El embajador general de los Estados Unidos para la libertad religiosa internacional, Sam Brownback, manifestó su apoyo a la Iglesia católica de Nicaragua ante la situación de crisis que vive el país desde el pasado 18 de abril, cuando comenzó la represión policial y paramilitar contra las protestas ciudadanas que demandan la salida de Daniel Ortega del poder.
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Los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) son los mediadores del Diálogo Nacional, que intenta buscar una salida pacífica a la crisis, pero debido a su condena a la represión que ha dejado entre 322 y 481 muertes, los simpatizantes del Gobierno los comenzaron a acosar y agredir.
“El presidente Ortega ha estado enérgicamente denigrando e intentando dividir a la Iglesia católica, la cual él mismo buscó inicialmente para que funcionaran como mediadores en el diálogo nacional. Su retórica divisiva no tendrá éxito y solo sirve para deslegitimizar aún más a su gobierno. Aplaudimos a la Iglesia católica por su unidad ante la represión del gobierno e instamos al resto de la comunidad religiosa a expresarse en solidaridad”, dijo el embajador Brownback.
El diplomático ofreció estas palabras en la Conferencia Anual del Departamento de Estado para la Libertad Religiosa.