En pleno siglo XXI, esta pregunta suena rara, pero la verdad es que a pesar de múltiples facilidades informativas y de la tecnología existente, tener acceso a información en un país como Nicaragua, es complicado, difícil y a veces dudoso; hay medios nacionales totalmente afines a una línea política que no permiten tener una certeza de que si es verdad o no lo que se publica, depende del medio que se escuche o vea, realmente vivimos en dos países diferentes, en uno todo está normal y en el otro, el país todo está anormal. La virtud está en medio como dijo el diablo, sentándose entre dos abogados.
En lo que se refiere a las redes sociales, se repite el mismo esquema, muy polarizados; cuando uno ve o escucha una noticia, lo primero que surge es la duda, será o no verdad, todos dudamos, porque se publica cualquier cosa sin ninguna comprobación o con un fin determinado de confundir o después contradecir y que no se confíe en ese medio. Existe un temor de compartir noticias entre amigos, tenemos desconfianza que sea falso y después no seamos una fuente confiable o creíble, publicamos cualquier cosa que nos llega sin confirmar, lo cual es grave, porque no somos periodistas ni confirmadores de noticias, simplemente suplimos la falta de información actual debido al recorte presupuestario de los medios por insuficiencia de anuncios, propaganda estatal y privada, recorte de personal de campo; en muchos casos los noticieros depende exclusivamente del envío de noticias y sucesos de ciudadanos, los cuales pueden ser falsos para desacreditar al medio.
Nunca en la historia de la humanidad había existido tanta divulgación de información, sin estar sometida a grupos económicos poderosos, a nivel nacional o internacional, sin embargo tampoco había estado sometida esa información a la incredibilidad, a la duda y la desconfianza general, por la certeza o no de su veracidad.
Antes, existía la posibilidad de demandar a un medio en caso de publicar falsedades, lo cual era una especie de garantía o forma de presión al medio para que no publicara algo que no estaba confirmado, hoy eso no existe, puedo decir lo que se me antoje en las redes sociales sin ningún peligro a repercusiones legales, pero si lo tienen que afrontar los medios de comunicación formales.
En esta era de comunicación global, no interesa en donde esté ubicado el medio de comunicación social, pero sí interesa la fuente de su información, yo puedo informarme en un medio europeo, americano o asiático, africano o australiano, tendré buena información, pero a Nicaragua solo que exista un golpe de Estado o un estado excepcional será mencionado.
Especialmente los medios de comunicación europeos y norteamericanos que son los que tienen contacto más cercano, tienden a generalizar y querer incidir en las políticas nacionales de países lejanos, tomando como referencia a dos o tres países de la región, sin tener en cuenta que cada país es totalmente diferente a otro y esos países no se sienten identificados, con los que supuestamente los quieren unir.
Brasil, Colombia, Venezuela, Chile, Argentina, Honduras, Jamaica, en fin cada uno de los países de América Latina, es totalmente diferente a otro, nadie se siente representado por otro país y al parecer esa es la pretensión de algunas cadenas informativas
Del país X hablo del país A, B o H y quieren se consideren como real, ¿cuál es la realidad?
Los nicaragüenses para noticias nacionales, leemos, escuchamos y vemos medios nacionales y para noticias internacionales cadenas internacionales, sin tener en cuenta lo nacional que se publique porque no nos sentimos identificados con esa visión.
El autor es abogado.