Nicaragua caerá menos de lo previsto y se encuentra entre las dos economías, junto con la de Guatemala, que mejor han resistido al impacto del Covid-19, según una actualización de proyecciones presentadas por el Banco Central de Nicaragua durante el “Foro Situación Económica de la Región y Perspectivas 2021”, organizado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), al que asistieron los presidentes de los máximos emisores bancarios de la región.
En concreto, según las proyecciones presentadas por Ovidio Reyes, este año esperan que el Producto Interno Bruto (PIB) caiga entre 1.5 por ciento y 2.5 por ciento, mejor que el -4.5 por ciento estimado inicialmente. Este vuelco en las estimaciones se deben a “una mayor recuperación de la actividad económica nacional y mundial después del choque originado por el Covid-19 durante la primera parte del año”.
Fueron los números arrojados en el tercer y cuarto trimestre de este año, y que por más de 100 días el Banco Central de Nicaragua mantuvo ocultos, los que mejoraron las perspectivas de cierre de año. Un optimismo que podría trascender al 2021, para cuando se espera que la economía repunte 0.5 por ciento, pero ahora con las nuevas cifras esto podría mejorar, dijo Reyes durante su intervención.
Lea también: Régimen usará parte del préstamo del FMI para cubrir déficit del INSS y así evitar que colapse
Además el BCN fundamenta su mejora en el 2020 a “un mayor dinamismo en la demanda de exportaciones de mercancías, incidiendo positivamente en actividades claves como el comercio y la industria, y en una mayor estabilidad en el mercado laboral”.
Durante su intervención Reyes admitió que el impacto de los huracanes Iota y Eta, lejos de impactar negativamente las proyecciones económicas, vinieron a mejorarlas, porque propició la liberación de recursos a través de préstamos, así como la pandemia de Covid-19, que también ha permitido tener acceso a recursos frescos en las multilaterales.
En ese contexto, resaltó que el BCIE ha sido fundamental no solo en el 2020 sino en los últimos tres años. “Apoyó a confrontar los desequilibrios financieros que ocurrieron en los años 2018 y 2019”, dijo Reyes.
Otro indicador donde también se espera un mejor desempeño es en la inflación. En su actualización ahora se prevé que termine entre dos y tres por ciento, un ligero ajuste respecto al 3.7 por ciento proyectado inicialmente. En 2021 creen que habrá mayor ocupación de la población, asimismo, que el sector exportador continúe su dinámica positiva y que las finanzas públicas se mantengan estables y sostenibles.
Reyes admitió que el reto inmediato de políticas pública es proteger a la población contra el Covid-19. “De la velocidad con que se aplique la vacuna dependerá la recuperación económica, de ahí que sea esta una prioridad de primer orden”, dijo.
“En el contexto macroeconómico actual, se destaca el crecimiento de los depósitos del público, una política fiscal prudente y niveles fortalecidos de reservas internacionales, lo que estará apoyando una mayor recuperación económica en el año 2021”, dijo el BCN en un comunicado que emitió horas después de la presentación de Reyes.
El funcionario sostuvo que en Nicaragua “las finanzas públicas se vieron presionadas por la recaudación tributaria y los ingresos a la Seguridad Social”.
Reyes demandó que en este nuevo entorno exista una mayor integración de la región lo que efectivamente se está produciendo en el comercio y el sistema financiero. “La pandemia y las afectaciones de los huracanes Eta e Iota afectaron a la región por igual, lo que refuerza el argumento de buscar soluciones de financiamiento conjuntas y de coordinar políticas monetarias y financieras”, señaló.
Sobre el papel del BCN durante la crisis, dijo que en varias políticas regionales han coincidido para apoyar la economía. “En algunas acciones hemos coincidido, como en la decidida reducción de las tasas de interés, de políticas o de referencia monetaria, así como en mantener abiertas nuestras líneas de liquidez hacia la banca comercial, implementar políticas de flexibilización del encaje legal, también fue otra área en común”, precisó.
Reyes aseguró que en algunos casos los bancos han implementado políticas novedosas según lo permitido por sus marcos legales para propiciar la entrega de créditos con el objetivo de salvaguardar la intermediación financiera y evitar que se presente una espiral negativa en el crédito y la actividad económica.
Defiende el papel del BCN en la crisis
El funcionario mencionó que lo primero fue la reducción de la tasa de referencia de los puntos monetarios hasta acumular una rebaja de 375 puntos bases durante 2020. También se redujo la amplitud del corredor de tasas de interés que implementa el BCN. Asimismo, a través de la política del encaje legal se lideraron fondos en córdobas a la banca, por el equivalente a un punto porcentual del PIB.
“Hay varios elementos que hacen que esta medida sea no convencional, el hecho que permite encajes diferenciados por bancos y es que sean condicionadas las entregas de créditos. Los bancos que usen esta medida podrán reducir sus encajes en moneda nacional hasta en 10 puntos y esto ocurrirá durante un período de tres años”, destacó.
