Desde 2018, cuando estallaron las protestas en contra del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua, hasta el 15 de diciembre de 2020, un total de 63,960 nicaragüenses han solicitado refugio en Costa Rica, según reflejan cifras de la Dirección General de Migración y Extranjería de ese país (DGME), obtenidas por LA PRENSA.
No obstante, del total de solicitudes realizadas en ese país por nicaragüenses que han huido de Nicaragua por la represión desatada por el régimen orteguista en dicho periodo, solo 3,320 de estas solicitudes han sido aprobadas.
El 2018 fue el año en que menos solicitudes aprobaron las autoridades costarricenses. Solamente tres nicaragüenses gozaron del estatus de refugiado, de un total de 23,138 solicitudes. El año siguiente, en 2019, 934 personas recibieron el estatus de refugiado en ese país, de un total de 31,624 solicitudes. Mientras que este año, hasta el 15 de diciembre, 2,383 solicitudes fueron aprobadas, de 9,168 recibidas.
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Previo a la crisis de 2018, cuando el orteguismo respondió con violencia a las protestas ciudadanas, las solicitudes de refugio de nicaragüenses en Costa Rica eran bajas. Según Migración de Costa Rica, en 2017 el número de solicitantes de refugio fue de 67, mientras que en 2016 fue de 70.
Entre julio y agosto de este año, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) informó que al menos 102 mil nicaragüenses habían huido por la crisis que atraviesa el país desde 2018. De esta cifra, más de 81 mil se fueron a Costa Rica, lo que indica que el país vecino continúa siendo la primera parada para la mayoría de los refugiados nicaragüenses.
Según Acnur, dentro de los nicas que huyeron y solicitaron asilo en el vecino país hay estudiantes, líderes de la oposición, periodistas, médicos, defensores de derechos humanos y campesinos.
Más de 5 mil solicitudes denegadas
Las mismas cifras de Migración de Costa Rica reflejan que en los últimos tres años se les ha negado el estatus de refugiado a un total de 5,272 nicaragüenses.
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Según las autoridades costarricenses, con el estatus de refugiado los nicaragüenses obtienen un documento de identidad costarricense. Además de acreditar su permanencia legal en el país, también les permite acceder al sistema de educación y de salud, a los servicios bancarios, así como optar a un trabajo.
Más de 1,700 solicitantes son menores de edad
Por otra parte, del total de las casi 64 mil solicitudes de refugio que se han realizado en los últimos tres años, 11,079 corresponden a nicaragüenses menores de edad que también han tenido que huir con sus familiares de Nicaragua. 4,160 se realizaron en 2018; 5,211 en 2019 y hasta el 15 de diciembre de este año, 1,708 nicaragüenses menores de edad solicitaron refugio.
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Un estudio sociodemográfico de la Fundación Arias, realizado a una muestra de 500 nicaragüenses exiliados, encontró que del total de entrevistados, el 31.5 por ciento afirmó estar acompañados por niños, niñas y adolescentes y que apenas un 22 por ciento de estos menores de edad han tenido acceso a atención psicológica, “a pesar de que han experimentado situaciones traumáticas con altos niveles de violencia y el desarraigo provocado por el desplazamiento forzoso de su grupo familiar”.
Según ese mismo estudio, las razones del desplazamiento forzado de nicaragüenses hacia Costa Rica se centran en la crisis sociopolítica que vive el país y que “se ha prolongado por más de dos años”.
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“La causa directa de su desplazamiento es la política de represión y el estado de excepción de facto impuesto por el gobierno de Daniel Ortega”, indica el mismo estudio.
El vecino país del sur también concedió un total de 26,279 permisos de trabajo, entre el 2019 y 2020.