De los detenidos en los últimos meses 11 son mujeres de diferentes sectores. Hoy Cristiana Chamorro Barrios cumple 230 días bajo arresto domiciliario y Tamara Dávila completa 220 días sin poder abrazar a su hija, detenida en una cárcel de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocidas como el nuevo Chipote, ambas siguen en espera de la reactivación de sus procesos, suspendidos por “carga laboral”.
Entre estas 11 se encuentran mujeres del campo, de medios de comunicación, como Cristiana Chamorro, líderes de la oposición como Violeta Granera, miembros del Partido Unión Democrática Renovadora (Unamos), como Ana Margarita Vijil, Dora María Téllez y Suyén Barahona; activistas como Tamara Dávila, la exdiputada y exprimera dama María Fernanda Flores, defensoras de derechos humanos como Evelyn Pinto y María Oviedo, y opositoras como Nidia Barbosa y Samantha Jirón.
El 2 de junio la expresidenta de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH), Cristiana Chamorro Barrios, fue puesta en arresto domiciliario y la Policía allanó su casa. Diferentes personalidades a nivel internacional se pronunciaron sobre estas acciones que consideran arbitrarias.
La jueza Karen Chavarría Morales, titular del Juzgado Noveno del Distrito Penal de Audiencias de Managua, instruyó a la Policía capturar a Chamorro y allanar su casa. El allanamiento duró cinco horas, luego de las cuales Chamorro quedó sin acceso a internet y le fueron ocupados todos los aparatos tecnológicos, según informaron sus familiares.
El régimen orteguista amplió la acusación en contra de Cristiana Chamorro, quien se encuentra detenida bajo casa por cárcel desde el pasado 2 de junio, por los delitos de apropiación y retención indebida.
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Por su parte Tamara Dávila fue detenida por la noche y la Policía informó en un comunicado que se debió a una investigación por haber realizado «actos que menoscaban la independencia, la soberanía, y la autodeterminación, incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos, pedir intervenciones militares, organizarse con financiamiento de potencias extranjeras para ejecutar actos de terrorismo y desestabilización, proponer y gestionar bloqueos económicos, comerciales y de operaciones financieras en contra del país y sus instituciones, demandar, exaltar y aplaudir la imposición de sanciones contra el Estado de Nicaragua y sus ciudadanos, y lesionar los intereses supremos de la nación».
La opositora se encontraba con su hija de 4 años y otras tres mujeres en su vivienda cuando patrullas policiales llegaron y se metieron a la casa, informó Ana Margarita Vijil, tía de Dávila. La Policía además cercó las calles que dan a la vivienda.
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