El exembajador de Nicaragua en Estados Unidos, Carlos Tünnermann Bernheim, manifestó sus dudas acerca de que la Organización de Estados Americanos (OEA) pueda conseguir financiamiento para la observación electoral en Nicaragua, si este país está demostrando desprecio por la democracia con su respaldo a la elección de la Asamblea Constituyente de Venezuela.
El domingo pasado, el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela realizó la elección de una Asamblea Constituyente para concentrar más poder y quitárselo a los diputados de la Asamblea Nacional. Esta elección es considerada ilegal y fraudulenta por la oposición política de ese país, por el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y por la mayoría de los países del organismo, mientras que el Gobierno de Nicaragua, dirigido por el presidente designado por el poder electoral, Daniel Ortega, fue uno de los pocos países que respaldó la decisión de Maduro.
Contradicciones
En Nicaragua, Almagro mantiene un acuerdo con Ortega para el fortalecimiento de la democracia, que implica la participación de este organismo regional como observador electoral en las votaciones municipales de este año; sin embargo, Tünnermann observó que Ortega y Almagro tienen posiciones opuestas.
Lea también: Ortega le saca tres años a OEA
“El señor Almagro ha rechazado la elección de la Asamblea Constituyente de Venezuela, incluso ha dicho que es una Constituyente fraudulenta e invita a los países a no reconocer las resoluciones que tome esa Constituyente.
Nicaragua, que tiene un acuerdo suscrito con la Secretaría General (de la OEA), toma una posición radicalmente opuesta, entonces con qué entusiasmo la OEA va a estar pidiendo fondos para cumplir con la observación electoral y luego el trabajo de los tres años del convenio”, dijo Tünnermann, en alusión al financiamiento que tiene que buscar la OEA para cumplir con el acuerdo de Nicaragua.
Las votaciones municipales están previstas a realizarse el 5 de noviembre próximo, según el Calendario Electoral.
No pudo evitar avance
de la Nica Act
El exrepresentante de Nicaragua ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Julio Icaza Gallard, manifestó que el acuerdo entre la OEA y Ortega fue para evitar el avance de la iniciativa de Ley Nica Act, que de aprobarse en el Congreso de Estados Unidos establecería sanciones económicas al gobierno de Ortega, por las violaciones a la democracia, a los derechos humanos y a la institucionalidad del país.
Lea además: Descrédito electoral marca las votaciones del 2017
Sin embargo, Icaza aseguró que el acuerdo de la OEA no le ha funcionado a Ortega, porque la Nica Act ha seguido avanzando.
“Apoyar el fraude de la Constituyente de Maduro y firmar acuerdos con la OEA ‘para el fortalecimiento de la democracia’ que no abordan los problemas sustanciales y por tanto no le representan ningún problema, para Ortega no son actos contradictorios”, dijo Icaza inicialmente.
“Así como está acostumbrado a imponer sus caprichos, piensa que la lógica y la razón pueden ser también doblegadas a sus deseos. Actúa de acuerdo con sus intereses y no de acuerdo con el principio de contradicción”, opinó Icaza.
Le puede interesar: Activistas de derechos humanos desnudan atropellos de Daniel Ortega
Tünnermann manifestó que el gobierno de Ortega está empujando la aprobación de la Ley Nica Act con su respaldo a Venezuela, cuyo Gobierno ha recibido una condena mundial por sus actuaciones.