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Covid-19, libro blanco,

LA PRENSA/ARCHIVO/J.FLORES

Sobrevivieron para contarlo: el relato de dos nicas que estuvieron en salas Covid de dos hospitales públicos

«María» y «don Juan» estuvieron internados por Covid-19 en los hospitales Alemán Nicaragüense y Fernando Vélez Paiz, respectivamente

«Mientras estuve hospitalizada miré cómo en la sala de enfrente se llevaban a los pacientes directos a intubar», relata María (nombre ficticio para proteger la identidad a petición de la fuente) al otro lado del teléfono. A sus 41 años se contagió de Covid-19, enfermaron ella y dos integrantes más de su familia. Después de varios días presentando síntomas asociados al virus, su salud comenzó a empeorar.  Así fue como terminó en una de las «salas Covid» del Hospital Alemán Nicaragüense.

Tras varios días tratándose en su casa, en Managua, el 6 de julio de 2021  —comenta María— llegó «casi ahogando» al hospital. Le faltaba la respiración y presentaba taquicardia. «Trae una saturación de oxígeno en un 72 por ciento», recuerda como las primeras palabras del personal médico, quienes enseguida le informaron que debía ser internada y que requería de oxígeno. El rango normal de saturación de oxígeno debía estar por encima de 90 por ciento y el de ella iba en picada.

Pero María reconoce que iba «relativamente estable», en comparación con otros pacientes que vio ingresar al Hospital Alemán. «Recuerdo que cuando llegué con mi familia lo primero que me preguntaron es que si en caso que me complicara yo daba la autorización de que me intubaran».

Al ingresar a la sala del hospital, María se encontró con unos 20 pacientes infectados de Covid-19. En esa área, dice, solo se encontraban los que no tenían el virus «tan fuerte». En la sala de enfrente estaban los ciudadanos con complicaciones más serias. Más adelante estaban los más críticos, «esos son los que van directo a intubación», dice.

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«Mientras estuve hospitalizada miré cómo en la sala de enfrente se llevaban a los pacientes directos a intubar (…) al ver esas escenas, los médicos y enfermeros oraban por nosotros y nos decían que íbamos a salir bien en el nombre de Jesús, que lucháramos por nuestras familias y que ellos no podían hacer más, aunque quisieran, porque estaban luchando con algo que la ciencia no le había conseguido cura, pero que lucháramos», relata María desde su casa, ya recuperándose del virus.

Positiva de Covid-19, pero sin diagnóstico oficial

Aunque las autoridades sanitarias del Alemán le confirmaron que era positiva al virus SARS-CoV-2 mediante la prueba PCR, expone María, en el epicrisis emitido por el Ministerio de Salud (Minsa) cuando le dieron de alta, refleja que su diagnóstico era de «caso indeterminado de Covid-19». Médicos independientes han manifestado en varias ocasiones que ese tipo de resultados no existen clínicamente, en la prueba la persona debe dar positivo o negativo.

Como parte del hermetismo y falsa normalidad que intenta proyectar la dictadura de Daniel Ortega, desde el inicio de la pandemia el Ministerio de Salud ha tratado de esconder el número real de contagios y muertes atribuyendo los diagnósticos a indeterminados o dictaminando «neumonía atípica», que, según la misma institución, comenzó a dispararse desde que llegó la pandemia al país.

La ciudadana estuvo ingresada durante tres días en el Hospital Alemán y desde entonces estuvo siendo monitoreada por el personal del centro de salud de referencia. A dos de sus hermanas, que también tuvieron el virus, el Minsa les mandó tratamiento médico preventivo y hasta este sábado mantuvieron vigilancia epidemiológica sobre la familia.

Epicrisis emitido por el Minsa a «María» , aduciendo que es un caso “indeterminado”. LA PRENSA/Cortesía

«Me dieron colchicina, vitamina C y melatonina, entre otros medicamentos. Las autoridades de ese centro me vinieron a visitar, igual a mi familia que estuvo afectada. A ellos les recetaron la ivermectina, le dieron 6 pastillas», describió María, quien, junto con su familia se recuperan satisfactoriamente en su casa.

«Actualmente yo y mis otras dos hermanas quedamos con una leve tos, como alergia, pero el Minsa nos dice que son secuelas que deja el virus, pero ya estamos bastante bien», concluyó.

