La represión por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra cualquier persona que se manifieste en las calles ha sido incesante en los últimos días, pero las organizaciones opositoras no se cansan de decir que tarde o temprano saldrán a demandar sus derechos, como lo hicieron en 2018.
Este 28 de septiembre se cumplen dos años de que la Policía Orteguista declaró como ilegales las marchas en Nicaragua.
Este viernes, la Policía Orteguista (PO) se apostó en la entrada de las oficinas del organismo de defensa de las mujeres Movimiento María Elena Cuadra, en casas de opositores en diferentes partes del país y en el centro comercial Metrocentro, de Managua, después de que unas jóvenes intentaran protestar.
Tamara Dávila, feminista, activista opositora y miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), está convencida de que las protestas volverán y consideró que para eso es clave la organización.
“Paulatinamente vamos a seguir haciendo acciones cívicas de protestas en las calles, desde regar unos papelillos, hasta la organización territorial. Organizarse de vecino en vecino, de calle en calle. Eso es lo que la gente está haciendo y no es porque la oposición lo está pidiendo, sino porque esta situación es insostenible, hay mucho descontento y la gente está cada vez más harta. Esa sensación de hartazgo, va a llevar a una cúspide”, manifestó Dávila.
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La activista dijo que si la gente está organizada para protestar y lo hace en diferentes lugares de forma sincronizada, la PO no podrá detenerlos a todos al mismo tiempo.
Zayda Hernández, una de las jóvenes que sobresalió en 2018 por su liderazgo y participación en las protestas estudiantiles, también cree que el regreso de las protestas es inevitable, aunque valoró que no serán con la intensidad de 2018, por la represión que se vive actualmente.
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Hernández consideró que la ciudadanía ha estado mucho tiempo aparentemente pasiva, guardándose las reacciones de reclamo frente a injusticias, crímenes contra mujeres, represión y carestía de la vida, lo que para ella no significa que estén de acuerdo con todo eso. Valoró que las protestas se darán de nuevo de manera espontáneas, porque población se comporta como “una olla de presión” que tarde o temprano tendrá que estallar.
“Yo sí pienso que nuevamente vamos a tener que crear una jornada de protestas cívicas y pacíficas, porque ellos están poniendo a Nicaragua como una olla de presión”, dijo la joven de 26 años.
El país vive en crisis desde el 18 de abril de 2018, cuando comenzó una brutal represión contra las protestas cívicas. Mas de 320 personas murieron por la represión del régimen, según un reporte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).