Una vez más los seguidores del orteguismo hicieron pintas en el muro perimetral de la Catedral Metropolitana de Managua, esto luego que el periodista Jaime Arellano borró las pintas originales en las que los orteguistas llamaban “asesinos” y “golpistas” a los sacerdotes y obispos, repitiendo el lenguaje que utiliza el Gobierno contra la Iglesia Católica.
Pero esta vez los orteguistas elevaron la parada y pasaron de repetir el discurso oficial a escribir amenazas contra la Iglesia, es así que en el muro de la Catedral se lee: “La única iglesia que brilla es la que arde”, “van ganando su boleto al Chipote”, “fuera el clero” y otras pintas en las que acusan a los sacerdotes de “violadores de niños”, en referencia a los escándalos en que se ha visto envuelta la Iglesia Católica alrededor del mundo.
Días atrás el rector de la Catedral de Managua, sacerdote Luis Herrera, explicó que cada vez que pasan las marchas de los simpatizantes del Gobierno, en la calle que va desde la Rotonda de Metrocentro hacia la Loma de Tiscapa, gritan obscenidades a los religiosos y no le asombra que se hayan atrevido a hacer pintas en el templo católico.
“Siempre hay personas que tienen esa mala educación de escribir en las paredes, pero bueno tampoco vamos a ir a pelear por eso, no vamos a pelear con nadie simplemente se manda a pintar”, dijo el religioso.
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Para el sociólogo Cirilo Otero, a pesar de la buena voluntad, fue un error haber borrado las primeras pintas en el templo, ya que debido al ambiente hostil que hay contra la Iglesia los seguidores del orteguismo seguirán tratando de borrar lo que huela a protesta.
“Ese es un tipo de acción que se va a seguir repitiendo y lo más peligroso es que puede ir subiendo el volumen, más violencia… Yo creo que la actitud que hay que tomar con las paredes de Catedral es que si llegan a mancharlo hay que dejarlo así, porque si vos borrás lo que ellos hicieron van a volverlo a hacer”, expresó Otero.
Para el sociólogo este comportamiento de los orteguistas es bastante infantil “son parte de una práctica desesperada de la imposición de autoridad… el orteguismo con el murillismo han perdido espacio de poder político, había perdido las calles y ahora las están recuperando pero a punta de balazos, habían perdido los niveles de comunicación, los niveles de entendimiento, han reprimido y la gente sigue marchando”.
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