Entre los más graves del Vélez Paiz

A sus 38 años, a quien por su seguridad llamaremos «don Juan», es un sobreviviente del Covid-19. Hasta hace unas semanas sintió que volvió a nacer, después de ver de cerca la muerte tras contagiarse del virus y permanecer postrado en una camilla. «Si llegaba tres minutos más tarde al hospital, no hubiera sobrevivido», recuerda el ciudadano que fueron las palabras de los médicos tras ser ingresado de emergencia en el Hospital Fernando Vélez Paiz.

Don Juan nunca se imaginó que un paseo con su círculo familiar, el 20 de junio, sería el detonante para que una semana después estuviera debatiéndose entre la vida y la muerte en un hospital. En casa comenzó a presentar una intensa tos, fiebre, pero a medida que pasaban los días su estado de salud iba empeorando.

El 26 de junio el hombre llegó al Hospital Fernando Vélez Paiz con una saturación de oxígeno en un 80 por ciento, aproximadamente. Comenta que los sanitarios le informaron a su familia que era uno de los tres pacientes más graves, y reconoce que lo favoreció su edad —38 años— y  que no arrastra ninguna condición médica.

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Pese a esa «leve ventaja», don Juan requirió oxígeno artificial en los primeros tres días de hospitalización, requería 16 litros de oxígeno para estabilizarse. Los médicos le daban a su familia solo un 50 por ciento de probabilidades de que sobreviviera. Pasaron los días y comenzó a mejorar, hasta el punto de no necesitar el equipo para poder respirar. Da gracias a Dios porque nunca fue intubado.

Mientras su estado de salud evolucionaba positivamente, don Juan pudo ver lo que ocurría a su alrededor. Postrado en esa cama del hospital sentía que navegaba entre enfermos y cadáveres. Fueron siete días de tormento que nunca olvidará. Solo en el área donde él estuvo internado dice que logró ver que murieron alrededor de 20 personas. Era un ir y venir de pacientes y difuntos.

Don Juan aún se encuentra en proceso de recuperación. Está haciendo un poco de ejercicio y siguiendo el tratamiento preventivo que le recetó el Minsa. Los miembros de su familia que también resultaron afectados siguen las indicaciones emitidas por la autoridad sanitaria.

Hospitales llenos

Desde hace dos semanas médicos independientes alertaron a LA PRENSA sobre el incremento en las hospitalizaciones por casos Covid-19. Los mismos especialistas aseguraron que para esta semana la situación no ha variado y los casos siguen siendo sostenidos.

Una de las fuentes médicas afirmó que en esta semana en el Hospital Alemán Nicaragüense —principal unidad de salud en Managua destinada a atender casos graves de Covid-19— la asistencia alcanzó los 72 pacientes.  En ese mismo centro hospitalario en abril las hospitalizaciones estaban entre 25 y 30; en junio superó los 40 casos, y ahora casi duplica esa cifra, lo que evidencia el incremento sostenido del que alertan los médicos.

Otro doctor del Hospital Vivian Pellas aseguró que, a diferencia de hace dos semanas, cuando la ocupación de las camas era de un 92 por ciento, para esta semana disminuyó a un 50 por ciento, sin embargo expresó que esto no significa que los casos han aminorado y reconoce que en este periodo las consultas en emergencias y ambulatorias «han aumentado». «El brote sigue fuerte», alertó.

Alejados de la realidad

Y mientras los ciudadanos relatan lo que se vive en los hospitales con el Covid y médicos mantienen la alerta, la dictadura de Ortega y Murillo vive una realidad paralela: aduce tener el control del virus, no cesa con la promoción de miles de actividades y mantiene férreo hermetismo con los datos sobre la pandemia y el proceso de vacunación en el país.

Si bien el Minsa lleva 11 semanas consecutivas registrando un incremento sostenido de contagios, en las redes sociales y testimonios de personas allegadas comentan los casos de Covid en su barrio o comunidad, lo que indica además que esas cifras oficiales no describen el verdadero impacto que el virus está teniendo actualmente en el país.

En la semana del 6 al 13 de julio, el Minsa contabilizó 306 casos y una muerte por el nuevo coronavirus. El aumento de contagios respecto a la semana anterior es de 23 casos. Con estos datos —según la institución—, el país acumula 8,767 casos de Covid-19 y 193 defunciones por la enfermedad.

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