Para el exdiputado opositor Enrique Sáenz, aunque la aprobación de la Nica Act este martes en el Congreso de los Estados Unidos ubica al gobierno de Daniel Ortega en una situación “muy comprometida”, advierte que existen otras medidas en curso que tienen “un impacto mucho más grave que la Nica Act”.
“(Estas medidas) se encuentran directamente relacionadas con Albanisa, la caja que guarda el tesoro del régimen. En primer lugar, la advertencia que hizo la Embajada norteamericana sobre el riesgo de realizar transacciones con Albanisa”, advierte Sáenz.
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El opositor se refiere, además, al informe norteamericano sobre la eventual implicación de Albanisa en el lavado de dinero con las FARC. “Sobre la eventual implicación de Albanisa en lavado de dinero de las FARC, de comprobarse, tendría efectos letales”, sostiene Sáenz.
Asimismo, el opositor advierte que “los negocios de Albanisa se relacionan con bancos, con exportadores, con empresas generadoras de energía, con empresas petroleras y con una cantidad de clientes y proveedores. En el mundo de los negocios todo mundo tiene que andar con pies de plomo”.
La Carta Democrática
El constitucionalista Óscar Castillo consideró que el avance de la Nica Act para convertirse en Ley debe hacer reflexionar a los funcionarios y al mismo Ortega de que el único camino es “el cumplimiento de la Carta Democrática” y un primer paso es “asegurar un proceso electoral participativo y transparente”.
“Yo advertía la necesidad de un diálogo político nacional. Creo que el presidente Ortega ha tenido la experiencia de haber vivido en una guerra, le ha tocado vivir en una etapa de la democracia de la cual él es fruto al llegar al poder en 2007 de esa consolidación democrática, entonces ya es hora de ese diálogo político”, declaró Castillo.
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El proyecto de Ley ordena la elaboración de un informe al secretario de Estado en noventa días sobre corrupción, incluida una lista de funcionarios del régimen partícipes de supuestos actos corruptos y de violación a los derechos humanos.
El camino del Senado
“Si ves que en el Congreso llega una iniciativa nueva con adiciones que le hicieron miembros del Senado para mejorarla, pues todo parece indicar que en el Senado no va a tener mayor resistencia el referendo ni creo que lo tenga con el Gobierno de Estados Unidos. El presidente Donald Trump ha insistido en que en América Latina el tema de democracia en Venezuela y Nicaragua, en su momento, sí son de interés de Estados Unidos, entonces no veo que vaya a vetar esta Ley”, indicó Óscar Castillo.
La influencia de EE.UU.
Para el jurista “lo peor que nos puede pasar” como sociedad es que naciones extranjeras dirijan la política interna, pero reconoce que ante los problemas de democracia y de los derechos humanos es propicio un diálogo nacional sin exclusión de sectores como “la empresa privada, la Iglesia, la sociedad civil, los partidos políticos legalmente establecidos y a los que se les ha negado y quitado su personería jurídica, que junto con el Gobierno encuentren la solución”.
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La Nica Act establece que Estados Unidos se oponga a los préstamos a Nicaragua de organismos internacionales como el Banco Mundial y el BID.
Aunque las autoridades nicaragüenses han insistido en que EE.UU. ya no tiene poder de veto en esos organismos, Castillo explicó que “siendo ese país su principal socio puede hacer su cabildeo” para que otros países nieguen los créditos a Nicaragua.