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La imagen de Jesús de la Divina Misericordia traído desde Polonia recibió cuatro disparos y otra bala se alojó en el Sagrario del Templo. LA PRENSA/U.MOLINA

Daniel Ortega y Rosario Murillo le declaran la guerra a la Iglesia Católica nicaragüense

Los disparos en las paredes del templo son --quizá-- la muestra más evidente de la persecución que ha emprendido el Gobierno contra la Iglesia Católica.

Un caminito de sangre comienza desde el portón de la iglesia Jesús de la Divina Misericordia hasta la casa cural del templo, podría ser la sangre derramada por Gerald o Francisco, quienes fueron asesinados entre la noche del viernes y madrugada del sábado, cuando paramilitares armados los atacaron en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) y los acorralaron en esa parroquia.

Pero los disparos en las paredes del templo son –quizá– la muestra más evidente de la persecución que ha emprendido el Gobierno contra la Iglesia Católica. El párroco Raúl Zamora relató, un días después del ataque, que cuando los disparos finalizaron entró a la capilla del Santísimo y se encontró una escena de horror. Asegura que solamente Dios pudo mantenerlo con vida a él y unas 200 personas más que estaban en el templo mientras los paramilitares les disparaban.

“Ví la imagen de Jesús de la Divina Misericordia con tres (cuatro) tiros, en el costado y también en los rayos… pensé en San Pablo cuando perseguía a la iglesia y el señor se le aparece, se manifiesta y le dice ‘Saulo, Saulo, es a mí a quién tú persigues’… esto toca la conciencia de todo nicaragüense, aquellos hermanos nuestros que quizá segados por el fanatismo de alguna forma justifican la violencia también disparan contra sus hermanos nicaragüense”, expresó el sacerdote.

El aire acondicionado de la parroquia Divina Misericordia cogió fuego durante el ataque de los paramilitares al templo. LA PRENSA/U.MOLINA

Al entrar a la capilla del Santísimo el olor a quemado es bastante fuerte, el aire acondicionado que estaba en lugar cogió fuego durante el ataque, los cristales del templo se encuentran rotos, pero para los feligreses lo más doloroso fue ver el disparo que se alojó en el Sagrario del Templo.

“Es tan doloroso, pero el señor es tan misericordioso, sabemos que él está con nosotros, es muy doloroso. Nosotros pasamos esa noche en oración, en vela, solo escuchando los balazos y nos sentíamos impotentes al no poder venir a socorrer y ayudar, pero orando sin saber si estaban bien o si estaban mal, de pronto mandaban videos llorando y escuchando las balas”, dijo Flor de María Guerra, quien llegó a limpiar el templo.

Este no es el primer templo atacado por los paramilitares, antes lo hicieron en la parroquia Santiago Apóstol, en Jinotepe, la basílica menor de San Sebastián, en Diriamba y saquearon las oficinas de Cáritas y el Centro La Cartuja, en Matagalpa.

Atacan a religiosos

Paramilitares atacaron con morteros, este fin de semana, el vehículo en el que se traslada monseñor Abelardo Mata, obispo de la Diócesis de Estelí y crítico contra el régimen, cuando este se movía por el municipio de Nindirí, Masaya, que estaba bajo ataque.

La Iglesia católica también denunció que la Policías y paramilitares ingresaron a la Casa Cural de Catarina y se llevaron algunas pertenencias de la parroquia y del sacerdote Jairo Velásquez.

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Antes fueron atacados, el cardenal Leopoldo Brenes, el obispo Silvio Báez y el nuncio apostólico Waldemar Sommertag,por un grupo parapolicial y simpatizantes orteguistas en la ciudad de Diriamba.

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