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“Si nosotros estuviéramos bien en nuestros países no hubiéramos venido, si nosotros no estuviéramos oprimidos tampoco hubiéramos venido”, asegura el nicaragüense Cristian Galeano, mientras es reprimido por las autoridades migratorias mexicanas. Sus declaraciones las recoge el medio internacional AJ+ en un reporte durante los disturbios del fin de semana donde los agentes impidieron que una caravana integrada por unos quinientos migrantes indocumentados avanzara hacia la frontera con Estados Unidos.
Muchos nicaragüenses se han ido a Costa Rica, donde a principio de este año ya se reportaban 81 mil. Pero en los últimos meses son miles de nicaragüenses quienes intentan cruzar el territorio mexicano para ingresar a Estados Unidos. Solo en junio, 1,084 nicaragüenses fueron presentados ante las autoridades migratorias de México, que aunque les permiten permanecer en la zona de la frontera con Guatemala, los somete a lentos trámites administrativos que les impiden avanzar.
Mientras México sirve de muro de contención para frenar la migración de los nicaragüenses que también huyen de un régimen opresor, le abre su fronteras a extranjeros de otros continentes. Recientemente se sumó a los países que abrieron sus fronteras para recibir a quienes huyen de Afganistán, ahora tomado por el régimen talibán. Aunque nadie duda que especialmente las mujeres y los niños deben salir para resguardar sus vidas de un grupo fundamentalista caracterizado por suprimir sus derechos, esta apertura paralela ha generado algunas críticas por la persecución, dureza y maltrato que da a migrantes centroamericanos y caribeños.
José Miguel Vivanco, director ejecutivo de la división de las Américas de Human Rights Watch (HRW), felicitó, a través de su cuenta de Twitter, al canciller mexicano Marcelo Ebrard, ya que lideró una acción humanitaria que concluyó con la llegada de periodistas, junto con sus familias afganas, a México, que han trabajado para The New York Times (NYT) y otros medios de comunicación estadounidenses. Luego de la felicitación, Vivanco criticó la posición de México ante otros migrantes, que también huyen de regímenes opresores, como el de Daniel Ortega.
Aplaudo a @m_ebrard por acoger a periodistas (NYT y WSJ) en grave riesgo en Afganistán.
Pero qué decepcionantes sus comentarios sobre quienes huyen del brutal régimen de Ortega-Murillo.
Sr. Ebrard, el derecho al asilo es universal. No importa la ideología del régimen represor. https://t.co/mJ3P9TrNmb pic.twitter.com/LzoQC2XLSD
— José Miguel Vivanco (@JMVivancoHRW) August 25, 2021
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Para México los migrantes nicaragüenses son económicos
Ante la imposibilidad de conseguir el ingreso inmediato de los afganos a Estados Unidos, funcionarios del periódico NYT hicieron la solicitud a México. El canciller Ebrard, con la anuencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, dispensó los requisitos burocráticos que habrían retardado el ingreso de las familias de los periodistas.
El mismo The New York Times, aunque agradeció el apoyo, expresó que la acción contradice la habitual imagen de la “divisiva política migratoria” mexicana, a lo que Ebrard respondió: “Tal vez la sociedad en Estados Unidos no está al tanto de la tradición mexicana en cuanto a los refugiados”.
Incluso el columnista del Times que escribió el artículo sobre la llegada de los afganos a México le cuestionó al canciller Ebrard “cómo podría justificar el recibimiento a los afganos cuando presiona a los nicaragüenses para que se queden en casa”. La respuesta del funcionario fue que “las acciones del gobierno mexicano eran coherentes con el impulso de México para dejar en claro la diferencia entre los migrantes económicos y las personas que buscan refugio”.
Con ello el canciller dejó entrever que México califica a los nicaragüenses como migrantes económicos y no como perseguidos políticos del régimen de Ortega.
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Huyen de la persecución, conflicto y violencia
Bajo el pretexto de la no intervención y el respeto a la determinación de los pueblos, el gobierno de López Obrador no ha apoyado las condenas contra Ortega emitidas por organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA). Aunque en los últimos meses ha mostrado interés por servir de mediador en un posible diálogo en busca de solución a la crisis que enfrenta el país, crisis que ha dejado más de 325 muertos, cientos de heridos y apresados o secuestrados y más de cien mil exiliados.
Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), los migrantes económicos “son personas que han salido de su país en busca de oportunidades laborales. En ocasiones, provienen de países en pobreza extrema y pueden llegar a jugarse la vida para entrar en un país con el fin de trabajar”.
Acnur define como refugiados a “personas que no pueden regresar a su país de origen debido a un temor fundado de persecución, conflicto, violencia u otras circunstancias que hayan perturbado seriamente el orden público; y que, como resultado, requieren protección internacional”. Acnur advierte que los refugiados son un grupo específicamente definido y protegido en el derecho internacional, porque la situación en su país de origen les imposibilita el regreso a sus hogares; por lo que llamarlos por otro nombre puede poner en peligro sus vidas y su seguridad.
