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Las medidas erráticas del régimen de Daniel Ortega con las aerolíneas han lesionado significativamente la capacidad financiera de la Empresa Administradora de Aeropuertos Internacionales de Nicaragua (EAAI) que cerró el 2020 con un déficit de 520.37 millones de córdobas, continuó contratando deudas y comenzó a “comerse” su patrimonio, pese que el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino reabrió operaciones en julio del año pasado, el primero en la región tras permanecer cerrado tres meses.
La EAAI se vio afectada desde la crisis sociopolítica que surgió en el 2018, y la situación empeoró aún más con la pandemia de Covid-19, que provocó la paralización de la economía mundial, lo que obligó a todas las aerolíneas a suspender sus operaciones. Como consecuencia de esto la empresa atraviesa un deterioro financiero alarmante, cada vez posee mayores niveles de endeudamiento y su capacidad de pago sobre el capital e intereses que adeuda está limitada, señala la Sociedad Calificadora de Riesgo Centroamericana (SCRiesgo) en su informe de cierre 2020, emitido en marzo de 2021.
El deterioro de sus finanzas ha ocasionado que la EAAI achique su patrimonio, el cual alcanzó al cierre del año pasado los 3,323 millones de córdobas (unos 95.42 millones de dólares), 13 por ciento inferior al 2019. Solo entre octubre y diciembre la contracción de este indicador fue de 6 por ciento con relación al trimestre anterior. Esto “asociado al aumento de las pérdidas acumuladas”, indica la central de riesgo, que evalúa trimestralmente las finanzas de esta empresa pública, que transa en la Bolsa de Valores.
“La Entidad se ha visto afectada por dos eventos puntuales, la crisis sociopolítica que enfrentó el país a partir de abril de 2018, y la crisis sanitaria actual, derivada del Covid-19, la cual tuvo inicio en marzo de 2020. Ambos eventos deterioraron la situación financiera de la entidad, dada la baja sensible en el flujo de pasajeros”, precisa.
Los activos de la EAAI sumaron ese año 6,500.84 millones de córdobas, equivalentes a 186.67 millones de dólares, los cuales reflejan una disminución del 4 por ciento anual y 0.30 por ciento trimestral. Por su parte, los pasivos alcanzaron los 3,177.74 millones de córdobas (unos 91.25 millones de dólares ), 8 por ciento anual y 6 por ciento trimestral más, “en respuesta al aumento de la deuda a largo plazo y los intereses acumulados por pagar”.
El reporte revela que la disponibilidad de dinero de la empresa cayó 34 por ciento al cierre del año pasado y en 68 por ciento las cuentas por cobrar, es decir el dinero por recuperar por parte de la EAAI por la prestación de sus servicios, por ejemplo. En el último trimestre del año pasado, la empresa estatal habría mejorado su disponibilidad de efectivo gracias a un préstamo que le desembolsó el Banco de la Producción (Banpro), “lo que mitiga la contracción neta de los activos respecto a septiembre de 2020”.
Según el reporte de la SCRiesgo, el Banpro le prestó a la entidad siete millones de dólares en el último trimestre del año pasado, lo que ocasionó que la deuda a largo plazo de la empresa estatal se incrementara solo por esta razón un 7 por ciento en el 2020. Además “los intereses acumulados por pagar registraron aumentos del 29 por ciento trimestral y 76 por ciento anual, dado el crecimiento en las obligaciones de la entidad”.
De ese monto aprobado por Banpro, hasta marzo de este año ya se habían desembolsado 3.57 millones de dólares y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público ha tenido que transferir a las cuentas de la empresa estatal 850,000 dólares para garantizar que esta siga operativa.
Hasta el año pasado, el principal componente de los pasivos de la EAAI eran las deudas, de las cuales el 48 por ciento eran a largo plazo y un 23 por ciento son obligaciones por títulos negociables, que son las operaciones que realiza en la Bolsa de Valores de Nicaragua.
“Los préstamos que adquirió la Empresa en su momento fueron destinados para aspectos muy puntuales, relacionados con la operación y con el objetivo de fortalecer y mejorar la infraestructura y el servicio, en función del aumento en la atención de pasajeros. A la fecha, con la baja en el flujo de pasajeros, es de esperar que no se adquieran nuevos préstamos para financiar infraestructura, ya que la Administración estaría concentrada en el pago oportuno de los créditos ya vigentes; no obstante, debido a la crisis que enfrenta la Empresa, esta tuvo que adquirir algunos préstamos al cierre del año”, revela el reporte trimestral de la central de riesgo.
