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En la foto, el doctor Carlos Tünnerman intercediendo ante Guardia Nacional por estudiantes detenidos por la dictadura somocista. ARCHIVO

La “Navidad sin presos políticos” de los setenta, cuando pedían por la liberación de Daniel Ortega

Las campañas de "Navidad sin presos políticos" se remontan a los años setenta cuando la dictadura somocista tenía presos a sus opositores. Aproximadamente 50 años después, estas siguen existiendo bajo el régimen de Ortega

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Las campañas de “Navidad sin presos políticos” no se inventaron en 2018 con los centenares de opositores detenidos por la dictadura de Daniel Ortega en ese año y en los siguientes hasta hoy, cuando hay más de 160 disidentes encarcelados por pensar diferente. Paradójicamente Ortega fue uno de los presos en los años setenta del siglo pasado, por los que su familia clamó su liberación en las fiestas navideñas.

Estas campañas también se hicieron en otros países de la región que estaban sumidos en dictaduras, sobre todo entre los setenta y ochenta. En Nicaragua, la demanda de “Navidad sin presos políticos” se remonta a 1970 con los presos políticos que mantenía la dinastía somocista en las cárceles, recuerda Marlen Chow, quien fue dirigente estudiantil para esa época.

En ese entonces, Daniel Ortega estaba en prisión por haber asaltado un banco, sin embargo, su nombre aparecía en las listas de presos políticos por pertenecer al Frente Sandinista. Su madre, doña Lidia Saavedra, incluso llegó a ser dirigente de los familiares de presos políticos y, según registros periodísticos de la época, participó en las campañas de “Navidad sin presos políticos” demandando la libertad del hoy dictador de Nicaragua.

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La comandante y disidente del Frente Sandinista, Mónica Baltodano, también participaba en estas jornadas y recuerda que consistían en una serie de manifestaciones para demandar la libertad de los presos políticos, pero también para denunciar la precariedad en que vivían miles de nicaragüenses.

Ángela Saballos era periodista del diario LA PRENSA en aquellos años y cubrió varias de aquellas manifestaciones. “Era la mezcla de un pensamiento de marxistas y un pensamiento de cristianos para demandar una navidad sin reos políticos”, comenta.

“Es una jornada que tiene que ver con la historia de Nicaragua, que ha estado bajo hegemonías conservadoras, con influencias fundamentalistas que provocaban condiciones de persecución, tortura y muerte contra todo el que se opone”, indica Chow.

Daniel Ortega preso en la cárcel La Modelo de Tipitapa en la década de 1970. LA PRENSA/ ARCHIVO DE MAGAZINE
Daniel Ortega preso por asaltar un banco en la cárcel La Modelo de Tipitapa en la década de 1970. LA PRENSA/ ARCHIVO DE MAGAZINE

Demandas existían desde antes

La exdirigente estudiantil dice que estas demandas se daban desde los años cincuenta y recuerda particularmente en 1956 cuando Rigoberto López Pérez ajustició a Anastasio Somoza García y la Guardia Nacional desató una feroz persecución contra opositores. Para diciembre de ese año hubo una gran demanda de libertad para los presos políticos, pero todavía no se adoptaba el nombre de “Navidad sin presos políticos”.

Chow explica que fue a partir de 1970 que estudiantes, religiosos, organizaciones gremiales y sindicales adoptaron el nombre de la campaña, pero además de pedir la libertad de los reos políticos, denunciaban la pobreza, la carestía de la vida y el contexto represivo en que vivían los nicaragüenses.

El escenario principal de estas campañas eran las iglesias y aunque la dinastía somocista no permitía la disidencia, Saballos, Baltodano y Chow coinciden en que la Guardia Nacional nunca entró a una iglesia para reprimir a manifestantes.

“A la Guardia no se le ocurría entrar a una iglesia”, dice Saballos, mientras Chow considera que “Somoza tenía cierto respeto por la Iglesia católica”. El peligro venía después. Cuando los manifestantes salían de las iglesias para sus casas, tenían que irse con cuidado porque podían ser capturados.

Soldados de la Guardia Nacional cateando una casa en Nindirí, en julio de 1979. FOTO/ CORTESÍA/ BILL GENTILE

En los últimos años que Daniel Ortega ha desatado una represión feroz contra opositores, los manifestantes que han impulsado las campañas de “Navidad sin presos políticos” también han ocupado las iglesias para expresar sus demandas y han optado por ocultar sus rostros para no recibir represalias.

Al igual que con la Guardia Nacional de Somoza, los manifestantes suelen protegerse de la Policía orteguista y los paramilitares que asedian los templos. Para este 2021, la represión se ha recrudecido tanto que la campaña “Navidad sin presos políticos” está siendo impulsada de manera virtual y desde el exilio por organizaciones opositoras.

Tomas de iglesias

La exdirigente estudiantil Marlen Chow narra que para aquellos años las campañas de “Navidad sin presos políticos” incluían varias actividades como plantones en las esquinas, repartían papeletas, hacían protestas en los atrios de iglesias o algunas veces se las tomaban.

Entre los participantes de aquellas campañas que después se convirtieron en personajes importantes están el exgeneral del Ejército Joaquín Cuadra, el comandante del Frente Sandinista Luis Carrión, el sacerdote Fernando Cardenal, el reverendo José Miguel Torres, Álvaro Baltodano, Arlen Siu, Óscar Perezcassar, y demás.

