Mientras el régimen de Daniel Ortega mantiene una disputa con las aerolíneas comerciales, a las que quiere obligar a cumpliar una serie de requisitos para poder reanudar sus operaciones, estas han comenzado por cuarta ocasión a prorrogar el retorno al país hasta octubre.
La primera que lo anunció fue American Airlines, que se espera vuelva al país el 7 de octubre, mientras que Spirit Airlines es la única que reiniciará sus vuelos el próximo 17 de agosto, según la agencia de viajes Aeromundo. American había programado regresar el 2 de septiembre, pero ahora, en medio de fuertes diferencias con el Gobierno, esta anunció que no retornará en la fecha indicada el mes pasado.
En el caso de Aeroméxico, Avianca, Copa Airlines y United Airlines mantienen hasta ahora retomar sus operaciones en septiembre. Las reprogramaciones de estas empresas de viajes no son una novedad. Las fechas han cambiado desde julio, cuando se pensó que volverían, luego agosto, posteriormente septiembre, que aún se mantiene, al menos hasta ayer para la mayoría de las compañías aéreas.
La postergación de vuelos hasta octubre contrasta con lo que está pasando en Costa Rica, que esta semana abrió su aeropuerto y recibió un vuelo procedente de Europa con más de 200 turistas internacionales. Nicaragua reanudó operaciones en el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino el pasado 14 de julio, pero hasta ahora solo se han atendido vuelos chárteres o humanitarios, así como vuelos internos, en medio de una disputa que el Gobierno mantiene con las aerolíneas.
Lucy Valenti, presidenta de la Cámara Nacional de Turismo, dijo la semana pasada que el Gobierno está pidiendo que sean las aerolíneas las encargadas de recibir las pruebas de Covid-19 de los pasajeros y enviarlas a las autoridades de gobierno.
Otra exigencia que impuso el régimen de Daniel Ortega, no así Costa Rica, es que los tripulantes deben presentar como máximo 72 horas antes de volar a Nicaragua, una prueba negativa.
Además les está pidiendo a estas que envíen con 72 horas de anticipación la lista de los pasajeros, con las copias de sus pasaportes, lo cual también es imposible de cumplir porque muchos compran sus boletos en línea. Otro obstáculo es que el régimen de Ortega está intentando aplicar las mismas medidas de un vuelo chárter a los vuelos regulares. Nicaragua también exige entre sus requisitos de ingresos a pasajeros una prueba negativa de Covid-19.
“No es que no quieran cumplir, es que no pueden cumplir con esos requisitos y si no flexibilizan, no consultan, no consensuan con los homólogos de la región, va a ser muy difícil que las líneas aéreas empiecen operaciones en Nicaragua”, dijo Valenti.
El 23 de marzo, Copa Airlines fue la primera aerolínea que anunció que suspendería sus vuelos hacia Nicaragua. Luego le siguió el 24 de marzo Spirit Airlines, y el 27 de marzo American Airlines se unió a esta medida como parte de un plan de reducción drástica que la compañía estadounidense aplicó en sus servicios a nivel internacional. Delta Airlines y Avianca tuvieron su último vuelo el 28 de marzo. Aeroméxico fue la última en retirarse, el 9 de abril.
El 14 de julio el régimen orteguista anunció que el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino abriría sus puertas, pese a que su cierre nunca fue anunciado de forma oficial. Las operaciones se podrían realizar siguiendo un protocolo establecido por el Instituto Nicaragüense de Aeronáutica Civil y los requisitos establecidos por el Ministerio de Salud (Minsa), siendo uno de los más claves, que los viajeros presenten la prueba negativa de Covid-19, y sin importar si es extranjero o nacional, si no la porta, no podrá ingresar al país.
A la par estableció una serie de medidas para las aerolíneas que son cuestionadas por diferentes sectores, en parte, porque exigen elementos que su gestión sanitaria no ha garantizado de cara a la pandemia del Covid-19. El impacto real de esta aún se desconoce por la falta de transparencia en las estadísticas y el manejo epidemiológico.