Los dirigentes nacionales, departamentales y municipales de la Alianza Partido Liberal Independiente (PLI) deben trazar objetivos claros y proponerse metas concretas respecto a la organización de dicha agrupación política, pero sin mezquindades.
Si pretenden ganar el mayor número de alcaldías posible en las próximas elecciones municipales, que estarán más plagadas de obstáculos tramados por el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), tienen que ser abiertos a planteamientos de quienes han demostrado trabajar por el bien común y el fortalecimiento democrático en los municipios.
De nada sirve que las personas que están en las juntas directivas municipales de la Alianza PLI tengan el control, si estas impiden que otros ayuden a buscar un triunfo de esta fuerza democrática. Hay personas que han participado en elecciones municipales anteriores y no han ganado como candidatos a alcaldes, vicealcaldes o concejales, por tanto deben tener una mentalidad pluralista y permitir que otros orienten sus esfuerzos en este sentido.
Lo anterior no significa que quienes deben permitir la participación de otros dejen de ayudar a su agrupación política en aras de ganar una Alcaldía para servir a su pueblo, pues sería una actitud despreciable dado que vivimos en un país donde impera un sistema tiránico que urge cambiar y no se deben negar a esto por puro egoísmo, inmadurez y comodidad.
Es más, hay cualquier cantidad de sandinistas en los municipios que no desean apoyar a su partido que desde 2007 no ha hecho más que alterar el orden institucional del país al punto de gobernar a la sombra de la corrupción, ilegalidad e impunidad, que desean apoyar a la Alianza PLI. ¿Por qué no considerarlos? ¿Por qué solo los orteguistas pueden llevar gente de las fuerzas democráticas hacia su partido? ¿No los quieren considerar por temor a ser infiltrados y que puedan desbaratar la unidad de la Alianza PLI antes de las elecciones? ¿Tienen miedo al “caballo de Troya”? Pues trabajen con una estructura política sólida para atender a este grupo de ciudadanos.
Estos temores se fortalecen precisamente si no se trabaja en equipo, con disciplina, objetivos y metas claras. Con mezquindades difícilmente lograrán tener candidatos ganadores ni enfrentar las pretensiones dañinas que el FSLN sigue afinando para las próximas elecciones municipales.
Como en todo proyecto, proponerse ganar una Alcaldía pasa por crear, diseñar, planificar y organizar la ejecución de un plan de gobierno realista, tomando en cuenta los planteamientos de los diversos sectores del municipio. Un plan de gobierno no se hace desde una mesa de reunión o suponiendo las necesidades de la población. Se hace trabajando en las zonas, obteniendo información cuantitativa y cualitativa, analizando los datos y elaborando proyectos para plantearlos al Gobierno Central y a posibles organismos que financien los mismos.
Es importante que los candidatos a alcalde, vicealcalde y concejales cumplan con los requisitos que establece la ley para evitar que el régimen dictatorial impida la participación de la Alianza PLI en determinados municipios. Por ejemplo, el candidato a alcalde debe tener arraigo en el municipio en los últimos dos años antes de las elecciones. Si el candidato vive entre otro lugar y el municipio donde nació y del cual pretende ser candidato a alcalde, el FSLN se puede aferrar a esto para impedir su participación.
Además, los candidatos deben ser líderes naturales que trabajen por el bien del municipio, que no sean excluyentes, que no se aprovechen de las necesidades de la comunidad para condicionar el progreso y sobre todo, que tengan la firme convicción de rendir cuentas de cada gestión que hagan. Es importante que le digan a la población en qué invertirán sus impuestos y que en cada concejo o cabildo soporten con documentación el uso de los recursos del municipio. Hay que terminar con los mañosos en las instituciones públicas y en los municipios se puede dar ejemplo de esto. Por tanto, es imperativo unirse porque el presidente inconstitucional Daniel Ortega pretende ampliar la cantidad de concejales y reformar la Ley Electoral para perpetuarse en el poder. Así que a trabajar sin insidia.
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