Muchos de ellos en su juventud pertenecíeron al Movimiento Cristiano Revolucionario (MCR), que aglutinaba a jóvenes católicos y evangélicos que organizaban actividades en solidaridad con los más necesitados.

Saballos recuerda que para septiembre de 1972, previo al terremoto, un grupo de jóvenes cristianos se tomó la vieja Catedral de Managua. En esa toma participó el hoy preso político Edgard Parrales, quien para aquellos años era sacerdote.

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“Llegamos a la misa de las seis de la mañana. Sacamos a la gente que estaba llegando a la Catedral. Cerramos las puertas y nos tomamos el lugar. Decíamos nuestras demandas a través de los parlantes que estaban en el segundo piso”, contó Parrales en el programa Esta Semana, en diciembre de 2018.

“Empezaron los medios informativos nacionales e internacionales a informar. Se convirtió en una crisis tal, que Somoza tuvo reunión permanente con su gabinete para analizar la crisis. El arzobispo tuvo reunión con su clero para analizar la situación también”, narró Saballos.

Días después, tras la intermediación del arzobispo de Managua, monseñor Miguel Obando y Bravo, los jóvenes abandonaron el templo y Somoza Debayle tuvo que liberar a un grupo de reos. Pero todavía quedaban más presos políticos en las cárceles.

La toma de la vieja Catedral representaba un desafío para el régimen somocista, pues al lado estaba el Palacio Nacional donde funcionaba el congreso en aquel entonces.

Actos culturales

Además de los plantones y manifestaciones también se hacían actos culturales en los atrios de las iglesias y parroquias. Se recitaban poemas, se montaban obras de teatro y conciertos. La temática era la demanda de la libertad de los presos políticos y la pobreza a la que tenía sometida el régimen somocista a la población.

Carlos Mejía Godoy cuenta que las campañas de “Navidad sin presos políticos” de los setenta fueron prácticamente sus inicios y recuerda con particularidad la jornada de 1972, cuando en el atrio de la Catedral de Managua estrenó su canción “Navidad en Libertad”.

“Incluso hay una estrofa de esa canción que no pudo ser grabada porque la censura no me lo permitió, pero que yo la canto cuando me presento en vivo. Dice así: “Cuando estés sentado ahí en tu mesa, donde abundará vino y caviar, piensa que en la cárcel hay hermanos que por ti luchando están. Ellos no tendrán este diciembre, ni relleno ni champán, pero brindarán desde sus celdas con la copa de su ideal”. Y luego el coro. “Feliz Navidad, feliz Navidad, en justicia y libertad”, dice Mejía Godoy.

Precisamente, en la madrugada de ese 23 de diciembre de 1972 en que el terremoto que destruyó Managua, un grupo de jóvenes se encontraba en la Catedral en un ayuno ecuménico como parte de la jornada de navidad sin presos políticos. Mónica Baltodano era una de esas jóvenes que participaba en la campaña que tuvieron que suspender por el desastre.

La vieja Catedral de Managua con una pancarta demandando la libertad de los presos políticos. Esta foto fue tomada la mañana del 23 de diciembre de 1972, horas después del terremoto. CORTESÍA FAMILIA LÓPEZ

“Yo solo recuerdo que ya iba bajando las gradas de la Catedral y que caían las piedras alrededor. Aquello temblaba enormemente”, cuenta Baltodano. No hay registros de que algún preso político haya muerto en el terremoto de 1972, pero sí de algunos que huyeron como Emmet Lang, que se encontraba en la cárcel de El Hormiguero y cuando se cayó el muro de su celda, aprovechó para salir corriendo hacia la calle.

Para los siguientes años, la campaña de “Navidad sin presos políticos” se continuó haciendo en distintas partes del país. “Por ser Managua la capital parecía que era solo en Managua, pero era prácticamente en todo el país”, cuenta Chow y recuerda que llegaban civiles con machetes o pistolas para reprimirlos cuando salían a la vía pública, tal y como hacen las turbas de Daniel Ortega en estos días.

Grupos importantes de presos políticos salieron en 1974, con la toma de la casa del “Chema Castillo” por parte de un comando guerrillero del Frente Sandinista liderado por Hugo Torres. En esa oportunidad salió Daniel Ortega, pero ahora convertido en dictador, tiene a Hugo Torres como preso político.

En 1978 también salió otro grupo importante de reos políticos con la toma al Palacio Nacional que lideró Edén Pastora, conocido como “comandante cero”. Los actuales presos políticos Hugo Torres y Dora María Téllez también participaron en esa toma. También a finales de ese año, Somoza, a través de una amnistía excarceló a otro grupo de presos políticos, en los días que se venía incrementando las acciones que derrocarían en a la dictadura en julio del año siguiente y por la presión internacional.

Algunos de los exguardias nacionales que pasaron a ser presos políticos en las cárceles sandinistas desde el triunfo de la Revolución en 1979, hasta febrero de 1990. Aquí están en La Modelo. FOTO/ CORTESÍA/ NICOLÁS LÓPEZ MALTEZ

Para la década de los ochenta, cuando el Frente Sandinista gobernó Nicaragua por primera vez, hubo mucha demanda de libertad de reos políticos, pero no se ocupó el nombre de la campaña que se venía desempeñando en los setenta y casi no podían hacerse muchas actividades porque, al igual que ahora, la represión era férrea y desmedida, valora Marlen Chow.

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