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Victoria Cárdenas: “No vamos a permitir que nuestros familiares se utilicen como fichas de cambio”

Si Daniel Ortega llama a una negociación, a Victoria Cárdenas no le gustaría ver a su esposo siendo utilizado como pieza de intercambio. Su libertad, y la del resto de presos políticos, debe ser una condición previa a esa negociación, valora.

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Victoria Cárdenas Lacayo es una persona de pocas palabras, pero dice lo suficiente para comprender el dolor y sufrimiento que le causa la detención de su esposo Juan Sebastián Chamorro, el exilio al que está forzada, y la separación de su familia.

Está enfocada en el día a día, dice, y también en elevar su voz a nivel internacional para denunciar la situación de su esposo y que, más temprano que tarde, pueda ser liberado. Para ello se ha reunido con funcionarios de la Organización de Estados Americanos (OEA) y personeros de la administración de Joe Biden, entre otros.

En esta entrevista habla sobre esos encuentros, así como la reacción de la comunidad internacional respecto a la situación de Nicaragua. También sobre la represión que el régimen de Daniel Ortega emprendió en su contra, solamente por ser la esposa de un hombre que se atrevió a oponerse al dictador.

¿Qué ha podido saber de su esposo Juan Sebastián hasta hoy?

Juan Sebastián se encuentra incomunicado. Solo le han permitido tres visitas en más de 160 días, y se mantiene en indefensión total ya que su abogado solo lo ha podido ver el día de su audiencia inicial y hace una semana se nos informó que los juicios estaban suspendidos, lo que significa que él está detenido de manera indefinida. No hay tiempo, ni fecha, ni ningún detalle de cuándo podría iniciarse nuevamente el juicio.

Mi esposo al igual que el resto de presos políticos están en riesgo al estar en esas celdas siendo personas inocentes que están siendo sometidos a torturas. Así también estamos los familiares que no podemos verlos. Cada día que están en esas celdas es un riesgo para su salud, para su vida, para su integridad y para su bienestar. El de ellos y el de sus familiares.

La represión en contra de su esposo también la alcanzó a usted

Así es. A mí la Alcaldía de Managua, hace casi año y medio, comenzó con un proceso penal donde pusieron orden de captura en mi contra y después inició un juicio civil. La represión no solo era hacia él (Juan Sebastián) en ese momento, sino que también era en mi contra. Ya después vino su detención arbitraria e ilegal hace más de160 días. Y después yo por denunciar y exigir su libertad, también fui acusada unos meses después de su arresto, de traición a la patria.

¿Cómo valora usted esa acusación en su contra?

No acepto esa acusación porque es totalmente infundada, ilógica e ilegal. Igual que la que le hicieron a mi esposo en el momento en que lo detuvieron y sí es algo que me duele en el sentido de que por esa acusación, yo no puedo volver a mi país en este momento. Es una acusación que no acepto bajo ningún punto.

El juicio a partir de la denuncia de la Alcaldía de Managua en su contra, ¿cómo avanza?

Eso todavía está en proceso. No se ha resuelto. Llevamos más de año y medio en esta defensa ya que también todas esas pruebas y alegatos que hace la Alcaldía son falsas. Esos impuestos no se deben por lo cual no vamos a pagarlos. Es totalmente ilegal.

Antes de que su esposo fuese detenido, él ya era uno de los opositores más visibles. ¿Nunca pensaron en salir del país por seguridad?

Fíjate que no. Yo nunca salí del país porque no quería que mi familia se separara y Juan Sebastián, al comprometerse con esta lucha pacífica de querer construir una democracia en Nicaragua y por lo cual se dedicó en cuerpo y alma por tres años a esto, no fue opción salir del país, aunque él sabía que podía haber consecuencias por ser opositor, pero no se nos ocurrió porque él estaba en su lucha constante y yo porque no quise dividir a mi familia, pero igual se dividió en el momento en que lo echaron preso, al momento en que lo detuvieron. Y ya el resto es historia.

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¿Recuerda cómo fue la detención de su esposo hace más de 160 días?

