Desde hace un año la Dirección General de Aduana (DGA) mantiene retenidos varios contenedores de Cáritas de Nicaragua, organización social de la Iglesia Católica, que también traía entre las donaciones el vino utilizado en la eucaristía, según la denuncia del cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, en una entrevista con el periodista Lorenzo Vega.
“En los contenedores no tenemos tanto para proyectos sociales. Más bien en uno de los contenedores está el vino que viene para las celebraciones eucarísticas y en eso estamos, haciendo gestiones con la dependencia propia”, señaló el arzobispo de Managua.
El presidente de Cáritas Nicaragua, monseñor Carlos Herrera, denunció en septiembre pasado que los contenedores ya tenían aproximadamente, un año de estar retenidos. Los productos de los contenedores son donaciones que provienen de Estados Unidos, Canadá y Alemania.
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El cardenal de Nicaragua aseguró que, durante las gestiones que han realizado para retirar los contenedores, los funcionarios de la DGA, controlada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, nunca los han irrespetado. “Al contrario, siempre con la buena diplomacia nos dicen esperen que pronto los llamamos”.
Menos vino en el cáliz
El arzobispo de Managua señaló que, ante la falta de entrega del vino que utilizan en cada eucaristía, en representación de la sangre de Cristo, lo que han tenido que hacer es “echar menos en el cáliz”.
Esa acción de retención que comete la DGA contra la Iglesia Católica es parte de las acciones que el régimen de Daniel Ortega ha venido cometiendo contra quienes considera que son críticos de las violaciones a derechos humanos que se cometen en Nicaragua.
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Desde que el régimen rompió relaciones con la Iglesia Católica, tras el primer intento de diálogo que el régimen tuvo con la oposición, empezaron una serie de ataques y campañas de desprestigio contra los sacerdotes, templos católicos y obispos de Nicaragua.
También, los presupuestos destinados para las Iglesias Católicas han sentido la presión que intenta ejercer el régimen orteguista.
La administración de la Catedral de Managua, en septiembre pasado, reveló que por el poco presupuesto y limosnas que estaban recibiendo se les empezaba a complicar cubrir los gastos que cada mes se deben pagar.
Además de la presión económica, los sacerdotes críticos son perseguidos y las misas en los templos son asediadas, cuando a estas asisten manifestantes o excarcelados políticos del régimen de Daniel Ortega.