Retos: crimen e inseguridad
“Me provocaba quemar el barrio”, dice María Elena Delgado, de 57 años, recordando la muerte del primero de tres hijos, por la violencia en Petare, populoso barrio de Caracas, reflejo de la alta inseguridad en Venezuela y principal desafío para el presidente que sea electo el domingo.
CARACAS/EFE/AFP
“Es lo que se llama síndrome del amigo imaginario”, replicó el jefe de campaña de Chávez, el psiquiatra Jorge Rodríguez, quien descartó esa posibilidad.
Mientras, el diputado opositor Miguel Ángel Rodríguez dijo que los ministros de Chávez deberían ser llevados a los tribunales por hacer “evidente la corrupción”, y aseguró que “la falta de transparencia” del Gobierno se expresa incluso en el cáncer que padece Chávez.
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“Me provocaba quemar el barrio”, dice María Elena Delgado, de 57 años, recordando la muerte del primero de tres hijos, por la violencia en Petare, populoso barrio de Caracas, reflejo de la alta inseguridad en Venezuela y principal desafío para el presidente que sea electo el domingo.
“Pero decía, Dios mío, violencia genera violencia, no puedo hacer esto porque mis hijos se van a meter en problemas”, agrega Delgado, cuya casa de ladrillos es una de las miles a medio construir, que apiñadas cubren los cerros de esta zona.
A Erasmo, de 15 años, lo usaron como “escudo en una riña entre malandros (delincuentes)”. Norka, de 12 años, cayó por un bala perdida que le dio en la cabeza al cruzar la calle, y a Wilmer, de 40 años, un disparo le atravesó la cara durante un tiroteo antes de bajarse de un bus. Esta madre, de 15 hijos, ocho de ellos de crianza, también perdió a un sobrino en 2009 y a un nieto en 2010, cuando intentaron asaltarlos.
En Petare, tres o cuatro veces al día se registran muertes en disputas entre “bandas por la venta de droga, armas o el poder en el barrio”, dice Gualter Pereira, un policía que, durante un patrullaje nocturno por el barrio se queja de que los “delincuentes tienen mejores armas” que ellos.
“Atracan a una persona y porque no tiene dinero la matan, secuestran a una persona, cobran el rescate y matan a la persona (…)”, comenta José Zamora, gerente de la Funeraria Virgen de la Luz de Petare, donde se velan principalmente “delincuentes” muertos a tiros.
ARMAS, OTRO FLAGELO
Entre 9 y 15 millones de armas legales e ilegales circulan por el país, según datos oficiales de 2009./ El presidente Hugo Chávez ha admitido que la violencia es un problema “grave”, mientras su rival, Henrique Capriles, acusa al Gobierno de haber sido incapaz de resolver la inseguridad en sus 14 años de gestión, y advierte que una reelección sería “más de lo mismo”.
El Gobierno ejecuta planes como la creación de la policía nacional en 2009, operativos especiales de seguridad y una campaña de desarme en 2011 para combatir el crimen, pero el director del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), Roberto Briceño, cuestiona la efectividad de estos planes. Según el experto, la clave está en lidiar una institucionalidad débil y la alta impunidad.
Tras los asesinatos de los tres hijos de Delgado, “hubo varios encarcelados, pero a todos los soltaron”. “Ahí hubo el poder del dinero: tú pagas y yo te suelto”, sentencia esta madre en la barriada de Petare.
