“Los miembros del Consejo de Seguridad, a su vez, deben solicitar reuniones informativas a Guterres y al alto comisionado para los Derechos Humanos. Aquellos que argumentan en contra de esto insistiendo en que Nicaragua no es Siria, Myanmar (Birmania) o Venezuela no entienden el punto. La acción concertada ahora puede ayudar a evitar que la crisis de Nicaragua siga aumentando en el período previo a las elecciones presidenciales de noviembre”, agregó Taraciuk.

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Remarcó que es fundamental que Guterres y el Consejo de Seguridad apoyen los esfuerzos del Alto Comisionado de DD. HH. y del Consejo de Derechos Humanos, demostrando al gobierno de Ortega que ellos también están mirando. “Sin una presión internacional sostenida, es probable que el presidente Ortega siga tomando medidas enérgicas, ignorando el estado de derecho y, finalmente, logre imponer unas elecciones que no sean libres ni justas”, expresó.

Comunidad internacional está respondiendo

Taraciuk señaló que la comunidad internacional está respondiendo, haciendo referencia a las “sanciones selectivas” impuestas por el Consejo de la Unión Europea el 2 de agosto, incluida la congelación de activos y la prohibición de viajar, a ocho funcionarios gubernamentales “responsables de graves violaciones de derechos humanos y de socavar el Estado de Derecho”, entre ellos la vicepresidenta Rosario Murillo.

Asimismo, mencionó que Estados Unidos el 12 de julio anunció la restricción de visa para cien nicaragüenses implicados en abusos a los derechos humanos.

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“Desde 2019, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha adoptado resoluciones anuales sobre Nicaragua. Los actuales y antiguos altos comisionados de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos han informado sobre el deterioro de la situación de los derechos. Y en junio, 59 países emitieron una declaración conjunta en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, haciendo eco de las preocupaciones de los altos comisionados, incluida la impunidad del presidente por las violaciones de derechos humanos desde abril de 2018 y los continuos informes de detenciones arbitraria en Nicaragua”, detalló Taraciuk e hizo énfasis en que “ahora es el turno del secretario general de la ONU”.