El precio del quintal de café oro en el municipio de San Juan del Río Coco, en Madriz, ha sufrido una baja el cual pasó de comercializarse en 2,800 a 2,400 córdobas. Esta baja ha desestimulado a los productores quienes están concentrados en sacar la cosecha del ciclo productivo 2018-2019.
“Este año teníamos visualizado que tendríamos una excelente cosecha de café, pero ahora que el precio cayó casi 400 córdobas por quintal, más la falta de mano de obra que seguimos enfrentando y la ausencia de préstamos bancarios y el mal estado de los caminos, nos hunden más en esta crisis que ya vivimos desde hace 8 meses en el país”, señaló Luis Emilio Ponce Serrato, caficultor y propietario de 80 manzanas ubicadas en la comunidad de Samarcanda, en el municipio de San Juan del Río Coco.
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Cabe señalar que este año, dicha zona cafetalera ha sido afectada por la falta de cortadores tradicionales de café, quienes debido a la persecución de la cual han sido víctimas por parte de paramilitares afines al régimen de Daniel Ortega, huyeron de Nicaragua con destino a Costa Rica, Honduras y El Salvador.
“Estamos sin cortadores, y aquí los productores hemos tenido que emplear nuevamente a los miembros de la familia para que suplan la labor de la mano de obra que ya no vino. Otro problema que enfrentamos es la falta de crédito bancario y de las microfinancieras, el mal estado de los caminos de penetración, además de los altos costos de producción”, señaló Juan Ramón Vílchez, también caficultor de San Juan del Río Coco.
Se agudiza el problema de los cafetaleros
Edmundo López Muñoz, Presidente de la Cooperativa José Alfredo Zeledón, afirmó que la caída del precio del saco de café vino a agudizar la problemática de los cafetaleros que ya vivían con la falta de mano de obra tradicional, el mal estado de los caminos y la falta de crédito bancario. “Si no tuviéramos estos problemas, más la crisis que se está viviendo desde hace 8 meses, aquí estaríamos sacando una buena cosecha este año”, apuntó.
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“Estamos pagando a los pocos cortadores que tenemos a 40 córdobas la lata de café cortado, y si sacamos cuenta hay que darles los tres tiempos de comida diaria, las condiciones habitacionales en las fincas y haciendas. A eso hay que agregarle el pago de 2 dólares de impuesto nacional que impone el gobierno y el 1 porciento que se entera a la municipalidad, además del pago de transporte, secado en patios y el trillado, y con ese nuevo costo del café no nos queda nada de cada quintal”, indicó Jacinto José Manzanares López, productor de la comunidad El Majaste, en San Juan del Río Coco.
No se produjo café en faldas del Volcán San Cristóbal
Por su lado, en Chinandega, la tala indiscriminada, la roya, los gases y cenizas que emana el volcán San Cristóbal y la falta de limpieza, provocaron que este año no haya café en las zonas productores de este rubro en este departamento tales como las tres fincas que se ubican en el complejo volcánico Chonco-San Cristóbal. La última cosecha de café en este departamento fue hasta los primeros días del verano de 2017.
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Rigoberto García, presidente de la Asociación Ambientalista Fuente Verde, que protegen la Finca Banderas, ubicada en el denominado mancuerno del Volcán San Cristóbal y los límites del Cerro El Chonco, indicó que gran parte del cultivo lo atacó la roya y otra parte se perdió entre la maleza.
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En la Finca Banderas, la cual cuenta con 480 hectáreas de bosque protegido por la junta directiva de comunitarios, se cultiva café desde hace más de 50 años. En este lugar se cultivan las variedades caturra, maragohipe y el criollo, (arábica). Según los productores, para reactivar el funcionamiento de esa finca cafetalera se requiere de un buen fondo económico.