“No, no contarán con la comodidad de un borrón y cuenta nueva”, dijo Francys Valdivia Machado, presidenta de la Asociación Madres de Abril (AMA), un día después de que el dictador Daniel Ortega manifestó en su discurso, del pasado 10 de enero, que los crímenes del 2018 quedarán atrás y todo será “borrón y cuenta nueva”.
Varios analistas y defensores de derechos humanos salieron al paso de las palabras del dictador, Ortega, pronunciadas al final de su confrontativo discurso del día de su investidura como mandatario “ilegítimo”. y todos coinciden en que lo que Ortega busca es impunidad.
«Hay que seguir luchando y nuestra meta es darle continuidad a la buena marcha que traíamos hasta antes de abril 2018, eso borrón y cuenta nueva, y vamos adelante», mencionó el dictador.
Valdivia Machado, que preside esa organización de familiares de víctimas mortales de la represión gubernamental de 2018, y que no han encontrado justicia hasta la fecha, refirió con firmeza en un mensaje publicado en la red social Twitter que la lucha de mantener viva la memoria de sus familiares sigue, contrario a lo que el dictador quiere.
No,no contarán con la comodidad de un "borron y cuenta nueva"ESTA VEZ NO!La recuperación de la memoria es imprescindible y NOS PERTENECE!#MEMORIA CRÍTICA #JUSTICIA SIN IMPUNIDAD#LIBERTAD PARA LOS PRES@S POLÍTICOS. #ABRIL 2018 es CONCIENCIA,RESISTENCIA Y LUCHA PERMANENTE.
— Francys Valdivia Machado (@FrancysValdivia) January 11, 2022
Ortega “lanza anzuelo queriendo hacer ‘Borrón y cuenta nueva’ de su barbarie en abril. Sabe bien que fue el pueblo de #Nicaragua, sin más recursos que su dignidad quien dijo ‘Basta Ya’ a su dinastía familiar y su gobierno feudal”, opinó la defensora de derechos humanos Haydée Castillo.
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La misma treta
Ivannia Álvarez, miembro de la Unidad Nacional Azul y Blanco y de Articulación de Movimientos Sociales, refirió en una entrevista con el periodista Álvaro Navarro que esa “búsqueda de impunidad no es nueva”.
“Hay una búsqueda de impunidad. Hay una búsqueda de impunidad, que no es nueva. Es agazapada otra vez”, afirmó Álvarez.
“Yo creo que no lo dijo deliberadamente. Es lo que ha buscado (siempre). Ortega se sentó, y grupos de la oposición también se sentaron en un diálogo con más de 300 personas asesinadas, con más de dos mil presos políticos, a negociar lo mismo. A negociar ese borrón y cuenta nueva. La amnistía (2019) también es prueba de ello, que perdonó algo que no habías hecho. Y ahora, otra vez se habla como a sí mismo, pero todo el fin es buscar impunidad. Y aquí, los familiares de víctimas han sido claros: ni perdón ni olvido, y tampoco silencio”, aseveró.
Consultado por Confidencial, el exsecretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrão, refirió que la “memoria es la mejor arma humana contra la barbarie”. Abrão conoció de cerca la violenta represión por parte de la dictadura Ortega Murillo en contra de manifestantes civiles en 2018, la cual, según la CIDH tuvo un saldo de al menos 355 personas asesinadas.
Con el fin de mantener la memoria viva, AMA creó la iniciativa el Museo de la Memoria contra la impunidad, que cuenta la historia de cada persona asesinada por policías y paramilitares en el contexto de la rebelión de 2018.
“Si antes la historia era construida basada en el olvido, la ética social actual clama por ‘ni olvido, ni perdón’. La nueva revolución es la memoria. Sin conocer los errores del pasado, no hay cómo construir una efectiva democracia. La memoria es la mejor arma humana contra la barbarie”, dijo Abrão a Confidencial.
Álvarez considera que la “búsqueda de impunidad va a persistir”, pero que el dictador no va a lograr su objetivo, porque los familiares de las personas asesinadas han seguido haciendo su trabajo de mantener viva “la memoria”.
Presos políticos
Para el activista Israel Lewites, quien también fue entrevistado por el periodista Álvaro Navarro, los presos políticos son un peso para el régimen Ortega Murillo, con el cual no sabe qué hacer y del que quiere deshacerse.
“Los presos políticos, si los mantiene secuestrados son un costo político, un motivo de sanciones, un motivo de desprestigio, simplemente no puede iniciar conversaciones con nadie, mientras tenga a esos presos políticos; pero, por otro lado, si los libera, hará que la oposición agarre fuerza enorme, porque tendrá unos líderes que han estado secuestrados y, al salir, van a tener una credibilidad enorme… Es ahí donde aparece con ese tipo de discurso, que ha ofendido a mucha gente”, opinó Lewites.
La dictadura ha llevado a la cárcel a cientos de opositores, pero a la fecha mantiene a al menos 170 en prisión. Para algunos analistas son una especie de moneda de cambio frente a una posible negociación o para persuadir a Estados Unidos que le retire las sanciones que ha impuesto a varios funcionarios y entidades.
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Álvarez coincidió con Lewites sobre la situación de los presos políticos del país, pero insistió en que el discurso de Ortega es un monólogo con el que busca nada más impunidad y no un verdadero diálogo. Los presos políticos “no son negociables, porque realmente lo que necesitamos es que salgan lo más pronto posible, que salgan ya, y eso no debería si quiera ser parte de una negociación”, refirió.
De acuerdo con Lewites, a la fecha no existe ninguna condición para llegar a un arreglo con Ortega, porque él “cruzó una línea, de la cual ya no hay retroceso”.
“Nada de lo que haga ahorita va a cambiar que él es un presidente ilegítimo. Por más que se siente a dialogar, por más que libere secuestrados, él no es el presidente de Nicaragua. Desafortunadamente, la única manera en que esto podría cambiar es que se llame a elecciones libres y transparente lo más pronto posible, pero obviamente eso no va a ocurrir”, señaló Lewites.
Para la defensora de derechos humanos y presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, el «borrón y cuenta nueva» implica «una autoamnistía», que en términos simple es legalizar la impunidad.
En ese sentido coincidió con Álvarez. «Una autoamnistía, él en ningún momento está incluso pensando en decir voy hacer un pacto o negocio, digamos, con la empresa privada, los empresarios, y voy a sacar a los presos políticos, él está pensando que definitivamente que el sistema de bondad que traían lo va a seguir, y eso de borrón y cuenta nueva es que todo va a quedar en impunidad», refirió Núñez.