En Nicaragua, la equitación no suele ser de los deportes más conocidos o practicados; sin embargo, esto no ha sido impedimento para que Daniel Aráuz destaque a nivel nacional e internacional en este deporte ecuestre.
Los inicios de Aráuz en la equitación se remontan a los 14 años, cuando comenzó a realizar esta práctica de manera disciplinada y a sumergirse de lleno en la equitación. Su pasión por este deporte lo llevó a realizar esfuerzos aún en su vida universitaria. Mientras estudiaba ingeniería agropecuaria en la UCA, lograba sacar tiempo para que en los fines de semana viajara hasta Chinandega, en la hacienda Cortijo, El Rosario, para montar caballos.
Los frutos de sus esfuerzos comenzaron en el 2005, a sus 19 años, cuando ganó su primera competencia en equitación en la feria Expica, siendo nombrado como el mejor jinete. Luego de concluir su carrera universitaria, regresó a la hacienda donde practicaba en Chinandega, pero esta vez como instructor para los jóvenes y a participar en los eventos ecuestres de dicha ganadería a nivel nacional e internacional.
El legado
Como competidor, Aráuz ha triunfado en competencias nacionales e internacionales. En par de ocasiones fue reconocido como el mejor jinete en los eventos ecuestres realizados por la Asociación de Nicaragüense de Criadores de Caballos de Pura Raza Española (Ancpre). Asimismo, fue el coach de equitación en la única ocasión que Nicaragua participó en este deporte en los Juegos Centroamericanos realizados en San José, Costa Rica, en 2013.
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Su logro individual más reciente fue en 2018, en Taiwán, consiguiendo el segundo lugar en la categoría sénior I, en una de las competiciones más importantes del país asiático.
No obstante, sus victorias no solo abarcan su vida como competidor, también como instructor ha logrado formar a jóvenes en el mundo de la equitación que actualmente trabajan con caballos en Centroamérica, México, Colombia, Brasil, Estados Unidos, España e Italia.
Como instructor también representó al país en la capacitación para coaches de Latinoamérica en adiestramiento. De igual forma, su pasión por este deporte le hizo romper fronteras, ya que gracias a la equitación ha logrado trabajar en España, Alemania, Panamá y Taiwán.