Sí, claro. A él lo habían citado a la Fiscalía para presentarse por la mañana del nueve de junio, pero a las pocas horas de que volvió de la citatoria, en la noche, sin orden de captura, se presentaron de manera violenta en nuestra casa más de ocho patrullas y más de cuarenta policías armados. Se brincaron el muro y Juan Sebastián en ese momento salió por el ruido que escuchamos y ahí lo desaparecieron. No te podría decir que lo detuvieron porque más bien fue como que lo desaparecieron. En cuanto abrí el portón, ya estaban adentro, lo desaparecieron, y después sin orden de allanamiento se quedaron en mi casa cuatro horas registrando y llevándose todo lo que quisieron, y a las doce de la noche se retiraron. Desde ese momento yo no pude volver a mi casa porque sentí que mi hogar, mi familia, mi privacidad había sido violada.

¿Cómo ha sido para usted tener a su esposo detenido?

Yo tengo una hija y ella tuvo que salir del país conmigo y esto ha sido lo más doloroso que hemos vivido como familia. Yo no le deseo a nadie que pase por esto y cuando sabemos que mi esposo, su papá, ha sido una persona inocente y lo único que ha querido es luchar por la paz, la libertad, por la justicia de su país, y ha tenido que pasar por esto. Yo, para ser franca me enfoco en vivir el día a día y empeñarme en esta lucha de denunciar para lograr su libertad. Nuestra familia se separó y al igual que yo, están también el resto de familiares que compartimos esta experiencia tan dolorosa y tan difícil ya que las personas que tenemos detenidas no tienen ni las condiciones básicas dentro de las prisiones. Entonces es por eso mi constante denuncia y mi constante demanda de libertad para mi esposo para que este sufrimiento, para que este dolor cese pronto y las familias nicaragüenses puedan reunirse pronto con sus seres queridos.

De Juan Sebastián se ha dicho que desde antes del estallido social de 2018 él tenía aspiraciones políticas. ¿En algún momento habló con usted sobre eso?

Mi esposo siempre ha querido servir a su país y por eso él ha sido servidor público, por eso él ha trabajado en proyectos de desarrollo como la Cuenta del Milenio, por eso trabajó en la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (FUNIDES) que es un centro de pensamiento. Y esta vez se dio la oportunidad de que él decidió tomar esta lucha y al acercarse el año de elecciones, porque él cree todavía y todos los nicaragüenses que creemos en la democracia creemos que las elecciones son el camino pacífico hacia una transición, y es por eso que el pasado diez de enero de 2021 lanzó su candidatura como precandidato para que, entre toda la oposición, escoger a una persona que representara a la verdadera oposición. Pero ya sabemos qué fue lo que hizo el régimen, que cerró toda ventana para que todo esto fuera posible, al secuestrar y silenciar, y hacer que todo el resto de la oposición se fuera al exilio.

¿Cómo vio las elecciones del pasado siete de noviembre?

Bueno, no te podría decir que fueron unas elecciones, fue una farsa, ya que en las elecciones uno tiene la opción de elegir a su candidato, y en este caso era solo el régimen y los partidos colaboracionistas que no nos dieron la opción de elegir y tampoco le dieron la opción a los candidatos de poder elegirse, entonces esto no fue una elección. Fue un día de una votación donde se mostró además la gran abstención del pueblo nicaragüense que le dice al régimen y a Daniel Ortega que él no era su candidato, porque sus candidatos estaban secuestrados.

¿Qué cree que pudo haber pasado si le hubiesen permitido a su esposo enfrentar a Daniel Ortega en las urnas?

Pues no sé si hubiera sido él o uno de los otros precandidatos opositores que están presos. Eso nunca lo supimos. Pero si el siete de noviembre hubiese sido un día de celebración y alegría, ya que la mayoría de nicaragüenses quiere un cambio. Hubiese sido un día de fiesta y de victoria, lo cual no se pudo lograr por la brutal represión que el régimen desató desde mayo de este año.

La hemos visto junto a Berta Valle en constantes reuniones con personajes de la política internacional, ¿cuál es el propósito de estos encuentros?

Bueno, desde el inicio, desde hace más de cinco meses en que nuestros esposos quedaron detenidos, nuestro único propósito, de Berta y mío, es la liberación de nuestros esposos y del resto de presos políticos. Es lo que hemos dicho y lo que demandamos y hemos exigido, y pedido apoyo a la comunidad internacional donde vamos. Lo que nosotros demandamos es que nuestros esposos sean liberados de manera inmediata e incondicional, al igual que los más de 130 presos políticos que tiene Nicaragua ahorita

¿Cómo ha visto la respuesta de la comunidad internacional respecto a la situación de Nicaragua?

