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CONTENIDO EXCLUSIVO.El obispo de Estelí y secretario general de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), monseñor Abelardo Mata Guevara, aseguró este martes que Daniel Ortega no debe gobernar hasta el 2021, explicando en qué sustenta su posición.
“Los crímenes han sido atroces, la destrucción del estado de derecho evidente; los abusos de poder, irrefutables”, dijo el prelado a LA PRENSA.
“Ya este gobierno dio lo que tenía que dar: pobreza y explotación”, sostuvo el jerarca católico, quien también se desempeña como portavoz de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) y es una de las voces más críticas del sistema actual.
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Las declaraciones del obispo se dan días después de dos señales importantes. La primera, la reanudación del canal de comunicación de Daniel Ortega con la Organización de Estados Americanos (OEA), con la que se mantenía distante desde hace meses.
La segunda, la reunión con los principales empresarios del país, realizada el último fin de semana, cuando los privados le urgieron un diálogo franco a Ortega y Rosario Murillo, un encuentro que contó con la presencia del cardenal Leopoldo Brenes y el nuncio apostólico, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag.
Los empresarios sugirieron que se reanudaran las conversaciones entre la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia y el Ejecutivo con el fin de encontrar una salida a la crisis que Nicaragua vive desde abril del año pasado.
En la práctica sería un segundo intento por conversar, dado que un mes duró el diálogo iniciado en mayo de 2018.
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En julio, Ortega acusó a los obispos, que participaron como mediadores, de golpistas. Mata era uno de los que participó como mediador y de los que frontalmente cuestionó al régimen.
“Este señor no quiere dialogar”
Mata aseguró ayer que Ortega, quien gobierna el país desde el 2007 y cambió la Constitución para reelegirse indefinidamente, no quiere dialogar.
“Como ciudadano y luchador por la defensa de los derechos humanos, no creo que este señor quiera dialogar: su lenguaje ha sido siempre falaz y astuto, (y) termina indilgando a otros sus propios errores y delitos. Como pastor y responsable en la fe de una sufrida parte del pueblo de Dios, pienso que hay que agotar todos los medios posibles para hacer que este régimen se siente a dialogar: No hay otra vía para salir de este callejón sin salida sin mayor derramamiento de sangre”, reflexionó.
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Sin embargo, igual como se han pronunciado otros sectores, el obispo también cree necesario que se dé una serie de condiciones para que se instalen nuevamente las conversaciones.
Condiciones mínimas
Mata consideró que para iniciar el proceso de diálogo con el régimen de Daniel Ortega, se hacen necesarias mínimas condiciones para que sea creíble, lo que pasa por gestos de buena voluntad por parte de la pareja gobernante.
“La inmediata liberación de los presos políticos y suspensión de los juicios inicuos que van en marcha”, señaló el religioso.
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Otro punto importante es la “eliminación de los grupos paramilitares, recogiendo las armas por parte del Ejército”.
Comisión de la verdad
Uno de sus puntos torales es la instalación de una comisión de la verdad que investigue e identifique a los verdaderos responsables de la violencia del Estado contra los ciudadanos.
“Una verdadera comisión de la verdad, apartidaria, que identifique a los responsables de los delitos de lesa humanidad, cometidos en este período de los diez meses que llevamos de inestabilidad, para comenzar”, sostuvo.
De acuerdo con las organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos, la represión estatal contra las protestas cívicas ha dejado entre 325 y 535 muertos, más de cuatro mil heridos y más de setecientos presos políticos.
Como efecto de la represión estatal, más de cincuenta mil ciudadanos tuvieron que huir al extranjero para resguardar sus vidas. Sin embargo, el Ejecutivo ha sostenido que fue víctima de un intento de golpe de Estado, lo que ha sido desmentido por organismos de derechos humanos.
Participación del Vaticano
El vocero de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) explicó que el tema central de la agenda en el diálogo nacional deberá ser siempre el adelanto de las elecciones nacionales, a lo que Ortega se rehusó desde las conversaciones de mayo pasado.
“Naturalmente que anticipación de las elecciones es el plato principal. Se hace necesario preparar el camino: reestructuración de todo el tinglado electoral y nuevos miembros de esta institución”, recomendó el prelado católico.
En relación con la participación directa del Vaticano, sugerida por fuentes en días pasados, el obispo Mata explica que la CEN es la instancia en este caso que representa a la Iglesia.
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“Pienso que el Vaticano, en cuanto Vaticano, no se inmiscuiría en esta acción concreta. Él ya cuenta con las instancias para hacerse presente, como son las nunciaturas y las conferencias episcopales”, aclaró.
Preocupación empresarial
El obispo cree que el sector del gran capital tiene buena voluntad para que el país alcance la paz.
“No lo dudo. En primer lugar, tienen que defender su capital y para ello, en segundo lugar, se necesita la pacificación del país y buscarle una salida negociada a este impasse”, observó Mata.
Tras su reunión con el régimen Ortega-Murillo, los principales empresarios del país hicieron público un comunicado en que dejaron claro cual fue el objetivo del encuentro con Ortega y Murillo.
“Tomamos la iniciativa de solicitar un encuentro para reiterarle al Gobierno la urgencia de una negociación incluyente, seria y franca con la sociedad civil para abordar la grave situación social, política y económica que atraviesa el país”, explicaron en el documento que está firmado por José Antonio Baltodano, Carlos Pellas, Roberto Zamora, Ramiro Ortiz y Juan Bautista Sacasa, los hombres más ricos del país.
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En el documento, los grandes empresarios reiteraron que otro de sus objetivos en el encuentro fue “abrir las puertas” para que el gobierno de Ortega y la Alianza Cívica reanuden el diálogo.
“Nuestros únicos objetivos con esta iniciativa fueron abrir las puertas para reanudar la negociación entre el Gobierno y la Alianza, así como trasladar al Gobierno la urgencia de abordar los planteamientos de la sociedad civil y la comunidad internacional para resolver la crisis y trabajar en los objetivos democráticos e institucionales que le den al país viabilidad política y económica de largo plazo”, plantearon.
La comunidad internacional también ha demandado a Daniel Ortega retomar el diálogo, pero hasta ahora no lo ha hecho.
Nicaragua: bajo régimen policial
A raíz de las protestas de abril pasado que han dejado luto en el país tras la represión estatal, el régimen de Daniel Ortega a través de su Policía prohibió las marchas cívicas, bajo la excusa de que quienes marchaban cometían delitos de terrorismo y sus intenciones habían sido dar un golpe de Estado.
“No se permitirán manifestaciones o movilizaciones en la vía pública que no cuenten con el debido permiso y acompañamiento de la Policía Nacional”, afirmó el comisionado general Jaime Vanegas, inspector general de la institución, en octubre pasado.
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En ese entonces, la PO amenazó, además, con tomar “todas las medidas necesarias para garantizar el orden público” y que “cualquier actividad provocadora, instigadora y violenta será penada de acuerdo a la Constitución Política y las Leyes de Nicaragua”.