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Cientos de nicaragüenses padecen de insomnio, esto se ha agravado con la pandemia de Covid-19. LAPRENSA/ARCHIVO.

El insomnio me está matando. Uno de los males silenciosos que padecen los nicaragüenses

Según una psicóloga, el insomnio es como el disparador de una gran cantidad de trastornos emocionales y mentales que se están presentando.

Auxiliadora López, de 27 años, ha pasado hasta tres días sin dormir. Cierra los ojos, se dice a sí misma que debe descansar, siente que el cuerpo le pesa y la mente, igual, cree que lo ha conseguido, pero a los 15 minutos se despierta otra vez. Es una lucha de años que la ha llevado a dormir solo con pastillas. Pero lo peor es que con la llegada de la pandemia del covid-19 su trastorno de sueño se ha incrementado, y bastante.

“Cuando a mi me ocurre me enojo porque quiero dormir. Mi cuerpo está cansado, mi mente está cansada, y yo quiero dormir, pero no puedo, y es horrible. Es una situación bastante terrible, porque también se te comienzan a venir pensamientos extremistas”, relata López.

Con eso se refiere a la posibilidad de contagiarse con el nuevo coronavirus. Ella se resistía a creer que el impacto de la pandemia fuera brutal, hasta que lo reconoció. Empezó a temer que la enfermedad llegara a su casa y contagiara a los suyos. Se preocupó por la posibilidad de convertirse ella misma en el vehículo de la covid-19 y al ver a sus familiares desconcertados por la enfermedad.

Eso aumentó sus cuadros de ansiedad, como ha sucedido a cientos de nicaragüenses. La psicóloga clínica, Alba Roni, explica que el insomnio es como el disparador de una gran cantidad de trastornos emocionales y mentales, que actualmente se están incrementando, como la ansiedad y la depresión. En Nicaragua no hay cifras sobre cuántas personas padecen insomnio, pero de acuerdo con el Mapa Nacional de la Salud, la tasa de nicaragüenses con enfermedades psiquiátricas en el país es de 34.6 por cada 10 mil habitantes.

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De acuerdo con Roni, el insomnio es una de las reacciones a cualquier tipo de crisis, traumas, duelos, inestabilidad emocional.

El subconsciente está cargado de miedos, de angustia por lo que pueda venir, que no permite a la persona descansar y canalizar la energía a la que estuvo expuesta durante el día. El insomnio evita que la persona tenga un buen descanso, y si duerme, comienza a sentir como si alguien lo persigue, terror nocturno, no logra completar las horas de sueño, ya que se puede levantar a la una, dos o tres de la mañana, y en algunos casos, ya no se pueden volver a dormir.

Mauricio González padecía de insomnio antes de la crisis, pero eran episodios esporádicos, quizás de una vez al mes. Sin embargo, debido a la pandemia ha pasado semanas continuas durmiendo de tres a cuatro horas. Él considera que esto se relaciona con la incertidumbre de la crisis sanitaria y a una situación emocional. Ahora debe tomar pastillas algunas noches para regular el sueño. El insomnio le provoca cansancio y desánimo.

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En el caso de Auxiliadora, las pocas horas de sueño afectan su concentración, sus reflejos, le cuesta lograr el enfoque en una sola acción, también incide en que se ponga de mal humor, y se enoje con ella misma porque no puede dormir. Como medida para enfrentar su trastorno recurre a citas con un psiquiatra.

La psicoterapeuta Nora Habed Lobos explica que la covid-19 ha incidido en todos los sectores de la población sin distinción tan marcada de clases sociales y edades, ya que la salud es un tema primordial del ser humano y el sentirse amenazado por un virus que se desconoce cuáles serán sus consecuencias, atemoriza a las familias que perciben un peligro que no se sabe por dónde va a venir.

“El no saber ni cuándo ni cómo contagiarse crea incertidumbre y esta es causa de estrés y de problemas de conciliación del sueño. Los adultos porque temen por las personas mayores y los hijos, quienes a su vez, temen por sus padres y abuelos. Y los ancianos porque temen el aislamiento social y la incertidumbre de sus propias vidas. A la crisis sociopolítica del 2018 se suma ahora la pregunta sobre el sentido de la vida y la muerte percibida a nivel mundial”, expresó la especialista.

¿Cuáles son las señales de alerta del insomnio?

Habed explica que el insomnio empieza con la dificultad de quedarse dormido, luego se pronuncia más cuando uno empieza a despertarse de noche y cuesta volverse a dormir. Si esto no se resuelve, se vuelve en un insomnio crónico en el que la persona llega, incluso, a pasar la noche sin dormir o se despierta durante la noche y ya no se logra dormir más. Si esto dura en el tiempo es importante preguntarse qué medidas más saludables se pueden tomar.

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¿Qué se debe hacer para tratar el insomnio?

Según Habed, existen técnicas de relajación, así como hábitos de una vida saludable (cenar temprano y ligero, hablar y hacer cosas agradables que no impliquen estrés según las distintas edades e intereses personales). Además de eso se debe aprender a tener un mayor control en los pensamientos intrusivos catastróficos que complican aún más la vida cotidiana.

“Ayuda el centrarse en el presente, lo que estamos viviendo ahora, ya que por duro que sea, es algo concreto. El futuro existe solo en nuestra mente, no es real, y si lo vemos negro, seguramente no nos ayuda ni a dormir, ni a resolver nuestras dificultades, porque los problemas no se resuelven con el mismo enfoque que los originó”, explica la especialista.

Por su parte, Roni advierte que se debe tener mucha precaución con la medicación, y esta, nunca se debe dar sin el acompañamiento de un especialista.

 

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