Y mientras la EAAI se ahoga financieramente al tener más gastos que ingresos acumulados, el gobierno de Daniel Ortega no da tregua a las aerolíneas para que se puedan reanudar los vuelos, los que permanecen limitados desde julio de 2020 y apenas solo están funcionando dos aerolíneas: Avianca y Copa. Mientras que en el resto de los países de la región centroamericana la mayoría de las aerolíneas han restablecido sus operaciones rutinarias, aunque con menos frecuencia.
“Puntualmente, el efecto conjunto acumulado de ingresos y gastos, a diciembre de 2020, produjo una pérdida acumulada que suma 520.37 millones de córdobas (equivalente a 14.94 millones de dólares), cifra que aumenta un 138 por ciento anual, a pesar de la contención de los gastos, la cual no alcanzó a mitigar la caída en los ingresos”, detalla el informe.
Caen fuertemente los ingresos
El año pasado esta empresa obtuvo ingresos totales acumulados por una suma de 488.49 millones de córdobas (14.03 millones de dólares), mientras que en el 2019 los ingresos anduvieron en 1,052.58 millones de córdobas, lo que implica que hubo una reducción del 53 por ciento.
La disminución de ingresos el año pasado en gran parte se debió a una caída del 57 por ciento de los ingresos aeroportuarios que son la principal fuente de financiamiento de esta Empresa.
“Con relación a la actividad aeroportuaria, referente a las entradas y salidas de pasajeros internacionales del Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, principal plaza de EAAI, es importante destacar que el aeropuerto presenta estacionalidades en el comportamiento del flujo de pasajeros, en donde los períodos de diciembre a marzo y de julio a septiembre son los de mayor entrada y salida de pasajeros internacionales, y por ende, el mayor movimiento a nivel de ingresos”, detalla el informe.
En el 2020 el flujo acumulado de entradas y salidas de pasajeros internacionales por el Aeropuerto Augusto C. Sandino fue de 314,351 pasajeros, lo cual significó una reducción del 68 por ciento con respecto a los 993,818 pasajeros que entraron en el 2019.
“La afectación directa al sector turismo, dada la crisis política social que inició en abril 2018 en Nicaragua, sumado a la crisis sanitaria mundial, producto del Covid-19, impacta de forma sensible la generación de ingresos de la entidad y su situación financiera en general, pese a los esfuerzos realizados por la Administración para mitigar los impactos negativos”, expresa el informe.
Hacen malabares para no hundirse
En el caso de los gastos acumulados, en el 2020 estos sumaron 1,008.86 millones de córdobas (28.97 millones de dólares), inferior a los 1,271.02 millones de córdobas (37.56 millones de dólares) que se generó en gasto en el 2019, es decir que disminuyó un 20 por ciento.
“Los gastos administrativos se han considerado elevados a lo largo del tiempo, relacionado con el incremento en la operación de EAAI, el mejoramiento en la infraestructura del Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, y los gastos asociados a las necesidades de los otros aeropuertos (Ometepe y San Juan). No obstante, hay que señalar que existe un compromiso por parte de la Administración en procurar la contención de dichos gastos, de manera que desde marzo de 2019 se registra una reducción en los gastos administrativos, lo cual contribuye a mitigar la baja en los ingresos”, explica el informe.
Pero además la administración del aeropuerto se ha visto forzada a mantener su “política exhaustiva de ahorros para contener el gasto. Se han realizado acuerdos de pago con proveedores, entre ellos el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), distribuidora de energía eléctrica Dissur y la Dirección General de Ingresos (DGI)”, revela la central.
Igualmente han suspendido pagos de convenios institucionales, suspensión de procesos de compras, renegociación de los plazos de los créditos que poseen y ajustes tarifarios en servicios que así lo permitan, manteniendo la competitividad, indica.
Urge traer las aerolíneas
Leonardo Torres, presidente de la Cámara Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa Turística (Cantur), manifestó que es urgente que se restablezca la conectividad para el aeropuerto, que realmente vive de eso.
“El aeropuerto está ahogado porque no está percibiendo ingresos, depende de la carga y de la reactivación de los vuelos comerciales, no significa que van a eliminar el protocolo de bioseguridad porque nos vamos a complicar más, sino flexibilizarlo para que tres líneas aéreas más empiecen a volar, aunque para ser honesto el aeropuerto necesita más aerolíneas”, dijo Torres.
