El despale en la Cuenca Sur de Managua amenaza la capacidad del bosque para infiltrar agua, y si dicha situación continúa así, “vamos a tener crisis de agua en Managua”, dice el experto en temas ambientales, Jaime Incer Barquero.
El papel de la Cuenca Sur, que tiene 26 mil hectáreas de bosques , es clave ya que provee de agua a Managua, a través de la infiltración de esta en el subsuelo y la recarga hídrica que alimenta los pozos para la demanda de la capital, explica el doctor Incer, presidente de Fundenic SOS.
Ante esta necesidad, el Pago por Servicios Ambientales Hídricos (PSHA) en la Subcuenca tres de Managua, es una iniciativa a través de la que impulsan la preservación de los bosques, evitan el cambio de uso de suelo , y manejan de forma sostenible los recursos naturales.
Este año se lograron mantener 340 hectáreas de bosques, de las cuales se midió la cantidad de agua que produjo, unos, 883 mil metros cúbicos.
Dicho programa es desarrollado por la Compañía Cervecera de Nicaragua, cuyo consumo de agua es cerca a los 850 mil metros cúbicos por año para el desarrollo de todos sus procesos.
Es por tanto, que los PSHA es una forma de compensar el gasto de agua, explica Ernesto Narváez, gerente de sostenibilidad de CCN.
De acuerdo a Rosario Sáenz, directora ejecutiva de Fundenic -SOS, como institución brinda una asistencia técnica para evaluar el cumplimiento de la responsabilidad asumida por cada productor sobre la conservación de la finca.
De acuerdo a los estudios que han realizado, el costo que manejan es de 100 dólares por hectárea.
En total, el CCN entregó 34 mil dólares en PSHA a diez productores de la zonas de Ticuantepe y El Crucero.
Un ejemplo a seguir
Alejandro Velásquez es el administrador del Refugio de Vida Silvestre El Chocoyero, y considera que el apoyo económico se traduce en la mantenimiento a la infraestructura del lugar, así como en la permanencia del número de guardaparques.
Dicha reserva tiene 184 hectáreas en la zona núcleo y 835 en la zona de amortiguamiento.
Por su parte, Rodolfo Robles, propietario de la finca Palestina en Ticuantepe, explica que el incentivo económico le ha permitido dar un mayor cuido al bosque, estar pendiente de la tala a lo largo de las 72 hectáreas que tiene, y mantener la prevención de incendios forestales.
Estas acciones no son nuevas para Robles, ya que asegura que su familia siempre ha mantenido prácticas ecológicas.
En la finca Palestina realizan las cosechas de agua, y reconocen la importancia de la misma para optimizar el uso del recurso.
El concepto del pago es que al conservar el área y con el monitoreo de cuánta agua de lluvia fue capaz de retener y absorber y entrar al manto, se calcula la cantidad que se ha recolectado, eso se coteja para que sea equivalente al consumo total del agua que genera la empresa, explica el ingeniero Narváez.
La iniciativa de PSAH tiene una duración de cinco años y cuenta con una inversión inicial de 250 mil dólares que incluyen el estudio, asesoría técnica y el pago a los dueños de finca. .