Camila y Laureano Ortega Murillo son los hijos que más protagonismo tienen en el régimen dictatorial de sus padres, Daniel Ortega y Rosario Murillo. Destacan en eventos de moda, arte, economía, negocios, emprendimiento, muy alejados de la realidad del segundo país más pobre en América.
Laureano combina su afición de tenor con el cargo que le otorgaron sus progenitores: de asesor presidencial para la promoción de inversiones, comercio y cooperación internacional.
Mientras que a Camila, como le gusta el modelaje, sus padres le dieron la dirección del evento Nicaragua Diseña y más recientemente le dieron el cargo de coordinadora general de la Comisión Nacional de Economía Creativa.
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Convenientemente Nicaragua Diseña hace el vestuario para las obras que promueve la Fundación Incanto de Laureano, entre estas la Opera Prucciana Ambos eventos son financiados con fondos públicos que reciben a través del Instituto de Turismo (Intur).

Por estos día los hermanos son fotografiados muy sonrientes en la promoción de la novena edición de Nicaragua Diseña. Particularmente Laureano debutó esta semana promoviendo fines de semana de descuentos. El pasado 20 de octubre los medios de propaganda del gobierno publicaron una nota del hijo tenor aprendiendo sobre negocios con Emiratos Árabes Unidos.

Camila, por su parte, es protagonista de las actividades de Nicaragua Diseña y de la Comisión Nacional de Economía Creativa, un órgano creado a inicios de 2019 y que ella comenzó a coordinar en septiembre de ese año. El último evento de esa Comisión fue el lanzamiento del programa de acompañamiento y aceleración de negocios “Prospera”, el pasado 6 de agosto, en el que aparecieron los dos hermanos.

El pasado 15 de octubre, Camila y Laureano también fueron los actores centrales del lanzamiento de la plataforma web y del campus virtual de la Cinemateca Nacional, solo para mencionar las actividades en las que han aparecido en las últimas semanas.
El opositor y universitario Max Jerez manifestó que ha sido evidente que Ortega prepara una sucesión dinástica desde que impuso a su esposa Rosario Murillo como vicepresidenta del país en 2016, así que lo más probable es que sus hijos también se estén preparando para asumir el poder eventualmente.
Pero según Jerez forzar el protagonismo de sus hijos no ha salido como Ortega y Murillo se lo imaginaban.
«Ha sido un desastre para ellos, porque evidentemente sus hijos están ahí por una posición familiar, pero no ha sido lo que ellos han querido, porque se ha notado la ausencia de liderazgo en ellos, es decir, si no fueran porque son los hijos del dictador, de ninguna otra manera estuviera allí», valoró Jerez.
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Por su parte, el también opositor, Ariel Sotelo, consideró inaudito que Ortega y su esposa sigan pensando mantenerse en el poder a través de sus hijos. Sotelo manifestó que «además de ser un acto de claro nepotismo, es también una imposición al pueblo, porque ni han sido elegidos ni el pueblo los quiere».
«El pueblo nicaragüense no quiere más Ortega y Murillo en el poder. Ellos deberían estar inhabilitados para ser candidatos a cualquier cargo simplemente por nepotismo», recalcó el opositor.
Sotelo manifestó que los hijos de Ortega y Murillo también son cómplices de la dictadura, porque han usado las instituciones y recursos del Estado, para satisfacer sus gustos personales.