa Rica (UCR), quien indicó que Honduras no iba a votar a favor de esa resolución para no contrariar a Ortega, pero sostiene que jamás iba a votar en contra porque está de acuerdo con que es “una violación”.

“Honduras no está de acuerdo con lo que hizo Nicaragua, pero no quiere meterse en enredos por lo que ya sabemos de que Castro necesita tener a Ortega de su lado por los hondureños seguidores de Manuel Zelaya —expresidente hondureño y esposo de Castro— están refugiados en Managua. Castro no va arriesgar la seguridad de esa gente amiga de Zelaya y de ella también, criticando a Ortega y después los saque de Managua o atente contra la seguridad de ellos, porque creo que la dictadura ha llegado a un extremo que ni siquiera en los peores momentos de Somoza era imaginable esa situación extrema de paranoia y violación de los principios más básicos”, opinó Murillo Zamora.

Analista internacional Carlos Murillo Zamora. LA PRENSA / CORTESÍA
Analista internacional Carlos Murillo Zamora. LA PRENSA / CORTESÍA

Para un experto en relaciones internacionales, quien demandó anonimato por temor a represalias, las abstenciones tanto de Honduras como de El Salvador “son preocupantes” para la región, a pesar de que probablemente obedezcan a razones distintas.

El analista político y exdiputado liberal, Eliseo Núñez, dijo que la abstención de Honduras es una situación que se viene advirtiendo desde hace rato que es “el efecto contagio que tiene el tipo de regímenes como el de Ortega, es decir, ya no miran que hay consecuencias por lo que hace Ortega y básicamente la región puede desestabilizarse”.

El giro sorpresivo de El Salvador

Para los expertos, la abstención de El Salvador es la que hace más ruido y consideran que es un “giro sorpresivo”. Bukele inició su mandato presidencial con un alto nivel de aceptación, sin embargo, en los últimos meses este se ha ido reduciendo, a medida que ejecutada acciones cuestionables, como la militarización de la Asamblea Legislativa, dominada por la mayoría de diputados de Nuevas Ideas, hasta usar programas espías en contra de periodistas independientes en ese país.

Al justificar la abstención, Agustín Vásquez, representante de El Salvador, señaló a la OEA de ser parcial al momento de exigir la “inviolabilidad de las sedes diplomáticas”, y llamó al organismo a no promover con “ambigüedad ni con doble estándar” la exigencia de las normas de derecho internacional a los Estados miembros.

Agustín Vásquez, representante de El Salvador ante la OEA. FOTO TOMADA DE LA OEA

“En esta oportunidad El Salvador se ha abstenido de apoyar este proyecto de resolución pues en la historia reciente de esta organización, las normas referidas a la inviolabilidad de las sedes diplomáticas son veladamente transgredidas, ignoradas a favor de unos y en perjuicio de otros. Distorsionando y erosionando la convivencia pacífica que debería existir en la región”, dijo Vásquez durante su intervención en la OEA.

El diplomático declaró que “El Salvador reitera su plena sujeción al respeto y cumplimiento de los principios y normas del derechos internacional”, pero que “exige que todos sin excepción alguna (en la OEA) las respetemos y dependamos sin ningún tipo de sesgo y parcialidad, siendo coherentes en su interpretación y su aplicación”.

Vásquez le recordó al Consejo Permanente de la OEA que el “derecho internacional debe regir perennemente la conducta de los Estados, no debe promoverse con ambigüedad ni con doble estándar, lo cual es fuente de ilegitimidad y falta de credibilidad”.

Lea más en: Por qué El Salvador se abstuvo en la ONU para condenar invasión rusa en Ucrania, la misma postura del régimen de Nicaragua

Cascante Segura precisó que en el caso de El Salvador obedece a “una ruptura con la política exterior de este país”, debido a que “durante los últimos años especialmente el gobierno de Bukele de tener distancia, y expresiones muy ácidas hacia el gobierno Ortega y Murillo, es una ruptura que demuestra un intento de acercamiento”.

El experto Murillo Zamora consideró que al igual que el caso hondureño, El Salvador no está de acuerdo con las acciones de Ortega, pero no quiere meterse en problemas, puesto que el gobierno salvadoreño enfrenta o tiene sus propias dificultades internas. No obstante, señala que “habría que ver lo que está planeando Bukele”.

El analista Breda, por su parte, manifestó que lo más llamativo sin duda fue el cambio de voto de El Salvador, que probablemente responde a las “crecientes tensiones entre el gobierno de Bukele y los países que han criticado su presunta deriva autoritaria, incluso y particularmente Estados Unidos”, y agregó que “es en resumen un voto por despecho, más que como resultado de un acercamiento ideológico o político a Nicaragua”.

Tiziano Breda, analista.

Mientras que el experto en relaciones internacionales señaló que en el caso salvadoreño, su representante comete el mismo error del que acusa a la OEA “es selectivo en sus decisiones” y añade que el organismo en realidad proyecta en todo momento la voluntad colectiva de los Estados miembros.

Por su parte, Manuel Orozco, politólogo y director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo Económico de Diálogo Interamericano, señala que las atenciones de El Salvador y Honduras reflejan “la posición de estos países en relación con la OEA mas que con Nicaragua. Para ambos países la abstención señala la disconformidad de lo que estos países creen que existe como un doble estándar”.

Manuel Orozco. LA PRENSA/Cortesía OEA

¿A qué responde el silencio de Costa Rica?

Sobre esta interrogante los expertos rememoran que a pesar de que Costa Rica votó a favor de la resolución, en esta ocasión no emitió ningún comentario o argumentó su apoyo a la condena, como era normal escuchar a Alejandra Solano, representante permanente de ese país.

“Costa Rica vota a favor de la condena, sin embargo, no manifiesta las razones por las cuales emite ese voto y siempre Costa Rica había tenido un discurso duro en el seno de la OEA frente al gobierno en Nicaragua, habrá que seguir estudiando la posición de Costa Rica para ver cuánto evolucionan, y creo que es un indicio de que se sigue pensando muy fuertemente en solicitar el beneplácito para el nombramiento de un embajador en Managua”, señaló Cascante Segura.

Representante permanente de Costa Rica ante la OEA. FOTO: TOMADA DE LA OEA

Murillo Zamora sostuvo que “la actual Administración de Costa Rica no tiene la más mínima idea, el actual presidente no tiene la más mínima idea de lo que es política exterior, no han tomado posiciones, no saben nada, de nada, deduzco que prefirieron no pronunciarse por no tener idea de qué están hablando”.

Breda indicó por su parte que desconoce las razones por las que Costa Rica no argumentó su voto, pero “el voto de por sí expresa una posición sobre el tema”.

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COMENTARIOS

  1. Hace 2 años

    La más preocupante de los neo-aprendices a estar en contubernio con nuestro Megalómano; es la nueva mandataria de Honduras, de raíces chavistas y que además de estar en el concierto de la corriente del mal llamado Socialismo del siglo XXl, está sirviendo de muro de contención física y ideológica de las corrientes democráticas en CentroAmerica.

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