Después de retirar de las estaciones el logotipo DNP Petronic, el proceso de cambio de imagen de la distribuidora de combustibles, ligada a la familia presidencial Ortega-Murillo, se ha acelerado en Managua y en el interior del país, cuyas estaciones ahora lucen coloridas y adoptaron como nombre los lugares donde están ubicadas.
El rápido proceso de cambio de imagen, donde se evidencia una desesperación por desvincularse de DNP Petronic, coincide con los paquetes de sanciones que Estados Unidos ha estado aplicando en las últimas semanas contra Petróleos de Venezuela (PDVSA) y Albanisa, así como sus subsidiarias.
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La mutación en la imagen de DNP Petronic fue constatada por LA PRENSA en un recorrido por cuatro estaciones de servicio de la capital donde antes funcionaba la marca vinculada directamente a la familia Ortega Murillo.
En las últimas semanas, además de Managua, también se han hecho cambios similares en estaciones DNP de Matagalpa, Jinotepe, Masatepe y León, donde se han eliminado logos y demás distintivos de esta empresa.
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En el caso de León y Jinotepe, las indagaciones de este Diario confirmaron que una desconocida sociedad denominada Petróleos Centroamericanos (Petrocem) es la que actualmente administra estas estaciones.
Nuevos nombres
En redes sociales se ha viralizado una foto de la nueva imagen de una gasolinera con un logo que lleva las letras “LM”, que muchos han sugerido quiere decir “Laureano Murillo (el hijo de la pareja presidencial”. Sin embargo, en el recorrido de LA PRENSA se comprobó que las letras se refieren a Las Mercedes, lugar donde está ubicada la estación.
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Del mismo modo, aunque con distintos colores y logos, se ha hecho con las estaciones de servicio del barrio Larreynaga y Tiscapa. Es decir, ahora el nombre de esas gasolineras es el mismo que el lugar donde están ubicadas.
Sin embargo, en el caso de la estación ubicada frente al colegio La Salle solamente se ha retirado el logo de DNP, pero se han dejado los mismos colores.
En la estación de Las Mercedes, el gerente de nombre William (se negó a dar su apellido) dijo que no podía dar información y que el dueño de la gasolinera regresaba el próximo lunes. Del mismo modo lo hizo el gerente Norman Silva, de Larreynaga. “No estoy autorizado para hablar”, agregó Silva, quien confirmó el nuevo nombre de la gasolinera.
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En el caso de la estación Tiscapa, uno de los trabajadores dijo que todo en la estación “es nuevo”. Sin embargo, aclaró que en ese momento no se encontraba el gerente y tampoco conocía el nombre del dueño.
se preparan para evitar sanciones, dice analista.
Un experto del sector de hidrocarburos consultado por LA PRENSA, que pidió no ser citado, considera que el cambio de imagen obedece a una medida “profiláctica ante las amenazas de sanciones contra las empresas vinculadas a la familia Ortega Murillo”.
Según investigaciones de LA PRENSA, DNP Petronic fue adquirida con fondos del acuerdo petrolero venezolano canalizados por medio de la cooperativa Alba Caruna. Pasó a ser administrada por Yadira Leets Marín, esposa de Rafael Ortega Murillo, hijo mayor del presidente designado por el Consejo Supremo Electoral (CSE), Daniel Ortega.
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Fuentes vinculadas a la misma DNP revelaron a LA PRENSA que Yadira Leets Marín fue removida de su cargo como gerente general, precisamente por la amenaza que representaban las sanciones desde el exterior.
El 29 de enero, Alba de Nicaragua (Albanisa) fue sancionada por Estados Unidos, como parte de unas medidas contra la compañía estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). Antes, Francisco López, vicepresidente de Albanisa y presidente de Petronic, fue sancionado con la Ley Global Magnitsky, por abuso contra los derechos humanos y corrupción.
¿Fin del negocio?
Una sanción contra DNP Petronic significaría el fin del negocio del combustible para la familia en el poder. Esto es porque la compañía ahora depende del crudo que se importa de Estados Unidos y no de Venezuela. El año pasado, 77 por ciento del combustible que se distribuyó provino de Texas, según estadísticas del Ministerio de Energía y Minas (MEM).
Las cifras actuales son provocadas por la crisis venezolana, pues hasta 2012 Nicaragua importaba el noventa por ciento del petróleo que consumía del país sudamericano. “Una sanción contra DNP provocaría que Estados Unidos corte los negocios con ellos y quedarían en el aire. Por eso es que están cambiando la imagen”, señala una fuente del sector de hidrocarburos.
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Para evitar las sanciones, el negocio de la familia presidencial podría funcionar como una cooperativa que aglutine a todas las “nuevas” estaciones de servicios, con concesionarios privados y sociedades anónimas, para distribuir el combustible a los consumidores.
Complicar investigación
El exdiputado Eliseo Núñez considera que el cambio de imagen en las estaciones de servicio se debe a que quieren “complicar cualquier investigación que se haga de ellos (DNP) y la conexión que tienen con Albanisa y PDVSA”.
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Para Núñez, lo que está haciendo DNP es una red de sociedades anónimas que complicaría la investigación, teniendo en cuenta el nuevo reglamento del Registro Público de la Propiedad y Mercantil que indica que no se puede solicitar información sin un poder del dueño de la propiedad o sociedad.
“Aparentemente DNP ahora dejó de existir, y ahora son un montón de gasolineras que le compran a Petronic”, dijo Núñez, quien considera que ahora DNP prácticamente dejó de existir como venta al menudeo y ahora “solo tienen las ventas del búnker”.