Las elecciones en Nicaragua de noviembre próximo, en las que Daniel Ortega pretende reelegirse, son consideradas una farsa por la oposición. Aquí las razones que dan los expertos para considerarlas, también, una farsa.
1-Falta de cumplimiento de las recomendaciones que hicieron los organismos de observación electoral nacional e internacional. El politólogo José Antonio Peraza recuerda que las misiones de observación del Centro Carter, la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA), que vigilaron las elecciones de 2008 y 2011, dejaron registro en sus informes de la carencia de legitimidad del Consejo Supremo Electoral (CSE) de Nicaragua. La Misión de Observación Electoral de la UE (MOE-UE) reportó en 2011, que hubo un “retroceso en la calidad democrática” de los procesos electorales en Nicaragua, por la “escasa transparencia y neutralidad” con que fueron administrados por los magistrados del CSE. La MOE-UE también hizo ver la necesidad de publicar, en tiempo real, los resultados de las Juntas Receptoras de Votos (JRV), una por una, en el sitio web del CSE. La OEA planteó la necesidad de una reforma electoral que reglamentara y limitara la discrecionalidad desmedida del CSE en: autonomía de los partidos políticos en acreditar fiscales, participación de los fiscales, composición de las JRV y diseñar un marco legal para depurar el padrón electoral. También planteó crear una cartografía geo —referenciada que permitiera utilizar este sistema para aplicarlo a la logística—. Las organizaciones de observación electoral sugirieron que “la observación electoral debía ser facilitada y no menoscabada o interrumpida por los funcionarios electorales”, con base en su experiencia durante la observación. Un argumento esencial para llamarlas una farsa.
2-La anulación de la segunda fuerza política opositora de la competencia para las elecciones en Nicaragua. La sentencia 299, emitida el 8 de junio por los magistrados de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y militantes del partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), anularon la participación de la segunda fuerza política, que en las elecciones de 2011 logró obtener el 31 por ciento de los votos, a pesar de que los resultados fueron manipulados a favor FSLN. Irving Dávila, miembro de la Coordinadora Civil y encargado del tema de Gobernabilidad, asevera que las normas que se están aplicando para este proceso electoral, son “totalmente excluyentes y negatorias del derecho a la pluralidad y a la transparencia”.
3-El partido gobernante FSLN no tiene competencia. El politólogo Peraza considera que la sentencia 299 dejó al FSLN como único partido con ventaja para ganar las próximas elecciones del 6 de noviembre, porque aunque además del FSLN participen 15 partidos más en estas elecciones, 8 son sus aliados y los otros 7 no lograron obtener ni 10 por ciento de todos los votos en los últimos comicios de 2011, la mayoría no logró ni el uno por ciento. El FSLN obtuvo 62 por ciento de los votos en 2011. El politólogo Peraza valora que debido a que el FSLN no tendrá rival en las votaciones del 6 de noviembre, no pueden considerarse ni competitivas, ni legítimas, ni pueden llamarse elecciones. “Estamos ante un proceso electoral donde yo no tengo la posibilidad de escoger candidato, o sea yo puedo ir a votar, pero no puedo escoger candidatos”, dijo Peraza. El politólogo agregó que los otros partidos “no representan ningún desafío para el FSLN” y “precisamente por esa razón es que estos partidos pueden participar, porque no representan ningún peligro para el poder hegemónico que se tiene en este momento, no solo en el CSE, sino en todo el país”. “Yo diría que estos partido son satélites, que básicamente su labor va ser tratar de legitimar la mascarada electoral que se va a desarrollar el 6 de noviembre”, manifestó Peraza a LA PRENSA.
4-Los magistrados del CSE han sido denunciados de cometer fraude electoral desde las elecciones municipales de 2008. Los magistrados del CSE son los mismo que han permitido los fraudes electorales en las cuatro anteriores elecciones y los que han sido cambiados a lo largo de los últimos 8 años, ya sea por muerte o renuncia, son militantes sandinistas declarados. Desde 2008, la sociedad civil, los partidos políticos, la Iglesia Católica, el sector empresarial han demandando en reiteradas ocasiones cambios en la dirección del CSE para que regrese la credibilidad y confianza en las elecciones. Dávila recuerda que el CSE ha sido denunciado por fraude electoral, desde las elecciones municipales de 2008.
5-La estructura electoral es controlada por militantes del FSLN. Ciudadanos y militantes de partidos políticos opositores han denunciado desde 2008 que quienes controlan la estructura electoral, desde los Consejos Electorales Departamentales (CED), Municipales (CEM) y Regionales (CER), hasta las JRV, son militantes del FSLN. Otra razón para considerarlas una farsa.
6-No se permitió observación electoral internacional para las elecciones en Nicaragua. El 4 de junio, el presidente inconstitucional Daniel Ortega anunció que no permitiría la observación electoral internacionales, en un discurso en que los llamó “sinvergüenzas”. “Observadores sinvergüenzas. Aquí se acabó la observación, que vayan a observar a otros países”, dijo Ortega en su discurso ante el Congreso del FSLN que lo designó candidato presidencial por séptima ocasión.
7-El Reglamento de Ética Electoral que fue anulado no prohibía el uso de los bienes de Estado en la campaña electoral, como lo ha venido haciendo el FSLN. Esta también es una razón para llamarla farsa.