Un día después del asesinato de la estudiante brasileña Raynéia Gabrielle Lima, quien habría sido víctima de disparos de paramilitares asentados en el barrio Lomas de Montserrat, cerca de la Universidad Nacional Autónoma (UNAN-Managua), los sujetos encapuchados y armados que tenían tomado el recinto universitario, desaparecieron del sector.
Aunque los paramilitares ya no se ven desde afuera de la universidad, la bandera rojinegra del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ondea en varios puntos de esa alma mater, por lo que cabe la posibilidad de que los sujetos estén dentro de los pabellones de esa casa de estudios.
La mañana de este miércoles en los portones de la UNAN-Managua solo se encontraban los guardas de seguridad, las calles aledañas están despejadas y el tráfico vehicular circula de forma regular.
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A poca distancia, en el reparto Lomas de Montserrat, no hay ni rastro de los paramilitares ni de la escena del crimen de la estudiante brasileña. Lo único que se percibe son impactos de balas en las paredes de algunas casas, huellas que están desde el 23 de junio cuando los estudiantes que en ese momento estaban atrincherados en la UNAN-Managua fueron atacados por paramilitares que salieron desde el Paebanic, un centro de capacitación del Ministerio de Educación.
El asesinato de Lima se produce en medio de una crisis por la represión estatal a las manifestaciones contra el presidente designado Daniel Ortega, la que ha dejado entre 277 y 351 muertos, según organizaciones humanitarias locales e internacionales.
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Según testigos del crimen, Lima y su novio salieron a eso de las 11:00 de la noche de una casa ubicada cerca de Lomas de Montserrat en Managua. Ella en su vehículo y su novio en otro. En los semáforos del Colegio Americano fueron interceptados por hombres encapuchados que quisieron requisar el carro, Lima, al ver a los sujetos armados se puso nerviosa, y sin querer movió el vehículo. Entonces, los encapuchados la rafaguearon.
Inmediatamente su novio salió del segundo vehículo y reclamó, pero se dio cuenta de las heridas de su pareja y la trasladó al Hospital Militar. Familiares del novio llegaron a la escena del crimen horas más tarde, pero el carro de Lima ya había desaparecido.