“El resto de los países de la región ha aceptado que los vuelos no ofrezcan la información que solicita Nicaragua. Por otro lado, algunas líneas aéreas me han explicado que ellos pueden cambiar de piloto una hora antes por una u otra razón, entonces no se puede estar mandando tres días antes las pruebas de Covid-19 de un piloto”, sostuvo Torres.
Por su parte José Adán Aguerri, expresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), considera que “la crisis sociopolítica sin salida, más la decisión del Ejecutivo de mantener invariable su propio protocolo de bioseguridad de la pandemia, con las afectaciones que todos conocemos para el sector turístico, también le están pasando la cuenta a la sostenibilidad del aeropuerto”.
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Por ahora se espera que Aeroméxico se sume en julio próximo a Avianca y Copa, que tras varias reprogramaciones, decidieron volver a volar a Nicaragua, pero aún el Gobierno no logra convencer a las aerolíneas de Estados Unidos para que retornen y estas tienen fechas tentativas hasta la segunda mitad de este año. De las tres aerolíneas de EE. UU. solo dos tienen fecha tentativa.
Pagan puntual deuda a Caruna
En cuanto al flujo anual proyectado, para el cierre del año 2021, la EAAI espera cerrar con un déficit de 268,633 dólares, debido a que se proyectan mayores reservas para el pago del principal de los Bonos Brades, así como un menor financiamiento por parte del Estado. “No obstante, en el transcurso del año, la entidad puede solicitar mayores desembolsos al Gobierno, en caso de que así lo requiera”.
El Gobierno espera que los ingresos de dinero aumenten un 65 por ciento este año respecto a lo registrado en el 2020. “De igual forma, está contemplado el segundo desembolso del préstamo otorgado por Banpro, lo que mitiga la reducción del flujo de caja”.
Pese a sus problemas financiero, el Gobierno fue puntual en el pago de su obligaciones con la Cooperativa Caja Rural Nacional, RL (Caruna), la que le canceló este año una deuda equivalente a 27.55 millones de dólares, la cual se tramitó a través del Ministerio de Hacienda y Crédito Público. Dicho préstamo representa aproximadamente un 38 por ciento del total de obligaciones financieras que posee la entidad.
A criterio del economista Róger Arteaga, la situación de los aeropuertos es la consecuencia de la mala administración en el país y de lo que está ocurriendo con el sector turismo. “Lo que ha ocurrido con esta empresa es que se ha creado un sobrendeudamiento y eso ha servido para que la empresa continúe operando sin generar ingresos y cuando eso ocurre es como cuando alguien necesita comida y va a la pulpería a que le fíe, porque la persona no puede dejar de comer, pero está endeudándose con la pulpería”, explicó.
Arteaga expone que las habilidades administrativas deberían salir a flote en estos momentos de crisis financiera de la EAAI. “Si solo hay dos vuelos, ya hubieran cerrado áreas del aeropuerto donde consumen aire acondicionado”, dijo.
El origen de gran parte de la deuda
Desde otra perspectiva, el economista Welbin Romero rememora que desde que se decidió hacer la ampliación de la EAAI, allá por el 1998 y 1999, se tomó la decisión de financiar la misma con endeudamiento, emitiendo bonos y asumiendo créditos, por eso se organizó como una empresa y los cobros por hacer uso de él subieron considerablemente.
“Los aeropuertos modernos todos han asumido la figura de empresa y su principal ingreso proviene de los pagos que efectúan las aerolíneas y los establecimientos comerciales que se instalan en el lugar. Estoy casi seguro que en el caso de Nicaragua, el mayor ingreso proviene del uso de las personas y no de las aerolíneas y establecimientos comerciales, dado que Nicaragua no es un destino que estas últimas demandan de manera significativa y los movimientos de viajeros no es lo suficientemente significativo para que haya gran cantidad de establecimientos comerciales y paguen enormes sumas por estar dentro del aeropuerto”, aseveró.
Según la calificadora de riesgo, del total de los ingresos de EAAI 71 por ciento provienen de los servicios aeroportuarios, seguido de los servicios auxiliares y los ingresos financieros un 14 por ciento cada uno.
Romero expresa que aunque desconoce el balance financiero de la entidad, ese no debe ser bueno, porque se han habilitado como aeropuertos internacionales Bluefields, Bilwi, Ometepe, y en los casos de los dos primeros con las mejoras en las carreteras deben estar reduciendo los viajes por avión y por consiguiente los ingresos de la Empresa de Aeropuertos. Mientras, los costos de mantenimiento no deben haberse reducido de manera significativa. Eso hace que cualquier calificación de riesgo no sea muy positiva.