Más de dos años después de que miles de nicaragüenses huyeran del país en busca de refugio hacia Costa Rica, por la crisis sociopolítica que se generó desde abril de 2018, gran parte de estos se encuentran viviendo en condiciones de pobreza, desempleo y, quienes han logrado encontrar trabajo, perciben bajos ingresos económicos.
Un estudio realizado por la Fundación Arias por la Paz, de Costa Rica, a una muestra de 500 nicaragüenses exiliados, encontró que el 33.5 por ciento tiene estudios universitarios incompletos; otro 25.3 por ciento tiene nivel profesional, mientras que el 28.7 por ciento cuenta con estudios de secundaria completa e incompleta.
Sin embargo, aunque se confirma que la mayoría de exiliados son jóvenes con un medio o alto nivel académico, el 63 por ciento de estos reportó no tener ocupación laboral, mientras que el porcentaje restante aseguró tener empleos que son de baja calidad en su mayoría, pese a su nivel educativo.
“Por ejemplo, el 1.2 % se dedica a labores de agricultura o varias, el 3.8 % a la construcción, el 4.6 % se dedica a actividades comerciales, el 8.6 % se dedica a prestar servicios profesionales en sectores como educación y salud, y el 15.4 % se dedica a la prestación de servicios como asistente del hogar, belleza, autolavado, salonero, entre otros”, detalla el estudio.
Lea también: Hagamos Democracia promueve diálogo y consenso entre exiliados de Costa Rica
Para el ingeniero Roberto Samcam, mayor en retiro del Ejército y uno de los encargados de dirigir este estudio, la situación del exilio nicaragüense va a estar en dependencia de cómo Costa Rica logre superar la crisis económica, pues considera que el principal rubro de ingreso del país es el turismo, que se ha visto afectado por la pandemia del Covid-19 “y en tanto no se reactive el turismo van a haber serios problemas”.
“La mayoría de los nicaragüenses no trabajan en el sector turismo, sino en la construcción, en los servicios y una parte en la parte agrícola, entonces va a estar en dependencia de cómo Costa Rica logre reactivar la economía en estos rubros y en dependencia a eso va a haber mejoría o va a ser peor”, expuso Samcam.
Ingresos y gastos
Otro de los hallazgos más desalentadores de este estudio son las estimaciones de ingresos de los exiliados que han logrado insertarse a la actividad laboral. Se refleja que los ingresos mensuales de una tercera parte de los encuestados (35.1 por ciento), son menores a los 100 mil colones (5,751 córdobas); el 16 por ciento percibe entre 150 mil colones (8,628 córdobas), mientras que un 15 por ciento recibe entre 100 y 150 mil colones mensuales.
Puede interesarle: Los nicas que huyen de la dictadura y los encarcelan en Estados Unidos
“Todas estas estimaciones de ingresos se ubican por debajo del salario mínimo establecido para la categoría “Trabajador en Ocupación No Calificado”, tasada en 316,964.69 (18,231 córdobas) de acuerdo con la lista de salarios mínimos del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social para el año 2020”, detalla el estudio.
Los ingresos que obtienen los exiliados nicaragüenses no son suficientes para cubrir los gastos de alimentación y la renta, que son los dos rubros más importantes de sus gastos mensuales, de acuerdo con el informe de Fundación Arias.
Lea además: Opositores que han caído en la trampa del Plan de Retorno Seguro ofrecido por la dictadura
“En el primer caso, la mitad de las personas entrevistadas estiman un gasto mensual en alimentación menor a los 100 mil colones (5,751 córdobas) y otro 28.3 % lo estima entre 100 y 150 mil colones. El gasto en pago de renta representa entre 150 y menos de 100 mil colones para el 64 %”, detalla la Fundación.
A esta situación se suman los gastos que tienen que asumir los exiliados que cuentan con familiares en Nicaragua que dependen de ellos, pues según el informe, más de la mitad de los entrevistados (63.5 por ciento) tiene entre uno y dos dependientes en Nicaragua.
Puede interesarle: Casi 60,000 nicaragüenses han regresado al país, según el régimen. ¿Y ahora qué harán en Nicaragua?
“Eso quiere decir que el exiliado que se encuentra en Costa Rica y tiene personas dependientes en Nicaragua, experimenta un alto nivel de presión socioeconómica a fin de garantizar el envío de recursos”, resalta el informe.
Más de 90 mil solicitudes de refugio desde 2018
Desde el estallido social de 2018 hasta febrero de este año, un total de 90,299 nicaragüenses han solicitado refugio en Costa Rica, según datos de la Dirección de Migración y Extranjería de ese país.
El estudio además refleja que los jóvenes de género masculino, de entre los 16 y 30 años, representan la mayoría de personas que huyeron de Nicaragua a causa de la crisis sociopolítica que inició en 2018, “la mayoría en condiciones migratorias irregulares”.
Lea también: Campesinos nicaragüenses exiliados en Costa Rica retribuyen ayudando a pobladores en Upala
“Las razones de su desplazamiento forzado se encuentran en la crisis sociopolítica que vive el país y que se ha prolongado por más de dos años. La causa directa de su desplazamiento es la política de represión y el estado de excepción de facto impuesto por el gobierno de Daniel Ortega”, indica el mismo estudio.
Para el mayor en retiro, la situación de la comunidad de exiliados en Costa Rica podría verse agravada a medida que los actos de represión, persecución e intimidación en Nicaragua continúen.
Puede interesarle: Organizaciones buscan ayuda para más de 30,000 nicaragüenses exiliados en Costa Rica
“La situación podría agravarse en la medida en la que el régimen de Ortega continué reprimiendo allá (Nicaragua) y mucha gente tenga que salir forzosamente por el temor a la represión, al encarcelamiento, a los paramilitares, que mi apreciación es que el próximo año van a recrudecer más el accionar de toda esta gente armada de cara a que no se organice el pueblo para las elecciones”, señalo Samcam.
Del total de exiliados consultados por Fundación Arias, un 69 por ciento tiene deseos de regresar a Nicaragua. De estos, un 56 por ciento asegura que lo hará “cuando cambie la situación y sea seguro”, otro 29 por ciento lo hará hasta que Daniel Ortega salga del poder, otro 7 por ciento lo hará después que se den las elecciones y solo un 7 por ciento piensa regresar en el corto plazo. Por otra parte, el 25 por ciento de los encuestados aseguró que no regresará a Nicaragua.