La expectativa de los críticos para este otro 19 de julio, es que el dictador Daniel Ortega siga animando a sus bases con un típico discurso sin propuestas, mencionando las luchas históricas antiimperialistas, en medio de un derroche de recursos públicos, para hacer una fiesta partidaria rojinegra.
Pero lo que Ortega diga o calle sobre la crisis que vive el país desde el 18 de abril de 2018, será inevitablemente un mensaje para la comunidad internacional, que en este momento espera la reanudación del diálogo con la oposición agrupada en la Alianza Cívica.
El politólogo José Antonio Peraza asegura que Ortega no tiene pensado adelantar las elecciones como lo han venido demandando diferentes sectores de la sociedad y de la oposición política, así que lo más probable para Peraza, es que Ortega repita que las elecciones presidenciales serán en 2021.
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“Daniel Ortega tiene un gran problema. Él tiene un partido minoritario, que está profundamente desgastado y además con profundas fracturas internas, por lo tanto, él no va a dar un discurso a su base para que entienda cosas que él no quiera trasmitir. Él lo que va a tener es un discurso de cohesión de su base, la va preparar para una futura elección, que no sabemos cuando va a hacer, pero él va a consolidar a su base en ese discurso. Dentro de esa consolidación de su base, a través del discurso y de ideas básicas de que es lo que quiere hacer en el futuro próximo, yo supongo que va a meter algunos elementos que van más allá de su base, tratando de dar una orientación de cómo va a resolver el problema del país, porque él tiene que enviar un mensaje, no solo a la oposición nicaragüense, si no también a la comunidad internacional y muy importante al gobierno de Estados Unidos. Él tendrá que dar algún mensaje, ya sea negativo o positivo, y si no lo da, significa que no está dispuesto a negociar dentro de los cauces que le esta pidiendo la comunidad internacional”, valoró Peraza.
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El exdiputado y analista político Eliseo Núñez Morales manifestó que mientras Ortega no tenga una respuesta a la crisis, va a seguir recurriendo a la arenga interna, para inflamar el fanatismo de su bases.
“Un discurso sin propuesta, sin dar solución. Yo lo que espero es un discurso para un partido y no para una ciudadanía. Eso no es difícil de pronosticar porque Ortega nunca ha gobernado para la ciudadanía en general, gobierna para un partido y, definitivamente para él”, dijo Núñez.
No se espera nada del dictador
Luisa Molina, miembro de la Articulación de Movimientos Sociales, dijo que como organización no esperan nada del dictador y cree que lo que llegará a hacer mañana a la plaza es a reafirmar su dictadura.
“Lo que van a hacer mañana es un circo, para reafirmarse como una dictadura, como un poder omnímodo, autoritario. La única expectativa que tenemos es en la ciudadanía y en su capacidad de resistencia”, dijo Molina.
En la plaza Juan Pablo II, donde se realizará la actividad partidaria mañana en horas de la tarde, Núñez dijo que Ortega le hablará a un grupo de personas que en su mayoría serán empleados públicos obligados a asistir y en menor cantidad gente “hiperfanatizada”, radicales dispuestos a matar por Ortega, como lo han hecho desde el año pasado, para que se mantenga en el poder, los llamados paramilitares.