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Goofrey Bennett lleva ocho victorias en el Pomares y es el cuarto más ganador. LA PRENSA/ CORTESÍA

El pícher del Pomares que planea retirarse para irse a trabajar a Estados Unidos

El nacimiento de su hija y el poco salario recibido en Zelaya Central están forzando a Goofrey Bennett ha abandonar su sueño de la niñez para darle una mejor futura a su familia

Goofrey Bennett pensó dejar de jugar beisbol en 2022 para trabajar en la construcción en Estados Unidos. Su hija Gaffrisha había nacido el año pasado y deseaba ganar más dinero para darle todo lo que necesitara porque como lanzador estelar de Zelaya Central no ganaba lo suficiente. ”No gano mucho dinero en el beisbol y por eso no quería seguir jugando para trabajar y que mi hija tenga todo lo que no tuve cuando era pequeño”, indica Bennett, quien presenta balance de 8-0 en ganados y perdidos con una efectividad 0.91.

Creció en el barrio All Bank, de Bluefields, uno de los más peligrosos en su momento donde circulaba la droga y campeaba la delincuencia. Su enfoque en el beisbol y la crianza de sus padres (Horberth y Drita Cooper) lo  alejaron de ese mundo. De 10 años iba de pesca con su tío o le ayudaba a su papá que trabajaba como albañil, una labor que domina y planea ejercerse si se retira pronto. “Pasé muchas necesidades. A veces no teníamos qué comer”, recuerda Bennett, quien desea construir una mejor casa de la que ya posee y darle un mejor futuro a su hija. “Mi familia me dijo que siguiera jugando porque tuve una buena temporada en el 2021. Cuando fui a la profesional dije: ‘Se puede vivir del beisbol’, pero solo en la profesional, porque a pesar de mis números y no puedo tener un aumento, es mejor trabajar”, señala el derecho de 23 años, quien indicó que todo lo que gana lo envía a Bluefields para que su esposa y su mamá compren los alimentos. 

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Bennett decidió jugar con una meta clara: marcar diferencia. Su objetivo es dejar una huella para que lo recuerden siempre y un día poder contarle a su hija lo que hizo antes de retirarse. “Quiero hacer historia en el beisbol nicaragüense, tengo rato de no escuchar de un juego perfecto, estoy tratando de lucirme en eso. No es fácil, hay bateadores menores que le pegan bien, estoy tratando de conseguirlo. Se me escapó con Río San Juan y Matagalpa, he estado cerca porque solo me han dado dos o un hit por juego”, dice el pícher de Zelaya Central, quien lo tiene claro: “No podría seguir jugando por el mismo salario la próxima temporada”.

La drástica decisión la piensa tomar porque sabe que en Zelaya Central, donde apenas está jugando su segunda temporada, tras salir de la Costa Caribe, no tiene tantas posibilidades de ofrecerle un mejor salario como a otros lanzadores el Bóer o los Dantos. “Tengo que mantener a mi familia, tengo una casita, pero quiero una mejor, deseo vivir a otro nivel, vivir una vida feliz con mi familia y poder disfrutar de mis logros. No sé si voy a poder tirar el juego perfecto, trabajo a diario para estar bien y voy a tratar de conseguirlo antes que me retire”, señala.

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