Human Rights Watch exhortó este martes 22 de junio a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aumentar su respuesta a la crisis sociopolítica que se vive en Nicaragua, donde el gobierno autoritario de Daniel Ortega detuvo en los últimos días a 20 nicaragüenses, incluidos líderes opositores, periodistas, banqueros y los cinco precandidatos presidenciales: Cristiana Chamorro Barrios, Arturo Cruz, Félix Maradiaga, Juan Sebastián Chamorro y Miguel Mora.
Sobre las detenciones, José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW, durante una conferencia de prensa aseveró que dichas acciones son “circunstancias absolutamente anómalas que exigen una reacción firme, clara e inequívoca de la comunidad internacional”.
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Las declaraciones de Vivanco se dan debido a que en Nicaragua cada día crece la lista de reconocidos miembros de la sociedad civil encarcelados y por ello propone sancionar a los funcionarios del régimen orteguista que están cometiendo delitos basados —según el director para las Américas de HRW— en un “andamiaje político diseñado para sacar de circulación a cualquiera que pueda competir con Ortega este año”, en alusión al combo de leyes represivas.
Por tal razón, el informe de HRW titulado Arremetida contra críticos en Nicaragua, persecución y detención de opositores, defensores de derechos humanos y periodistas de cara a las elecciones insiste urgentemente en que “los altos funcionarios de la ONU y los países miembros interesados en promover los derechos humanos podrían prevenir una crisis regional si aumentan la presión sobre Ortega para que ponga fin ahora a la represión. Deben hacerlo ahora antes de que sea muy tarde”.
La creciente campaña de violencia y represión contra la oposición y la sociedad civil del régimen de Daniel Ortega requiere aumentar el rol de la ONU respecto a la crisis en Nicaragua.
Aquí el último informe con recomendaciones de @hrw_espanol https://t.co/YHTWDXhZRl pic.twitter.com/5wrVkbu7r5
— Tamara Taraciuk (@TamaraTaraciuk) June 22, 2021
El informe se basa en la investigación que incluye 53 testimonios recogidos vía telefónica entre enero y junio de este año, de los cuales 46 son casos de hostigamientos y también detalla arrestos y procesos penales arbitrarios contra críticos de Ortega, en algunos casos implicando incluso “tortura”.
Instan aplicar artículo 99 de la Carta de la ONU
En el informe HRW insta al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, a invocar el artículo 99 de la Carta de la ONU para plantear el caso de Nicaragua ante el Consejo de Seguridad, argumentando un peligro de inestabilidad en la región y de la misma manera insta a dicho Consejo apoyar los esfuerzos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh) y del Consejo de Derechos Humanos.
“Sobre la base de su llamado a la acción por los derechos humanos y de conformidad con el artículo 99 de la Carta de las Naciones Unidas, llevar la crisis en Nicaragua a la atención del Consejo de Seguridad e instar a sus miembros a que lleven a cabo una sesión abierta sobre este tema”, indica el informe.
Vivanco, director para las Américas de HRW, afirmó que “es fundamental que el secretario general potencie las acciones de la ONU y presente esta situación ante el Consejo de Seguridad de la ONU”.
Por su parte, el director para las Naciones Unidas de Human Rights Watch, Louis Charbonneau, durante una conferencia de prensa aseveró que el secretario general no debería de ser tímido ante situaciones tan adversas como las que atraviesa Nicaragua, por lo que urgió la aplicación del artículo 99 de la Carta de la ONU.
“El secretario general de la ONU se ha rehusado a aplicar el artículo 99, que ha sido incluido en la Carta de la ONU para abordar este tipo de situaciones como la de Nicaragua, que si no se le presta la atención adecuada va a terminar empeorando y esto va a ser peor, no solo para Nicaragua sino para toda la región. El secretario general no debería de ser tímido ante la posibilidad de usar esta herramienta, debe ser mucho más contundente y usar el artículo 99”, indicó Charbonneau.
La HRW —ONG de defensa de derechos humanos—, sostiene que las “graves violaciones de derechos humanos, incluyendo torturas y asesinatos”, están impunes en Nicaragua, donde dijo que 124 personas percibidas como críticas a Ortega siguen detenidas arbitrariamente, la mayoría desde hace más de un año.
Solicitan implementar y extender la lista de sancionados
En el informe HRW también insta a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU a invitar tanto al secretario general como a la alta comisionada para los Derechos Humanos a informar a los miembros del Consejo acerca de la situación en Nicaragua en una sesión pública formal o informal.
Además de incluir a Nicaragua en la agenda del Consejo de Seguridad, le solicitan “evaluar la implementación de sanciones específicas contra los responsables de graves violaciones de derechos humanos”. En esa misma línea, le solicitan a Estados Unidos, Canadá, Unión Europea, los Estados Miembros de la UE, los gobiernos de América Latina y otros gobiernos preocupados por la situación adoptar dichas medidas.
Asimismo “imponer sanciones individuales —o mantenerlas, si ya se han implementado—, incluidas la prohibición de ingreso a estos países y el congelamiento de activos, contra altos funcionarios gubernamentales que sean responsables de las violaciones de derechos humanos documentadas”, cita el informe.
Las sanciones deberían de ser aplicadas según HRW al presidente Daniel Ortega, a la vicepresidenta Rosario Murillo, al presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras; al jefe de la bancada del FSLN, Edwin Castro; la fiscal general Ana Julia Guido Ochoa, y al director general de la Policía, Francisco Javier Díaz.
Finalmente HRW indica que los Estados Miembros de la Convención contra la Tortura de 1984 y la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura deberían “ejercer la jurisdicción penal, en la medida en que lo permita el derecho interno, respecto de funcionarios nicaragüenses responsables de torturas, de conformidad con el artículo 5 de la Convención contra la Tortura de la ONU”.