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LA PRENSA

¿Qué deben hacer las escuelas para garantizar la seguridad en las clases presenciales?

Nicaragua mantiene clases presenciales para el sector de educación pública que no podría adaptarse a la modalidad virtual, pero no cumple los requerimientos básicos para garantizar la salud de estudiantes, docentes y sus familias

Aunque aún no hay evidencia científica de que la variante delta afecte más a los niños, el incremento de casos de Covid-19 a nivel mundial  —en todos los grupos de edades— ha encendido las alarmas sobre la necesidad de fortalecer los protocolos de prevención en las escuelas que aún se mantienen abiertas, sobre todo en los sistemas donde se considera que cerrar los centros educativos es más dañino para los estudiantes.

Actualmente, cuando centros educativos privados han adoptado la modalidad virtual ante la nueva ola de contagios que también ha afectado a la comunidad educativa y estudiantil, el sistema público no ha suspendido la modalidad presencial.

Aunque esta decisión no es bien vista por muchos, tiene el respaldo de algunas organizaciones internacionales que  aseguran que la educación virtual agudizó las brechas que ya existían en el acceso y la calidad de la educación. Se argumenta que en países pobres como Nicaragua pocas familias cuentan con servicio de internet propio y aparatos tecnológicos. Además mencionan que el confinamiento provocó daños en la salud física, mental y emocional de niños y adolescentes o puso en riesgo la seguridad alimentaria, ya que dejaron de recibir la alimentación escolar.

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Sin embargo, estas organizaciones también advierten que la modalidad presencial, tanto en los países como Nicaragua que la mantuvieron, como en los que la retomaron en 2021, tras un año de cierre, deben cumplir con algunos requisitos. Solo así se puede controlar el riesgo de transmisión del Covid-19 en las escuelas, especialmente ahora con el surgimiento de variantes más letales, entre ellas la delta que acecha al país aunque el Ministerio de Salud (Minsa) aún no haya confirmado su presencia.

Afectación es menor, si hay protección sanitaria

Pero desde el inicio de la pandemia Nicaragua lleva la contraria a las recomendaciones sanitarias que han adoptado otros países. Mientras los centros educativos de América Latina y el Caribe mandaban a sus casas a unos 160 millones de estudiantes y promovían la educación virtual, el sistema público nicaragüense mantuvo las clases presenciales sin las condiciones sanitarias requeridas para garantizar la seguridad de los estudiantes y la comunidad educativa, de acuerdo con denuncias del personal docente, madres y padres de familia. En escuelas rurales o de escasos recursos no hay ni quiera agua para que los niños se laven las manos y el acceso a mascarillas es limitado o nulo.

“Las investigaciones han demostrado que la apertura de escuelas generalmente no aumenta significativamente la transmisión comunitaria si es implementada con el requerimiento de mascarillas y otras medidas de seguridad. Recientemente han surgido variantes de Covid-19 que pueden aumentar el riesgo de transmisión y provocar un empeoramiento de la enfermedad”, advirtió la Academia Americana de Pediatría (AAP por su sigla en inglés). En Nicaragua ha sido evidente la exposición y falta de recursos en las escuelas públicas.

Y añade que “dada la efectividad de las precauciones de seguridad cuando se usan mascarillas de manera constante, los niños corren un mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental y retrasos en el desarrollo si se pierden el aprendizaje en la escuela”. Aunque esto también aplique para el país, el Gobierno y el Ministerio de Educación debieron también garantizar las medidas especiales para no exponer a los estudiantes, docentes y sus familias.

No se están cumpliendo las recomendaciones

Especialistas locales en educación explican que estas recomendaciones deben cumplirse en todos los centros educativos, tanto públicos como privados. Sin embargo, hasta ahora no se ha sabido que en el sector público se realicen inversiones para garantizar el cumplimiento de estas medidas, por tanto no se están cumpliendo las recomendaciones de la Unicef.

Otro tema es que los organismos internacionales que promueven la educación presencial recomiendan el uso de vacunas y como es sabido Nicaragua es el país más rezagado de la región en cuando a la inmunización. Mientras los vecinos han comenzado a vacunar a la población joven —incluso a partir de los 12 años—, en Nicaragua acaba de completar la aplicación de la primera dosis a las personas de entre 45 y 50 años, y el 30 de agosto comenzó a aplicar la segunda dosis a los mayores de 55 años.

Hasta ahora solo los mayores de 60 años y pacientes oncológicos y con enfermedades crónicas graves tienen completo su esquema de vacunación. Esto indica que falta mucho para que la inmunización de los jóvenes sea una realidad, por lo tanto esta recomendación tampoco se está cumpliendo.

Privados y subvencionados los mejor adaptados

Para los especialistas en educación los centros privados y los subvencionados son los que han desarrollado mejores prácticas, a través de una mezcla de clases virtuales con presenciales que les es posible gracias a recursos propios y las posibilidades económicas de las familias.

