Leila Macor /AFP
Cuando en un futuro cercano el boxeo pasa a ser un sensacional deporte practicado por robots gigantes con un “look” de animé y un sabor a videojuegos, Charlie Kenton (Jackman) abandona el ring y se dedica a recuperar viejos robots para ganarse la vida en el submundo de las apuestas.
Pero de golpe el fracasado exboxeador se tiene que hacer cargo de su hijo Max (Dakota Goyo), de 11 años, y ambos terminan entrenando juntos al robot “Atom”, un inquietante campeón recuperado de los desechos.
“Es una gran película de acción, pero la mayoría de la acción recae en los robots, así que me tocó hacer menos acción en este filme”, dijo el actor Hugh Jackman sobre el filme que se estrena hoy viernes en Estados Unidos.
El protagonista “es alguien que ha sido su propio peor enemigo (…) que ha tomado muy malas decisiones, que perdió la fe en sí mismo y en la vida” y está a punto de perder además a su novia, una experta en box-robótica, interpretada por la actriz de Lost, Evangeline Lilly, de 32 años.
Las peleas que mezclan el triunfalismo deportivo de Rocky o Karate Kid con la fascinación por la robótica de Transformers, fueron realizadas con las técnicas de animatrónica y captura de movimiento.