El régimen de Daniel Ortega continúa con su apuesta de mantener fuertes reservas en el Banco Central de Nicaragua en plena recesión económica. Hasta agosto el sector público no financiero, principalmente el Gobierno central, había transferido a las arcas del máximo emisor bancario un equivalente de 81.7 millones de dólares, lo que ha permitido que las Reservas Internacionales Netas Ajustadas (RINAS) experimenten un ligero aumento.
Las RINAS hasta agosto se incrementaron en términos netos 30.1 millones de dólares en parte también por la medida de la banca nacional de transferir al BCN 116.7 millones dólares, en concepto de repago de los recursos que recibió en apoyo a la liquidez en moneda nacional.
Sin embargo, según un economista que prefiere no ser citado, la acumulación de 198.4 millones de dólares en las cuentas del BCN, por las transferencias del Gobierno y la banca comercial, se vio contrarrestada por la decisión de la banca de prescindir de las letras del BCN por un orden de 96.1 millones de dólares.
“Al redimir las letras por ese monto neto, el BCN devuelve a quienes las habían adquirido los córdobas que habían entregado por ellas, y de esta manera se inyecta liquidez en córdobas a la economía, contrarrestando en buena medida la contracción originada en las transferencias del gobierno y los bancos al BCN”, explica el economista.
Además la acumulación de las RINAS se vio afectada por la reducción de 83.7 millones de dólares en la demanda de moneda nacional para financiar transacciones en lo que va del año, debido a la disminución de la actividad económica.
Gobierno acumula por subejecución
Hasta el primer semestre, el régimen de Ortega contaba con 3,407.2 millones de córdobas en reservas en las arcas del BCN, debido principalmente a la fuerte austeridad que ha impuesto en el gasto público y al raquítico aumento que le generó la reforma tributaria, que puso en marcha en marzo de este año.
“Si la recaudación fiscal se debilita, o si el gobierno intenta aumentar su gasto de capital, a menos que aumente suficientemente el desembolso neto de préstamos, el monto transferido al BCN se reducirá”, explica el economista.
El informe de ejecución presupuestaria hasta junio indican que el Ejecutivo redujo en 6.3 por ciento el gasto total más un aumento de 2.5 por ciento en los ingresos totales.
El gasto corriente en la primera mitad del año apenas creció 0.6 por ciento y el de inversión se redujo 26.1 por ciento. “Este último ha sido la principal variable de ajuste fiscal, mientras que los gastos operativos se han mantenido sin un gran ajuste”, precisa.
El economista resume así las operaciones financieras de Hacienda: “las finanzas públicas estarían ejerciendo una función contractiva sobre el nivel de actividad económica”.
Se prevé que la economía este año se contraiga 5 por ciento, según el Fondo Monetario Internacional; mientras que la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) caiga entre 5.8 por ciento y 6.4 por ciento. El régimen dice que la contracción será de 2 por ciento.