Sin embargo, el sector público que según cifras oficiales matriculó a 1.76 millones de estudiantes para el ciclo escolar 2021, fracasó en su intento de promover clases virtuales y luego mediante la educación educativa. Mientras que en las cerca de diez mil escuelas públicas incumple las recomendaciones de organismos internacionales, entre ellas las de Unicef.

“El sistema público ha fracasado, de tal manera que tiene un gran desafío. Las universidades son un recurso muy valioso que el Ministerio de Educación debería aprovechar, ya que los podría asistir técnicamente para hacer esa transición hacia la modalidad remota cuando sea necesario, por ejemplo cuando hay olas de contagio”, dice uno de los especialistas que prefiere no ser citado.

Pandemia afectó la educación, pero también la salud de estudiantes

Para la AAP “la pandemia ha cobrado un precio desgarrador en los niños, y no solo su educación ha sufrido, sino también su salud mental, emocional y física”. Por lo que toda la comunidad educativa debe jugar un rol fundamental “para que el aprendizaje presencial sea seguro y posible para todos”.

Las recomendaciones emitidas tanto por la AAP, como por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (conocido mundialmente como Unicef), radican en cumplir con las medidas de prevención para evitar el contagio y dar un trato especial a los estudiantes para reducir el impacto psicológico y socioemocional provocado por la pandemia.

Unicef preparó una guía para que las escuelas garanticen clases presenciales seguras.  Recomienda:

  • Maestros informados:

    Para lograr un proceso educativo en un entorno seguro y saludable, los docentes deben mantenerse informados mediante fuentes confiables; eso les permitirá protegerse ellos y a sus estudiantes. Les facilitará aclarar a sus alumnos la información incorrecta que pueden recibir en sus hogares. Deben entender qué es la Covid-19,  cómo se propaga y qué podemos hacer para protegernos y proteger a los demás. Este es el primer paso para establecer procedimientos y protocolos que deben acatarse estrictamente.

  • Respeto al distanciamiento físico:

    Fundamental establecer normas básicas que concuerden con los procedimientos de centros escolares y las autoridades de salud:
    a). Usar marcas en el piso para indicar y garantizar que se respete la distancia de al menos un metro de distancia entre las personas.
    b). Pupitres a al menos un metro de distancia entre cada uno.
    c). Escalonar los recreos para evitar aglomeraciones en los patios.
    d). Que los estudiantes realicen las actividades escolares y extracurriculares en la misma aula, solo los maestros deben moverse entre salones. Utilizar diferentes entradas y salidas o establecer un orden.
    e). Impartir clases al aire libre o ventilar las aulas tanto como sea posible.
    f). Escalonar los horarios para evitar que todos los estudiantes y docentes entren y salgan al mismo tiempo.
    g). De ser posible, aumentar el número de maestros para que haya menos estudiantes en cada aula.
    h). Advertir de los riesgos que implican las aglomeraciones al recoger a los niños y evitar que adultos mayores (abuelos) lleven o traigan a los estudiantes.
    i). Medidas especiales durante la práctica de deportes.
    j). Instar a los estudiantes a no reunirse en grupos grandes al salir de la escuela.
    k). Hacer listas de lo que se puede y no se puede hacer, indicar a los alumnos saludos seguros.

  • Lavado de manos:

    a). Instalar estaciones para el lavado o desinfección de manos, en las que siempre haya agua, jabón o desinfectante; de ser posible en aulas, entradas y salidas de la escuela.
    b). Los maestros deben enseñar los cinco pasos para el lavado correcto de manos: humedecer, aplicar suficiente jabón, frotar por al menos 20 segundos, enjugar y secar. Si no hay condiciones debe usarse un desinfectante de al menos 60 por ciento de alcohol.
    c). El lavado o desinfección de manos debe realizarse constantemente. Todos deben estornudar o toser tapándose la boca con la parte interna del codo. Si se tapan con las manos deben lavarlas o desinfectarlas inmediatamente. Si usan pañuelo de papel deben desecharlo y lavarse o desinfectarse las manos.
    e). Insistir para que los estudiantes no se toquen la nariz, ojos o boca, aunque tengan las manos limpias.
    f). Diariamente se deben limpiar y desinfectar las superficies y objetos que se tocan todos los días, entre ellos pupitres, estantes, agarraderas de las puertas, teclados de computadoras, grifos de agua, juguetes y otros.

  • Uso de mascarillas:

    Se les debe indicar a los estudiantes cómo usarla correctamente y dónde desecharlas.

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  • Identificar posibles síntomas:

    a). Adecuar un espacio ventilado para trasladar estudiantes que presenten algún síntoma, proporcionarles mascarilla y llamar a sus padres para que lo lleven a la unidad de salud. Luego desinfectar el lugar.
    b). Tratar de controlar diariamente la temperatura del personal, alumnos y visitantes que ingresen a la escuela. Si alguien tiene temperatura no permitir el ingreso.
    c).  Instar a todo el personal y estudiantes a que si se sienten enfermos se queden en casa y se aíslen.

    Los desfiles estuvieron relativamente nutridos de asistencia. LA PRENSA/ TOMADA DE EL 19 DIGITAL

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