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Nicaragua pierde nueve hoteles de cuatro estrellas, pero se abren 233 bares en plena pandemia, según cifras del Intur

El Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) publica el anuario estadístico del año pasado, que confirma que la crisis política ha sido más letal para el turismo que la propia pandemia en términos de capacidad de alojamientos del país para atender a los viajeros

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La crisis política en Nicaragua ha sido más letal para el turismo que la misma pandemia, que alrededor del mundo ha puesto de rodilla a hoteles, restaurantes, bares, aeropuertos y agencias. Al menos eso es lo que revelan las cifras del Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur) de 2020, recién publicado, que muestra menos destrucción de la capacidad de alojamiento a los viajeros comparado con lo que se vio entre 2018 y 2019.

Pese a ello, los tres años de recesión han ocasionado que la capacidad del turismo esté a niveles del 2015.  En el 2017, el turismo nicaragüense estuvo en su pico de consolidación, logrando captar 840 millones de dólares, pero en el 2018 la oferta se redujo fuertemente y con la crisis sanitaria la situación para el sector empeoró con la suspensión de los vuelos internacionales, pero pese a eso su impacto fue menor en comparación con la crisis del 2018, revela el recién publicado anuario estadístico 2020 del Intur.

El informe, disponible en el sitio web del Instituto Nicaragüense de Turismo, detalla que entre el 2020 y el 2018 se cerraron 162 establecimientos de alojamiento turísticos, en consecuencia hay 2,340 habitaciones menos y 4,370 camas que ya no están disponibles, respecto a las cifras de 2017.

En el 2018 se perdieron 123 establecimientos de alojamiento comparado con el 2017, en el 2019 otros 13 establecimientos de este tipo cerraron sus puertas y en el 2020, que golpeó severamente al turismo mundial, apenas clausuraron en Nicaragua 26 locales, es decir que en los primeros dos años de crisis política (2018 y 2019) 136 unidades de alojamiento para turistas dejaron de operar, cinco veces lo registrado el año pasado.

Esa situación ocasionó que la oferta actual de locales de hoteles y similares en el 2020 se redujera a 1,075, muy similar a lo registrado en  el 2015, cuando había 1,057 establecimientos.

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Dentro de los establecimientos de alojamiento el Intur incorpora a los hoteles, condohotel, apartohoteles y los alojamientos turísticos de carácter no hoteleros, que son la mayoría.

Menos hoteles

Sobre el número de hoteles, el Intur indica que desde el 2018 hasta el 2020 se perdieron 72 hoteles, de los cuales 11 eran de cuatro estrellas, 25 de tres estrellas, 23 de dos estrellas y 14 de una estrella. Pero en este periodo abrió uno de cinco estrellas.

En total hasta el 2020 Nicaragua tenía 316 hoteles, inferior a los 388 en el 2017 y los 333 que se registraban en el 2019, es decir que solo el año pasado se perdieron 17 hoteles: nueve de cuatro estrellas, cuatro de tres estrellas y cuatro de dos estrellas.

Para René Sándigo, vicepresidente de la Asociación de Pequeños Hoteles de Nicaragua (Hopen), es normal que se haya contraído la oferta como consecuencia de la pandemia.

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“Hemos pasado una crisis a nivel mundial y es lógico que después de eso la oferta turística se haya reducido, pero seguimos con la esperanza que pronto se pueda recuperar el sector”, dijo Sándigo.

Los hoteles, hostales y similares en los últimos años han recortado sus gastos para poder sobrevivir a la crisis, puesto que este sector dependía directamente del turismo internacional, que comenzó a retirarse del país con la crisis del 2018.

Sin embargo, Leonardo Torres, presidente de la Cámara Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa Turística (Cantur), considera que lo que más afectó al sector fue la pandemia, argumentando que en el 2019 se observó una ligera recuperación.

“La pandemia fue lo que más afectó al turismo porque en el 2019 crecimos un poquito. Yo considero que la crisis del 2018 nos afectó, pero no fue tanto porque se dio después de Semana Santa, porque el año pasado la Semana Santa fue mortal, ahí no pudimos hacer nada nosotros; aunque nosotros no cerramos el país, prácticamente estábamos cerrados, los aeropuertos se cerraron, y para poder medio garantizar salieron los chárter, la pandemia vino afectar el turismo receptivo”, dijo Torres, pero esto visto en términos monetarios.

Crecimiento a punta de bares

A diferencia de los hoteles y otros establecimientos para pernoctar, la oferta de los alimentos y bebidas, que incluye a los restaurantes y bares, aumentó en los últimos cuatro años.