La alta liquidez del sistema financiero y el entorno de bajas tasas de interés internacionales se han mantenido relativamente estable de la política de tasas de los instrumentos en dólares lo que ha propiciado la estabilidad y acumulación de las reservas internacionales, de acuerdo con Reyes, acción con la cual se siente satisfecho.
En el sistema financiero bancario se ha observado un crecimiento de los depositos como respuesta de las empresas y las familias para generar mayores ahorros frente a la incertidumbre así como por la menor movilización de personas, a su criterio. “Sin embargo, el crédito se ha visto disminuido por el incremento del riesgo y por una reducción de la demanda de este. Las finanzas públicas por su parte, a pesar del aumento del déficit y una moderación del gasto han conseguido alcanzar un financiamiento apropiado”, detalló Reyes.
Explicó que el sector externo continúa con un comportamiento mixto, con indicadores como buen desempeño en las exportaciones de mercancías y en el flujo de remesas familiares, pero con datos de menor ingresos por turismo y en la inversión extranjera directa.
Agregó que “la combinación de estos elementos han mejorado la posición externa, produciendo un superávit en la cuenta corriente de la Balanza de Pagos. Por otro lado, el sector real ha comenzado a dar muestras de recuperación a partir del tercer trimestre del año, presentándose tasas de crecimiento de la actividad económica cada vez menos negativa y una recuperación en la participación en la fuerza laboral”.
Lea además: Cómo los millonarios préstamos de los multilaterales salvaron a Ortega de «comerse» sus depósitos en el BCN
Crecimiento en demás países
En ese contexto, ¿cómo han evolucionado las otras economías de la región?
El Salvador proyecta una contracción del 7 por ciento en su economía, cifra menor a la calificación que les había estimado el Fondo Monetario Internacional (FMI) que fue de menos 9 por ciento y el Banco Mundial (BM) con un menos 8 por ciento. Este país continúa fuertemente sostenido por las remesas , las que hasta noviembre mostraron un crecimiento del 3.5 por ciento, declaró Douglas Rodríguez presidente del Banco Central El Salvador.
Por su parte, Héctor Valdez, gobernador del Banco Central de la República Dominicana, manifestó que se proyecta un decrecimiento de 6.5 por ciento en 2020, explicada por la enorme reducción del turismo. Este país recibía más 7,500 millones de dólares en divisas por este rubro con la visita de 6.3 millones de turistas y debido al Covid-19 estas cifras cayeron por completo.
A su vez dijo que en medio de la pandemia, los préstamos obtenidos de parte del BCIE le permitieron apoyar al sistema agropecuario y realizar programas de apoyo a los cesados de sus trabajos. Para el 2021 proyectan un crecimiento entre 5.5 y 6 por ciento.
Al igual que República Dominicana, Costa Rica también fue altamente impactada en el ámbito del turismo, sector que ha tratado de recuperarse gradualmente con el turismo interno. El presidente del Banco Central de Costa Rica, Rodrigo Cuba, dijo que las exportaciones de bienes han ayudado a tener menor déficit en su cuenta corriente.
Señaló que el consumo privado ha sido muy golpeado y una compresión del consumo por el cierre de actividades. En el campo fiscal , este país había implementado una reforma que empezaba a rendir frutos este año, pero con el golpe de la pandemia se afectó la recaudación fiscal, explicó. La vecina del sur tendrá un decrecimiento de 4.5 por ciento para este año y una recuperación parcial de 2.6 por ciento en 2021.
El presidente de Banco Central de Honduras, Wilfredo Cerrato, apunta a que el decrecimiento económico en su país será de 9.5 por ciento, el que consideró histórico únicamente parecido al ocurrido en 1960 debido a problemas en las bananeras lo que implicó una contracción de 6.5 por ciento.
Para poder recobrar crecimiento les tomará tres años, estimó Cerrato. Este año, el país del triángulo norte cerrará con un 35 por ciento más de reservas y sus remesas también crecieron arriba del 2 por ciento, los créditos crecen al igual que los depósitos, precisó. “Miramos un riesgo fuerte de la inflación para el primer semestre del próximo año, la que puede llegar al 4.5 por ciento”, adelantó. Evitar mayores incrementos de deuda pública es otro de los retos de Honduras, dijo el presidente de la institución financiera.
Sergio Recinos, presidente del Banco Central de Guatemala declaró que con cifras revisadas a diciembre, ellos estiman una caída económica de 1.5 por ciento, esto los posiciona como uno de los países menos afectados en Latino América.
En 2021 estiman un crecimiento del 3.5, es decir obteniendo una recuperación casi plana dado que en 2019 crecieron 3.8 por ciento. Recinos dijo que las remesas familiares representan al rededor del 12 por ciento del PIB y en este momento afortunadamente no han caído, sino que crecen al 6.4 por ciento. La inflación la estiman de 5.46 por ciento hasta este año. Aumentar el empleo es su mayor desafío, dijo Recinos.