La organización opositora Alianza Cívica (AC) emplazó este miércoles a la dictadura de Daniel Ortega a retomar las negociaciones para encontrar una salida pacífica a la crisis que atraviesa Nicaragua. Si Ortega no lo hace —según los opositores—, él será el único responsable de la debacle a la que dirige el país, por su falta de voluntad para dialogar.
“Emplazamos al régimen para alcanzar la libertad de los presos políticos, el reconocimiento de las víctimas, el cumplimiento inaplazable y completo de los acuerdos de garantías ciudadanas y de liberación definitiva de excarcelados; el esclarecimiento de la verdad con justicia, reparación y no repetición; y la celebración de elecciones libres, observadas, transparentes y anticipadas”, manifiesta la AC en un comunicado leído en conferencia de prensa por el doctor Carlos Tünnermann Bernheim.
Los miembros de la AC hicieron ver en su mensaje que Ortega no ha podido resolver la crisis de forma unilateral.
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“La aspiración del pueblo de Nicaragua para encontrar una pronta salida al deterioro de las condiciones sociales y económicas y un futuro mejor, nos mueve ahora a emplazar al gobierno a participar en dicha negociación, principalmente porque las acciones unilaterales del régimen no han podido, ni podrán resolver el origen del conflicto”, señala el mensaje.
El llamado del grupo opositor se da como respuesta a la resolución aprobada en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), el 28 de junio, que establece la creación de una comisión al más alto nivel para insistir en la búsqueda de una salida negociada a la crisis del país, lo que en teoría se debe lograr en un plazo de 75 días, pero la comisión no ha sido conformada.
También la AC acogió la exhortación de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh) del 10 de julio, que plantea la necesidad de una negociación efectiva y de buena fe, y el cumplimiento de los acuerdos ya alcanzados para superar el deterioro de las instituciones democráticas y de los derechos humanos y encontrar una solución a la crisis.
Diálogo congelado
La AC se levantó de la mesa de negociación porque Ortega se niega a respetar el derecho ciudadano a la manifestación pública según criterio político y también se ha negado a detener la represión contra los opositores que salen a protestar a las calles.
Azahalea Solís, miembro de la AC, explicó que a la par de este esfuerzo por retomar el diálogo con el régimen, están trabajando en el diálogo y consenso con todos los sectores nacionales.
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“Estamos haciendo énfasis de que estamos en conversaciones de trabajo estratégico con la Unidad Nacional Azul y Blanco y con otros actores nacionales relevantes, territoriales, para construir el camino para la libertad y la justicia”, señaló Solís.