Según el Intur, en el 2017 había 5,785 locales de alimentos y bebidas y en el 2020 se registraron 6,193, es decir 408 más. Dentro de este segmento hay restaurantes, cafeterías, bares y centros recreativos.

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En el caso específico de los restaurantes, en el 2017 había 1,962 y el año pasado solo se registraron 1,966, lo que indica que abrieron cuatro locales de este tipo. Pero solo el año pasado abrieron 115 restaurantes, en comparación con el 2019.

Lo mismo se observó con los bares. Por ejemplo, en el 2017 había 3,044 y hasta el 2020 llegaron a 3,420, lo que indica que hay 376 bares más, pero solo el año pasado surgieron 233 locales de este tipo.

Torres comentó al respecto que ese aumento posiblemente se dio porque comenzaron a surgir los negocios de comida ofreciendo delivery.

“La pandemia también golpeó la gastronomía, pero en menor medida porque empezaron a surgir los delivery, que no teníamos masividad, ahora sí. De hecho, esa tendencia quedó establecida, ya mucha gente solo quiere que le lleven la comida a su casa”, sostuvo Torres.

Menos turistas, menos ingresos

En lo que sí no tuvo clemencia la pandemia es en reducir drásticamente la llegada de turistas.  Según el informe gubernamental, entre enero y diciembre del año pasado ingresaron al país apenas 383,979 turistas, mientras que en igual lapso de 2017 fueron 1.78 millones, lo que implica una caída del 78 por ciento.

En cuanto a la generación de divisas, Intur revela que el año pasado este sector aportó 198.5 millones de dólares, 642 millones de dólares menos que en el 2017, cuando la industria sin chimenea registró 840 millones de dólares.

El anuario de Intur no indica el gasto promedio diario, ni la estadía media; sin embargo, recientemente el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide) sostuvo en la encuesta de turismo  del cuarto trimestre del 2020 que el gasto se desplomó a 13.5 dólares, lejos de los 43.3 dólares con que contaba al finalizar el 2019.

Por otra parte, los datos del Inide indican que la estadía promedio aumentó significativamente, de tal manera que en el primer trimestre fue de 10.8 días y en el cuarto trimestre fue de 36.8 días. Eso pudo estar asociado a las restricciones de operaciones de las líneas aéreas, lo que obligó a muchos turistas a quedarse más tiempo en Nicaragua.

El anuario de Intur señala que vía aérea ingresaron al país en el 2020 un total de 118,185 personas, mientras que en el 2019 arribaron 409,987 visitantes, lo que implica una merma del 71 por ciento.

“Nosotros hemos dicho que vamos a tardar cuatro o cinco años en recuperar lo que perdimos, para 2021 estamos viendo que pudiéramos llegar a 300 millones de dólares y algo más, pero va a depender muchísimo de cómo reaccione el turismo; ha sido lento, cada vez que empieza el empuje, de nuevo viene el rebrote y viene una nueva versión del coronavirus, y eso no nos ayuda en nada, aparte tenemos el problema de las aerolíneas”, lamentó Torres.

La pérdida de turistas es desde Norteamérica

Otro punto importante es que la región centroamericana sigue siendo el principal emisor de turismo para Nicaragua, el año pasado de esta región vinieron unos 249,178 visitantes; no obstante, en el 2019 ingresaron 863,686 turistas.

Pero tras la crisis el impacto también se vio en los turistas de Norteamérica, ya que se observa una caída del 70 por ciento, puesto que en el 2019 vinieron 283,781 visitantes y en el 2020 apenas 83,528 viajeros.

Además, disminuyó el ingreso de viajeros procedentes de Cuba, por ejemplo en el 2019 arribaron al país 44,829 cubanos y el año pasado la cifra se redujo a 17,049.

Desde enero de 2019, Cuba está incluida en la categoría migratoria B de Nicaragua, que permite obtener un visado de turismo por treinta días. Las facilidades se completaron cuando llegó al país la línea aérea del régimen de Venezuela, Conviasa, en la que prefieren viajar los isleños por su acceso y costos. No obstante, desde enero de este año la línea dejó de operar y muchos isleños no pudieron regresar a su país.

Cae la inversión y el empleo

El reporte del Instituto Nicaragüense de Turismo revela que el año pasado solo aprobaron tres proyectos con una inversión de 5.5 millones de dólares, lo que generó cinco nuevos empleos. De los nueve proyectos que se realizaron el año pasado, dos corresponden a sitios públicos de interés turístico, y una inversión en infraestructura y equipamiento conexo.

Mientras que en el 2017 se desarrollaron 39 proyectos con un monto de 28.44 millones de dólares, los que generaron 329 empleos. Y en el 2019 se ejecutaron seis proyectos con un monto de 10.23 millones de dólares, lo que generó 71 empleos.

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