Alejandra Caballero perdió su empleo en septiembre del año pasado, desde entonces decidió poner un toldo y sacar la parrilla familiar que usaban los domingos para vender pollo asado. Ahora con el tiempo reducido y la falta de dinero ya no va al cine con sus hijos, tiene meses que no va a un restaurante con su familia y ha dejado de comprar ropa compulsivamente.
Caballero es parte de la reducida clase media que hay en Nicaragua, que tras la crisis sociopolítica han caído a la delgada línea de los vulnerables, un escaño antes de caer a la pobreza. La reducción de la clase media supone un fuerte impacto para la economía porque son los que mueven el consumo en el país.
El economista Luis Murillo señala que debido a esta crisis la clase media se ha venido reduciendo y hay una migración de la clase media a la clase baja.
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“Ahorita la clase baja debe andar entre un 80 u 85 por ciento, porque la clase media de Nicaragua era tan vulnerable que estábamos claros que con cualquier desequilibrio económico iban a ser golpeados”, dijo Murillo.
El Banco Mundial señala que una persona es de clase media cuando tiene ingresos desde 11 hasta 50 dólares al día y muchas de esas personas que estaban en este rango de ingresos eran empleadas del sector privado o público, que con la crisis quedaron en el desempleo y ahora están en la informalidad.
Según cifras oficiales del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, hasta mayo de este año la cartera de afiliados al INSS sumaba 740,805 personas, inferior a las 878,500 que habían en abril del año pasado, es decir que hasta esa fecha se habían perdido 137,695 empleos.
Por su parte la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) en su más reciente informe estima que al término del 2019 habrán entre 227 mil y 239 mil desempleados.
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Profesionales compiten por un empleo
Carlos Leal era el coordinador de la carrera de ingeniería en una universidad prestigiosa de Nicaragua, pero desde marzo de este año pasó a formar parte de los desempleados y con la reducción de sus ingresos lo deja en la clase vulnerable.
“Cuando me despidieron no pensé que me iba a costar tanto encontrar el trabajo, era profesional, con mucha trayectoria y experiencia, pero me encontré con la realidad que hoy muchos profesionales están en la misma condición, entonces hay más competencia”, explica Leal.
Cuando le dieron su carta de despido a Leal, pensó en desarrollar un programa de consultorías, sin embargo todavía el proyecto no se ha consolidado.
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Economía se desmorona sin la clase media
El economista Luis Murillo señala que el crecimiento económico sólido depende en gran manera de la clase media.
“La clase social debería estar distribuida de la siguiente manera: un 20 por ciento de la clase alta, un 60 por ciento de la clase media y 20 por ciento de la clase pobre, es decir que debe haber un buen porcentaje de la clase media para que eso te permita crecer, porque esa es la clase que consume más, pero en el caso de Nicaragua lo que hemos tenido es una asimetría, donde tenemos una clase alta que es bien reducida, la clase baja es bastante amplia y la clase media ha sido empobrecida por la política pública y ahora por la crisis sociopolítica”, sostuvo Murillo.