Si bien Nicaragua es uno de los países más pobres de la región y en las últimas décadas la falta de oportunidades laborales y los precarios salarios han empujado a muchos a migrar en busca de oportunidades de empleo, las estadísticas demuestran que la crisis política ha sido el detonante para que miles traten de resguardar sus vidas fuera de las fronteras nacionales.
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Junio: récord de detenidos en México
En abril de 2021, Acnur dijo que desde el inicio de la crisis sociopolítica en 2018 hasta esa fecha, más de 108 mil nicaragüenses se han visto obligados a abandonar el país. De ellos, unos 81 mil han buscado protección en Costa Rica. El resto ha explorado otras opciones, entre ellas entrar a Estados Unidos de manera ilegal, lo que los obliga a cruzar el territorio mexicano.
De acuerdo con reportes de la Secretaría de Gobernación de México, la cantidad de nicaragüenses deportados desde ese país y los que son presentados o fichados por las autoridades —pero a quienes se les permite permanecer en suelo mexicano para continuar su viaje o esperar el ingreso a Estados Unidos— este año ha alcanzado cifras récord desde el inicio de la crisis en 2018.
Solo en junio de 2021 presentaron a 1,084 nicaragüenses ante las autoridades mexicanas; es decir un tercio de los 3,027 presentados durante todo el 2019. Esto coincide con el incremento de la represión, el cierre de medios de comunicación y ONG y la captura y posterior desaparición de siete de los 11 aspirantes a la candidatura presidencial por la oposición; situación que para muchos enterró toda posibilidad de resolver la crisis por la vía electoral.
Los informes aconsejan no comparar el 2020, ya que este fue un año atípico, con muy poco movimiento pues el confinamiento impuesto por la pandemia de Covid-19 provocó el cierre de fronteras en la mayoría de países y la paralización del transporte aéreo, terrestre y marítimo.
Julio: récord de detenidos al ingresar a Estados Unidos
La migración masiva que está provocando la crisis política también establece nuevos récord en Estados Unidos. Según reportes del Departamento de Seguridad Nacional, entre enero y julio de 2021 las autoridades migratorias han detenido a 31,716 nicaragüenses. Esa cifra representa un incremento de 122 por ciento con respecto a los 14,248 capturados en todo el 2019.
Los 31,716 detenidos entre enero y julio de 2021, también representan un incremento de 1742.88 por ciento, con respecto a las 1,721 detenciones de nicaragüenses que registró ese país durante todo el 2017 —año previo al inicio de la crisis sociopolítica—. Solo en julio de 2021, las autoridades migratorias de Estados Unidos detuvieron a 13,391 nicaragüenses, cifra cercana a los 14,248 detenidos durante todo el 2019.
Desde el inicio de la crisis política, la cantidad de solicitudes de asilo de nicaragüenses pendiente de resolver en Estados Unidos también se ha disparado y alcanzado las cifras más altas de las últimas décadas.
Peticiones de asilo reflejan migración por situación política
De acuerdo con información divulgada por el Portal de Datos Mundiales Sobre la Migración, en 2017 unos 2,700 nicaragüenses esperaban respuesta a su solicitud de asilo. En 2018 la cifra acumulada de solicitudes pendientes subió a 32,300; en 2019 llegó a 67,200; y al parecer en 2020 se resolvieron muchas porque el acumulado de solicitudes descendió a 62,100.
Para el sociólogo José Luis Rocha, el aumento de las peticiones de asilo es otra muestra de que las causas que han disparado la migración de los nicaragüenses son políticas, ya que las razones para pedir asilo son políticas. Sin embargo, también aclara que las migraciones siempre son multicausales.
Por ejemplo las personas que huyen por la persecución o cualquier otro tipo de problema político, también enfrentan a la vez problemas económicos, que incluso pueden ser derivados por los problemas políticos y a estos se pueden sumar otros.
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Política migratoria de México expone a los migrantes
El mexicano Rubén Figueroa, coordinador del Movimiento Migrante Mesoamericano, lamenta que los gobiernos califiquen a los grupos de migrantes de acuerdo con los intereses políticos del momento, sin tomar en cuenta las necesidades de las personas.
“No ponemos en tela de juicio la necesidad de los afganos, pero no son los únicos que necesitan que se les abran las fronteras. Estas deben abrirse a todo el que lo necesita, porque cada uno huye de diferentes peligros, porque su vida corre peligro. Por eso nosotros decimos que en muchos países no se escuchan bombas pero sí se derrama sangre, por lo que proteger a las personas es lo que debería importar”, señala Figueroa.
Añade que el gobierno mexicano invoca el principio de la no intervención y la libre determinación de los pueblos a partir de conveniencias, ya que ahora existe una política migratoria “aún más criminalizadora y de persecución hacia los migrantes y rutas usadas por los migrantes totalmente militarizadas”, sin tomar en cuenta los derechos de los migrantes.
Según el dirigente del Movimiento Migrante Mesoamericano, estas presiones del gobierno mexicano exponen a los migrantes, en su mayoría centroamericanos, a caer en manos de traficantes de personas que cuentan con el apoyo de autoridades corruptas y que están generando miles de millones de dólares mediante el tráfico de personas.