La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) se plegó este jueves a las expectativas del Gobierno de Nicaragua de que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá, aunque lo hará a menor ritmo debido al impacto de la crisis sociopolítica desde hace 129 días.
La Cepal situó en 0.5 por ciento el crecimiento del PIB de Nicaragua cercano al 1 por ciento que espera el Gobierno local, mientras economistas locales y centros de pensamiento apuntan al terreno negativo.
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Ante de la crisis, la Cepal situó a Nicaragua dentro de las cinco economías con mayor crecimiento para este año, con una expansión del PIB de 5 por ciento tras haber crecido 4.9 por ciento en el 2017.
Tras la crisis, el Banco Central de Nicaragua rebajó de 5 por ciento a 1 por ciento las expectativas, pero la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) hasta ahora mantiene una caída de la economía de 5.6 por ciento en el peor escenario.
El expresidente del Banco Central de Nicaragua, Mario Arana dijo dada la incertidumbre política actual resulta complicado determinar si la economía concluirá cayendo o en positivo, pero señaló que hay que hacer los esfuerzos para proteger la economía en medio de esta convulsión.
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“Hay distintas posiciones (proyecciones de Funides y economistas), pero no es necesariamente fácil predecir qué es lo que pueda pasar con la economía, pero hay que tratar de salvarla”, afirma Arana, quien señala que esto pasa por resolver la crisis política actual y devolverle a Nicaragua la confianza.
Menos crecimiento en el istmo
La reducción en las metas de crecimiento de Nicaragua incidió fuertemente en la decisión de Cepal de recortar la estimación promedio para Centroamérica.
Según la Cepal, Centroamérica crecerá 3.4 por ciento en lugar de 3.6 por ciento proyectado inicialmente. Además de Nicaragua, Honduras y Panamá sufrieron modificaciones a la baja en las metas iniciales.
De igual forma las proyecciones de crecimiento para los países latinoamericanos pasaron de una expansión del 2.2 a 1.5 por ciento, debido a la “incertidumbre y volatilidad”.
“El crecimiento promedio general de la región -cuya proyección disminuyó siete décimas con respecto a la última estimación entregada por el organismo en abril pasado- mantiene una tendencia positiva, si bien muestra signos de ralentización”, se explica en el informe de la Cepal.
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El documento también señala que al igual que en ocasiones anteriores, existe una gran heterogeneidad entre los distintos países y subregiones, ya que se espera que América del Sur crezca 1.2 por ciento y el Caribe un 1.7 por ciento.
Las economías más fuertes
Entre los países que lideran el crecimiento en la región están República Dominicana y Panamá con 5.4 por ciento y 5.2 por ciento, respectivamente. Seguidos por Paraguay con 4.4 por ciento, Bolivia con 4.3 por ciento, Antigua y Barbuda con 4.2 por ciento, y Chile y Honduras (ambos con 3.9 por ciento).
Difícil escenario
El estudio de Cepal indica que el crecimiento de la región se dará en un escenario global complejo, caracterizado por conflictos comerciales entre Estados Unidos, China y otras naciones; riesgos geopolíticos crecientes; una caída en los flujos de capitales hacia los mercados emergentes en los últimos meses y un alza en los niveles de riesgo soberanos; depreciaciones de las monedas locales frente al dólar; y una expansión económica mundial que tiende a perder dinamismo.
”Nuestra región sigue creciendo, aunque a menor ritmo de lo proyectado hace unos meses, a pesar de las turbulencias internacionales. Eso es positivo pero nos insta a redoblar esfuerzos para generar una reactivación, sin caer en ajustes fiscales excesivos”, dijo Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Cepal.