La primera caravana de migrantes nicaragüenses, que salió este 15 de enero de Honduras, es el preludio de lo que se verá de ahora en adelante en el país, consideraron especialistas en el tema. Si bien los nacionales emigran para mejorar sus condiciones de vida la principal causa se debe a cuestiones políticas y la falta de certidumbre hacia dónde va el país.
“Generalmente, y con excepción del huracán Mitch, la migración ha sido por temas políticos, no por la condición económica de los exiliados. Está íntimamente ligada con la situación sociopolítica del país”, refirió Astrid Montealegre, experta en temas migratorios y supervisora de Nicaraguan Human Rights Alliance (NAHRA).
De acuerdo con el medio hondureño Contracorriente, unas 600 personas forman parte de la primera caravana de migrantes de 2022, de las cuales alrededor de la mitad son nicaragüenses “que huyen del régimen de Daniel Ortega”.
Hasta ahora los salvadoreños, hondureños y guatemaltecos habían sido protagonistas de las caravanas que salían rumbo a Estados unidos, cuyos ciudadanos huyen de la pobreza y la violencia del crimen organizado. Ahora se están uniendo los nicaragüenses y en los últimos meses se han incrementado las solicitudes de ayuda para rescatar a nacionales secuestrados en la frontera de Estados Unidos por cárteles de drogas.
La Embajada de Estados Unidos en Managua emitió la semana pasada un anuncio en el que alertó de no viajar a ese país sin contar con un permiso de ingreso legal, porque serán detenidos en la frontera e inmediatamente deportados. «Si llega a la frontera de EE. UU. de manera irregular, solo o acompañado, será deportado inmediatamente. No crea en las mentiras de los coyotes, no inicie un viaje en vano», dijo.
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“Los migrantes nicaragüenses afirmaron a Contracorriente que utilizaron puntos ciegos y pagaron para salir de su país. Este éxodo ocurre cinco días después de que Daniel Ortega tomara posesión como presidente de Nicaragua tras reelegirse por cuarta vez de forma consecutiva”, informó por su parte el medio hondureño a través de sus redes sociales.
Around half of the people are from Nicaragua, and they told Contracorriente they had used blind spots and paid to leave their country.
— Contracorriente (@ContraC_HN) January 16, 2022
📸Photos by Antonio Gutiérrez
📹Video by Instituto de Migración de Guatemala pic.twitter.com/kpMEbRZnyb
“Una cadena de violaciones de DD. HH.”
A criterio de Haydée Castillo, socióloga y activista de derechos humanos —quien se encuentra exiliada en Estados Unidos—, la noticia de que nicaragüenses se unan a caravanas de migrantes que van hacia ese país americano, no es más que una muestra de la asfixia que viven las personas dentro del país, y que buscan salir de la dictadura orteguista. Para ella, esta situación corresponde a la cadena de violaciones de derechos humanos de los Ortega-Murillo.
“Esta crisis política y de derechos humanos ya escaló y derivó en una crisis profunda en lo social, en lo económico también, que está obligando ya no solo a la oposición sino a las capas más vulnerables de la población a buscar opciones fuera del país”, declaró Castillo.
“Esta situación hace que la cadena de violaciones a derechos humanos, por causa de la dictadura, se extiendan hasta las fronteras de México con EE. UU. y el trayecto por el Triángulo Norte. Ortega hizo inviable el país, su convivencia social comunitaria y el proyecto de vida de los nicaragüenses”, agregó.
Un recorrido que realizó este Diario el 22 de noviembre del año pasado —días después de las elecciones generales—por las distintas oficinas de Migración y Extranjería en Managua, confirmó largas filas de ciudadanos que tramitaron su pasaporte. Trabajadores de los alrededores afirmaron en ese momento que la afluencia de personas había aumentado luego de llevarse a cabo los comicios.
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De hecho, los números oficiales del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) reportan que julio y noviembre de 2021 fueron los meses con más detenciones de nicaragüenses: más de 13 mil cada uno. En total, entre enero y noviembre del año pasado fueron detenidos 72,192 nicaragüenses, quienes intentaron ingresar de forma irregular a Estados Unidos.
Migración nica no disminuirá
La abogada Montealegre reconoció que si bien la situación de inmigración nicaragüense ha estado presente a lo largo de la historia, el escenario se agudizó desde el 2018 —el año más represivo de los últimos tiempos— y aunque en un momento las cifras de esta población disminuyeron, estas volvieron a aumentar desde el año pasado por la persecución y encarcelamiento de la oposición y la censura a medios independientes, y se mantendrán altas, consideró la especialista.
Montealegre compartió que hay nicaragüenses que se contactan con la organización para ser orientados en el proceso de asilo político en Estados Unidos.
Al respecto, monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa y administrador de la Diócesis de Estelí, expresó este domingo durante su homilía que ha sido testigo de la salida del país de “jovencitos” entre los 12 y 16 años de edad, quienes lo buscan para pedirle “su bendición”.
“Hoy les quiero contar algo que me está sucediendo (…) Y es que los padres, los sacerdotes, desde el mes de noviembre, de octubre del año pasado, me dicen: monseñor dese prisa, venga a confirmarnos (a los jóvenes), venga a celebrar las confirmaciones, porque nuestros muchachos se están yendo del país. Nuestros muchachos solo están esperando confirmarse para irse del país, apresúrese para que al menos se vayan con el sacramento de la confirmación”, comentó Álvarez.
“Así me ha sucedido en diferentes parroquias, que, al finalizar la celebración jovencitos de 12, 14 años, de 16 años, se acercan y me dicen: deme su bendición, porque mañana me voy. Los sacerdotes son testigos de cómo familias enteras llegan a ellos a pedirle su bendición, porque tienen que agarrar estas caravanas del desierto, que son caravanas de muertes”, insistió el religioso.
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Por su parte Castillo señaló que los migrantes se enfrentan a “un calvario” durante su viaje: extorsiones, secuestros, violaciones sexuales, abusos; así como por el tiempo de espera en México, donde se mantienen en condiciones infrahumanas.
“Mientras no se encuentre una estrategia clara de salida de la dictadura y del retorno a la democracia y a las libertades, la vida de los nicaragüenses seguirá siendo un calvario. Este calvario es la paz y la prosperidad que la pareja dictatorial ofrece”, manifestó Castillo.