Creo que la comunidad internacional ya ha sido bien clara en que no reconoce las elecciones, y de la misma manera no reconocerá al nuevo gobierno de Daniel Ortega y está dando muestras claras del repudio que hay hacia esta farsa que se llevó a cabo el pasado siete de noviembre. Daniel Ortega no puede seguir actuando con la impunidad que lo ha hecho. En el caso de los presos políticos, las personas que están detenidas son seres humanos a los cuales se les han violado todos sus derechos y esto no puede continuar así. Estas personas no son un número. Estas personas tienen, en el caso de mi esposo más de cinco meses, pero hay personas que tienen desde 2018, e incluso hay personas que llevan ahí detenidas desde antes de ese tiempo y esto ya no es una crisis sociopolítica únicamente, esto es una crisis humanitaria, la que debe acabar de inmediato con la liberación inmediata de todos los presos políticos.

Recientemente usted se reunió con el secretario general de la OEA, Luis Almagro. ¿Qué pudo hablar con él?

Nos reunimos un día después de la farsa, y en ese encuentro le reiteramos que el régimen de Daniel Ortega concluyó con lo que todos sabíamos que iba a pasar, e hizo esa farsa electoral. Nosotras por lo que abogamos es por la libertad de los presos políticos también.

Victoria Cárdenas y Berta Valle, esposa de Félix Maradiaga, en reunión con el secretario general de la OEA, Luis Almagro. TOMADA DE REDES SOCIALES

¿Qué dijo Almagro?

Él se mostró muy solidario y ya después vimos la reacción de los diferentes países que conforman la OEA, y al igual que el resto de países, Nicaragua al firmar y ser parte de la Organización de Estados Americanos debe respetar ciertos acuerdos y ciertas normas de democracia y derechos humanos, lo cual no ha hecho. Entonces creo que el actuar de él (Almagro), está demostrando lo que el resto de actores, de países y de organizaciones piensan de lo que Daniel Ortega está haciendo con la brutal represión y que no quiere soltar el poder a ninguna costa en Nicaragua.

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En las diferentes ocasiones que lo hemos visitado, hemos puesto el tema de los presos políticos como una prioridad e inmediatamente él siempre se ha mostrado solidario y siempre lo tiene bien en cuenta y está en la agenda como primer paso que hay que hacer para retomar cualquier camino fuera de esta crisis tan grave que está atravesando Nicaragua.

También la hemos visto reunida con funcionarios del gobierno de los Estados Unidos

Sí. Nosotros no cesaremos con esta lucha de libertad hasta que nuestros esposos y el resto de presos políticos estén liberados. Ellos son inocentes. No deberían estar presos y son seres humanos que están sufriendo, y también sus familiares estamos sufriendo. Y hasta que ellos no sean liberados no vamos a descansar.

¿Qué ha podido hablar con los funcionarios estadounidenses?

Yo creo que el gobierno de los Estados Unidos, al igual que la Unión Europea, Canadá y el resto de países latinoamericanos estaban esperando a ver si el régimen daba alguna muestra de voluntad, que se celebraran verdaderas elecciones, pero al cerrar todo tipo de camino en esa dirección, creo que ellos están actuando y tomando decisiones que creen que son las correspondientes para parar esta farsa y decirle al régimen que no están de acuerdo con lo que está haciendo y con lo que ha hecho con Nicaragua.

Daniel Ortega ha hablado mucho de un posible diálogo y se cree que los presos políticos puedan servirle como ficha de cambio

Nuestros familiares no son objetos, nuestros familiares son seres humanos. No vamos a permitir que nuestros familiares se utilicen como fichas de cambio. No puede haber diálogo, no puede haber negociación en Nicaragua si están estos más de 130 presos políticos en las cárceles. Entonces, para que haya una salida a esto la primera muestra que debe dar el régimen es la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos.

Victoria Cárdenas junto a su esposo Juan Sebastián Chamorro. LA PRENSA/Roberto Fonseca

Plano personal

Victoria Cárdenas Lacayo tiene 47 años de edad. Los últimos 23 ha estado casada con Juan Sebastián Chamorro, actual preso político de Daniel Ortega. Es administradora de empresas y tiene una hija.

Dice que conoció a Juan Sebastián por amigos en común cuando ella tenía 16 años y él tenía 19. Después se enamoraron y formaron su familia.

El régimen de Daniel Ortega emitió una orden de captura y es señalada del supuesto delito de “traición a la patria”, lo cual la ha obligado a permanecer en el exilio.

Disfruta mucho pasar tiempo con su familia y amistades, “y eso es lo que más extraño de mi país”, comenta.

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