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“Adiós Patito” le dijeron al adolescente Abraham Antonio Castro Jarquín, de 17 años, asesinado el 8 de junio durante  un ataque de turbas paramilitares orteguistas en la salida norte de Jinotega. LA PRENSA/S.RUIZ

Al menos cinco muertos por la represión orteguista este fin de semana

Nicaragua sigue enterrando a sus mártires. En las últimas 72 horas se registraron ataques en Managua, Jinotega, Masaya y Sébaco

Parece un macabro ciclo sin fin que Nicaragua vivió en las últimas 72 horas, desde el viernes 8 de junio: cinco asesinados a balazos en medio de la violenta crisis política en que el presidente designado Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo tienen sumido al país desde hace 55 días.

Mientras en un municipio se entierra a una persona, en otro sitio a esa misma hora, o con minutos de diferencia, inicia una nueva jornada de violencia que aumenta la cifra de vidas segadas a balazos.

Mientras Masaya y Jinotega enterraba a dos de sus muertos, en Managua una familia reclamaba el cuerpo de su pariente en el Instituto de Medicina Legal, luego de haber sido asesinado de un balazo en la cara y robarle su moto y un arma legal que portaba a pocas cuadras de su casa.

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Y mientras en ese hogar se lloraba a uno de los suyos, la muerte asomaba también en el tranque de Sébaco, Matagalpa, donde murió un hombre, y en el tranque de Las Maderas, en Tipitapa, Managua, donde se informaba de la muerte de otro.

Ambos tranques fueron sometidos a balazos por la letal combinación de tropas policiales y paramilitares armados y vestidos de civil.

Muertos en Managua

El reporte frío de la Policía, indicaba el sábado dos muertes: un adolescente de 18 años asesinado a balazos desde un vehículo en marcha, en el barrio Arnoldo Alemán, Distrito VII. Luego, en otra nota, dirán que murió víctima de pleito entre pandillas.

La segunda víctima de la noche fue Víctor Cabrera García, de 39 años, quien recibió un balazo en la mandíbula cuando circulaba en su motocicleta a las 11:40 p.m. por el barrio Venezuela, en el Distrito Cuatro.

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Su esposa Karla Vílchez explicó que la muerte fue instantánea y que el atacante le quitó la pistola que llevaba y tenía portación legal, se montó en la moto y huyó del lugar, quedando el cuerpo tendido en el pavimento.

La mala noticia la familia no la supo hasta después de la 1:00 a.m. del domingo, cuando varios muchachos llegaron a la casa a bordo de un carro, diciéndole que el cadáver seguía tendido en la calle, a pocas cuadras de su casa.
Con ayuda de amigos lograron retirarlo del lugar y llevarlo al Instituto de Medicina Legal.

Antes de llevar el ataúd a la casa, Vílchez fue a la Estación Cuatro de la Policía Nacional para denunciar el robo de la moto y la pistola, “porque no quiero que hagan fechorías con sus cosas y luego lo inculpen, mejor aviso con tiempo”.

Cabrera García será enterrado esta tarde en el cementerio Oriental, que está ubicado a escasas cuadras de donde lo mataron y de su casa.

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En medio del dolor causado por la muerte de Cristian Salvador Gutiérrez Arteaga, de 58 años, quien falleció de balazo en el corazón durante el ataque orteguista efectuado la tarde de este sábado en la ciudad de Masaya, su viuda doña Betty Rodríguez hizo un llamado al actual gobierno y a la Policía Nacional a que cesen la represión contra la población civil, la cual lleva más de cincuenta días para que no siga aumentando la lista de víctimas mortales en Nicaragua.

“Esperamos y necesitamos que no haya más ataque en Nicaragua, y principalmente en Masaya, en donde más se han ensañado, ha habido muchos muertos, tanto de niños, jóvenes y adultos. Ya es demasiado derramamiento de sangre y no es justo que sigamos contando más muertos aquí”, dijo llorando doña Betty.

Asesinato en Sébaco

Un grupo de paramilitares orteguistas atacó a los manifestantes que mantienen un tranque en el puente de Sébaco, en Matagalpa. Juan Roberto González Rodríguez, de 27 años, murió de un impacto de bala en la parte derecha de la frente.

Según un cura de la iglesia Inmaculada Concepción de María, González tenía exposición de masa encefálica. Además, agregó que han atendido a cuatro personas heridas por armas de fuego.

En el lugar se escuchaban explosiones de morteros y detonaciones de armas de fuego. El ataque de las turbas inició a eso de las 3:00 de la tarde. Según las versiones, con el objetivo de lograr la liberación de cuatro policías de El Jicaral, que fueron retenidos en Sébaco. Se desconoce si la víctima estaba en el tranque.

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Los manifestantes pretendían liberar a uno de los oficiales que tiene problemas de salud a cambio de que “cese el hostigamiento, cese de hostilidad por parte de las turbas”.

Los pobladores aseguraban que los oficiales han sido alimentados y han recibido la visita de sus familiares.

En Las Maderas

Otro ataque a balazos ocurrió al caer la noche en el tranque Las Maderas, en Tipitapa, donde antimotines y paramilitares desmontaron la barricada. Fuentes en el lugar indicaban, hasta el cierre de la edición, que una persona (varón) había muerto y habían varios heridos y capturados.

Monimbó y Jinotega

Familiares, amigos y pobladores sepultaron la mañana de este domingo a Abraham Antonio Castro Jarquín, de 17 años, quien fue asesinado el 8 de junio durante un ataque de turbas paramilitares orteguistas en la salida norte del municipio de Jinotega. El féretro de Castro —a quienes sus familiares llamaban Patito— recorrió las calles de Jinotega entre flores y cubierto con la bandera azul y blanco, acompañado con música testimonial coreada por autoconvocados y pobladores que se unieron al cortejo fúnebre.

Un entierro similar ocurrió en Monimbó, el sufrido barrio de Masaya, donde enterraron entre llanto y furia al querido vecino Cristian Salvador Gutiérrez Arteaga, de 58 años, asesinado de un impacto de bala en el corazón, durante la represión policial del sábado.

Con información de Sara Ruíz, Luis Eduardo Martínez y Noel Gallegos 

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